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Ruth Ainhoa de Frutos García

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Ruth Ainhoa de Frutos García
Ruth Ainhoa
de Frutos García
Prólogo de Bernardo Díaz Nosty
Los indicadores mediáticos
Conversaciones con expertos internacionales sobre
los instrumentos de medición
CAC, Cuadernos Artesanos de Comunicación / 72
Cuadernos Artesanos de Comunicación - Comité Científico
Presidencia: José Luis Piñuel Raigada (UCM)
Secretaría: Concha Mateos (URJC)
- Bernardo Díaz Nosty (Universidad de Málaga, UMA)
- Carlos Elías (Universidad Carlos III de Madrid, UC3M)
- Javier Marzal (Universidad Jaume I, UJI)
- José Luis González Esteban (Universitas Miguel Hernández de
Elche, UMH)
- José Luis Terrón (Universidad Autónoma de Barcelona, UAB)
- José Miguel Túñez (Universidad de Santiago, USC)
- Juan José Igartua (Universidad de Salamanca, USAL)
- Julio Montero (Universidad Complutense de Madrid, UCM)
- Marisa Humanes (Universidad Rey Juan Carlos, URJC)
- Miguel Vicente (Universidad de Valladolid, UVA)
- Miquel Rodrigo Alsina (Universidad Pompeu Fabra, UPF)
- Núria Almiron (Universidad Pompeu Fabra, UPF)
- Ramón Reig (Universidad de Sevilla, US)
- Ramón Zallo (Universidad del País Vasco, UPV-EHU)
- Victoria Tur (Universidad de Alicante, UA)
* Queda expresamente autorizada la reproducción total o parcial de
los textos publicados en este libro, en cualquier formato o soporte
imaginables, salvo por explícita voluntad en contra del autor o autora
o en caso de ediciones con ánimo de lucro. Las publicaciones donde
se incluyan textos de esta publicación serán ediciones no comerciales
y han de estar igualmente acogidas a Creative Commons. Harán
constar esta licencia y el carácter no venal de la publicación.
* La responsabilidad de cada texto es de su autor o autora.
Ruth Ainhoa de Frutos García
Los indicadores mediáticos
Conversaciones con expertos internacionales sobre
los instrumentos de medición
CAC, Cuadernos Artesanos de Comunicación / 72
CAC 72º - Los indicadores mediáticos: Conversaciones con
expertos internacionales sobre los instrumentos de medición
Ruth Ainhoa de Frutos García | Precio social: 5,20 € | Precio en
librería. 6,75 € |
Editores: Javier Herrero y Alberto Ardèvol Abreu
Diseño: F. Drago
Ilustración de portada: Fragmento del cuadro de la serie Cosmoarte, de
Pedro González.
Imprime y distribuye: F. Drago. Andocopias S. L.
c/ La Hornera, 41. La Laguna. Tenerife.
Teléfono: 922 250 554 | [email protected]
Edita: Sociedad Latina de Comunicación Social – edición no venal
- La Laguna (Tenerife), 2014 – Creative Commons
(http://www.revistalatinacs.org/09/Sociedad/estatutos.html)
Catálogo: http://www.cuadernosartesanos.org
Protocolo de envío de manuscritos con destino a C.A.C.:
http://www.cuadernosartesanos.org/protocolo.html
Descargar pdf:
http://www.cuadernosartesanos.org/#72
ISBN – 13: 978-84-15698-89-0
DL: TF-944-2014
Il compito degli uomini [e donne] di cultura
è più che mai oggi quello di seminare dei dubbi,
non già di raccogliere certezze.
NORBERTO BOBBIO
La realidad no es solo apasionante,
es casi incontable.
RODOLFO WALSH
Los indicadores mediáticos
Conversaciones con expertos internacionales
sobre los instrumentos de medición
Ruth Ainhoa de Frutos García
Abstract
La evaluación de los sistemas mediáticos ha sido una preocupación en
los estudios de Comunicación de las últimas décadas. Sin embargo,
existe una ausencia de investigaciones que hagan referencia a la
calidad y validez de los instrumentos de medición utilizados para
analizar la salud de los medios de comunicación en los diferentes
entornos.
La discusión sobre el rol que los índices mediáticos poseen para
especialistas que han definido, aplicado o analizado críticamente las
herramientas en todo el mundo puede promover propuestas de
mejora de estos instrumentos y, con ellas, aumentar la eficacia de
políticas públicas de comunicación que se basan en estas herramientas
para obtener información sobre la realidad mediática de un
determinado contexto.
El presente Cuaderno Artesano reúne ocho entrevistas a expertos
internacionales, prestando especial atención a la pluralidad de voces
que articulan a la esfera de especialistas que han participado directa o
indirectamente en la aplicación de los índices mediáticos en los
últimos años. La diversidad de prismas desde los que los expertos
observan a los índices genera una amplia gama de declaraciones que
difícilmente son accesibles para el público si no se enmarcasen en este
tipo de aproximaciones críticas.
Palabras clave
Comunicación,
UNESCO.
Indicadores
mediáticos,
estudios
comparados,
Forma de citar este libro
De Frutos García, Ruth Ainhoa (2015): Los indicadores mediáticos:
Conversaciones con expertos internacionales sobre los instrumentos de medición.
Cuaderno Artesano de Comunicación, 72, La Laguna (Tenerife): Latina.
Índice
Propuesta para un nuevo paradigma
Bernardo Díaz Nosty,
catedrático de Periodismo de la Universidad de Málaga
9
El desafío de los indicadores mediáticos
13
Conversación con Guilherme Canela
17
Conversación con Gabriel Kaplún
27
Conversación con Paolo Mancini
33
Conversación con César Ricardo Siqueira Bolaño
39
Conversación con Diego Giannone
45
Conversación con Claudia Padovani
59
Conversación con Francisco Campos Freire
69
Conversación con María Soledad Segura
75
consejero de Comunicación e Información para el MERCOSUR
(Argentina, Brasil, Paraguay y Uruguay) y Chile
profesor de la Universidad de la República (Uruguay)
profesor de la Università di Perugia (Italia)
profesor de la Universidade Federal de Sergipe (Brasil)
y presidente de la Asociación Latinoamericana
de Investigadores en Comunicación (ALAIC)
profesor de la Università degli Studi di Napoli Federico II (Italia)
profesora de la Università di Padova (Italia)
y co-coordinadora del Global Media Monitoring Project (GMMP)
profesor de la Universidad de Santiago de Compostela (España)
profesora de la Universidad Nacional de Córdoba (Argentina)
Prólogo
Propuesta para un nuevo paradigma
C
Ruth de Frutos obtuvo una beca FPU y me pidió que le
dirigiera su tesis doctoral, hablamos mucho sobre la investigación
en comunicación en España y de las carencias que, a mi modesto
entender, eran más evidentes. Entre otras, la ausencia de propuestas
teóricas, la debilidad de los planteamientos críticos y el seguidismo de
corrientes y modelos de forma caprichosa, sin adscripción ideológica
o científica a esas orientaciones. Y, aún más curiosas, aquellas que, de
forma arrogante, tratan de definir un entorno disciplinar nuevo,
ignorando las soluciones consolidadas en el ámbito internacional, a la
vez que, por desconocimiento y pereza intelectual, ocultan los
vínculos de consanguineidad de la ciencia de la comunicación con las
ciencias sociales y las humanidades.
UANDO
Hablamos también de la sobreabundancia de trabajos acumulativos,
de escasa incidencia innovadora y menor valor añadido, cuya mayor
virtud era meramente instrumental y venía acuciada por los sistemas
de promoción profesional en la Universidad. Al hacer esa reflexión
me basaba no solo en la observación de la realidad o en el trabajo
como evaluador de diversas agencias, donde era posible advertir hasta
la impunidad del plagio, sino también en el estudio de otras realidades
nacionales donde la investigación, aun con muchos menos centros
académicos especializados, es más creativa, socialmente oportuna e
innovadora1.
Desde escritos muy tempranos, me interesó la evaluación de los
sistemas de medios 2 , y entendí que era necesario establecer meca1
Muchas de estas ideas y planteamientos críticos argumentan los objetivos del
proyecto del Plan Nacional de I+D CSO2013-47933-C4-3-P en el que
trabajados de forma coordinada desde cuatro núcleos territoriales de indagación
de la realidad nacional.
2
Anuarios Medios de comunicación/Tendencias de Fundesco, que tuvieron
continuidad durante quince años en dicha Fundación y a través de otras
iniciativas, incluida la más reciente de Fundación Telefónica.
nismos estadísticos homologados que permitieran los análisis
diacrónicos y el contraste de realidades geográficas distintas.
UNESCO había establecido un sistema estadístico endeble, que tenía
ya cierto rodaje, pero muy poco fiable, por cuando eran los gobiernos
de las naciones quienes facilitaban los datos. Sin embargo, en el sector
industrial se habían ido homologando las referencias de evaluación
(medición de audiencias, difusión, inversión publicitaria, volumen de
negocio, etcétera), de modo que no sólo cuantificaban la realidad con
mediciones estándar y determinaban, incluso, las expresiones
mediáticas en productos concretos, sino que permitían establecer
pautas comparativas acerca del desarrollo de los negocios de los
medios. Hoy, por ejemplo, es posible comparar los datos de la
industria de Francia y China, y advertir, en el caso de China, un
crecimiento exponencial en el consumo de los medios, pero esa
medición, a partir de parámetros homologados, ¿en qué medida
permite descubrir el desarrollo desde la perspectiva de la cultura
democrática y de las libertades públicas, la transparencia y el acceso a
la información?
Hay, por consiguiente, lagunas básicas, que están en el origen de los
análisis. Toda disciplina que aborda diferentes realidades susceptibles
de ser medidas requiere, por lógica, de un sistema métrico universal,
es decir, de unos indicadores que permitan conocer la evolución en el
tiempo de las distintas variables, lo que constituye la visión diacrónica
del problema, pero también la comparación sincrónica de realidades,
el análisis comparado en términos fiables.
Mientras que en el ámbito de la industria opera la lógica mercantil,
como lenguaje común de los diferentes escenarios nacionales, en el
campo del desarrollo sociocultural de los valores públicos, propios de
la cultura democrática, la estandarización métrica es mucho más
difícil, porque aquí no existe un denominador común.
En los años más difíciles de la Guerra Fría, cuando la dialéctica de
bloques estaba en el punto de máxima tensión, Estados Unidos
ejerció un papel determinante para crear distintos códigos
hegemónicos de medición, a los que dio alcance retórico en la
construcción de un discurso universal. Estos asignaban carta de
naturaleza democrática a las manifestaciones mediático-culturales del
10
llamado mundo libre, marginando sistemáticamente, por no libres,
autoritarias y censoras, a todas las que se producían en el bloque
opuesto. De ese periodo, aún subsisten hoy clasificaciones anuales
que, con criterios de escasa transparencia, jerarquizan el grado de
libertad de expresión y de la propia libertad de los medios. Pero no
cuestiona el excesivo mercantilismo de estos, el determinismo
económico del discurso, las relaciones de poder opacas, por lo que
podemos encontrar que, bajo el manto de los campeones de las
libertades, hay graves degradaciones del referente ético y democrático,
es decir, de los mitos fundacionales de los medios.
Todos estos factores, en una sociedad que aún no se ha desprendido
de la ideología polarizada de la realidad, contribuyen a dificultar un
proyecto universal de indicadores de desarrollo mediático-cultural. Y
ello se puede deber no solo a la debilidad crítica del discurso
académico, sino a la oposición de los agentes de una realidad, descrita
por la pérdida de credibilidad de los medios, a ser auscultados por
mecanismos independientes o ajenos a la dimensión mercantil en la
que se desenvuelven la inmensa mayoría de ellos.
La ausencia de indicadores, sin embargo, no representa una carencia
aislada de otras debilidades en las prácticas de investigación, sino que
participan de un marco general de identidades desdibujadas, de
cultivo de la incertidumbre y la ambigüedad, cuando no de la rutina
de la gimnasia escolar, que fortalece el músculo pero no el cerebro…
Ante un cambio de paradigma en las expresiones sistémicas que
convergen en el espacio público de debate, se siguen formulando
soluciones arraigadas en planteamientos de análisis de hace medio
siglo y se aplican sobre los nuevos medios, los nuevos lenguajes y los
nuevos públicos, las viejas formas de observar, medir y evaluar.
De ahí en estimular el trabajo investigador de la doctora Ruth de
Frutos García para que, más allá del trabajo de su tesis, de cuyas
virtudes da cuenta este Cuaderno, siga avanzando en este terreno
relevante y estratégico. Ella ha comprobado, como pone de relieve su
investigación, la obsolescencia, la parcialidad y hasta la muy escasa
fiabilidad de los indicadores institucionales existentes y, en su
indagación, ha rastreado las debilidades constructivas de los mismos,
de modo que se podría decir que las varas de medir son distintas
11
según la realidad donde se apliquen, o que el discurso hegemónico de
medidas protege como buenas prácticas ciertas realidades frente a la
realidad rival, que excluye. Y en ese acercarse, incluso a través de la
observación participante, también ha podido advertir que las unidades
de medida conocidas, como objetivación de la realidad a estándares
reconocibles y universalmente aceptados, están trufada de intereses y
visiones subjetivas. No valen o valen poco.
Por todo ello, cabe afirmar que este trabajo parte de una utopía, del
desiderátum de libertad de expresión y transparencia, pero en su
desarrollo se encuentra e identifica los obstáculos que obligan a
reformulaciones pragmáticas, a acercamientos progresivos, a una
lectura relativizada al tiempo histórico en la que se producen. Hoy, en
plena crisis de valores, con la identidad de los medios desdibujada y
un predominio tecnocéntrico y mercantil del discurso mediático, en
detrimento de la credibilidad de sus contenidos, el trabajo de la
doctora Ruth de Frutos, más allá de su origen idealista y utópico,
debe entenderse como una propuesta de futuro, como un apunte para
después del diluvio, es decir, como una herramienta propia de un
nuevo paradigma.
Bernardo Díaz Nosty
Catedrático de Periodismo
12
El desafío de los indicadores mediáticos
E
L rol de los medios como baluartes del sistema democrático y los
nuevos cambios sociales, promovidos por el desarrollo de las
nuevas tecnologías y la globalización, ha dado lugar a la creación de
un nuevo paradigma donde la transparencia, la cultura de la paz y los
derechos humanos se articulan como elementos fundacionales de un
nuevo pacto social. Es por ello que los medios de comunicación
deben responder a estas demandas de la ciudadanía, consolidándose
como vertebradores del discurso del sistema social y democrático de
derecho. De lo contrario, la perpetuación del ecosistema mediático
como una mera correa de transmisión de los poderes tradicionales
producirá una fractura insalvable entre el deseo de la ciudadanía y la
credibilidad de los medios.
Estas son algunas de las razones que promovieron la realización de la
tesis doctoral titulada “Indicadores Mediáticos: Análisis crítico de los
modelos de evaluación internacional” en la Universidad de Málaga.
Fruto de dicho trabajo doctoral nace el presente Cuaderno Artesano,
articulándose como un espacio de reflexión sobre los indicadores
mediáticos mediante entrevistas con expertos internacionales de
primer nivel.
La discusión sobre el rol que estos instrumentos poseen para
especialistas que han definido, aplicado o analizado críticamente las
herramientas en todo el mundo puede promover propuestas de
mejora de estos instrumentos y, con ellas, aumentar la eficacia de
políticas públicas de comunicación que se basan en índices para
obtener información sobre la realidad mediática de un determinado
contexto.
13
El presente trabajo presenta las ocho entrevistas a expertos
internacionales, prestando especial atención a la pluralidad de voces
que articulan a la esfera de especialistas que han participado directa o
indirectamente en la aplicación de los índices mediáticos en los
últimos años. La diversidad de perspectivas desde los que los
especialistas observan a los índices genera una amplia gama de
declaraciones que difícilmente son accesibles para el público si no se
enmarcasen en este tipo de aproximaciones críticas.
El espacio dedicado a las entrevistas comienza con la conversación
con el actual consejero de Comunicación e Información para el
MERCOSUR (Argentina, Brasil, Paraguay y Uruguay) y Chile
Guilherme Canela. Durante esa primera parte se indagan en los
entresijos de la aplicación de los Indicadores de Desarrollo Mediático
(IDM) aprobados por la Asamblea General de UNESCO en 2008 y,
en particular, las dificultades que este tipo de herramientas
internacionales acarrean para las implementaciones en cada uno de
los Estados miembros que han realizado el proceso de análisis.
Con el objetivo de evaluar pormenorizadamente la aplicación de los
IDM se realizó una entrevista a Gabriel Kaplún, profesor de la
Facultad de Comunicación de la Universidad de la República
(Uruguay) y miembro del equipo de centros de educación superior
públicos y privados que están realizando la aplicación de estos
indicadores en Uruguay en este momento. La conversación con el
investigador uruguayo ayuda a entender los procesos de
implementación de estas herramientas en América Latina, así como
los principales desafíos que tienen los indicadores de desarrollo
mediático para un entorno con las particularidades del sistema
uruguayo.
Precisamente la base teórica de estas entrevistas parten del trabajo del
profesor de la Università degli Studi di Perugia (Italia), Paolo Mancini,
una de las referencias internacionales en la realización de estudios
comparados de sistemas políticos y mediáticos, sobre todo tras la
publicación de su obra más conocida, con el docente Dan Hallin,
Comparing Media Systems: Three Models of Media and Politics (Communication,
Society and Politics. Mancini reflexiona sobre la importancia de los
14
índices mediáticos para la realización de estudios comparados y
diacrónicos.
La transmisión del discurso hegemónico de las organizaciones que
elaboran este tipo de evaluaciones de los ecosistemas mediáticos
mediante herramientas propias es una de las principales
preocupaciones del presidente de la Asociación Latinoamericana de
Investigadores en Comunicación (ALAIC) y profesor de la
Universidade de Sergipe (Brasil), César Bolaño, quien examina la
importancia de realizar un análisis pormenorizado de estas
herramientas, no solo como instrumentos para la elaboración de
estudios comparados, sino como creadores de un imaginario
específico que puede estar determinado por la fuente de financiación
de este tipo de indicadores.
Precisamente la utilización de estos índices de medición como
elementos de proyección pública es una de las hipótesis del profesor
de la Università Seconda Università di Napoli (Italia), Diego
Giannone. Su trabajo sobre las repercusiones de los indicadores de
libertad de expresión de Freedom House conecta directamente la
posición de en los ranking de determinados estados con los intereses
de las entidades que promueven este tipo de análisis de la realidad
mediática plantea una serie de sinergias sumamente interesantes.
UNESCO planteó en 2008 dos indicadores transversales a sus
Indicadores de Desarrollo Mediático: la pobreza y el género. En
relación con el segundo de ellos, Claudia Padovani, profesora de la
Università di Padova y miembro de la European Institute for Gender
Equality (EIGE) ha colaborado en diversas investigaciones sobre
género y medios de comunicación. Su opinión sobre la dificultad de
este tipo de temáticas y la transversalización de esta perspectiva en los
estudios mediáticos refleja una sensibilidad sobre el tema que merece
ser tenida en consideración.
Francisco Campos, profesor de la Universidad de Santiago de
Compostela, ha publicado diversos trabajos sobre estudios
comparados e indicadores que afectan al mundo de la comunicación.
La entrevista en profundidad con Campos genera una nueva
perspectiva sobre este tipo de índices, relacionada con la importancia
15
de los mismos para el posicionamiento político de los estados donde
se aplican, así como las dificultades metodológicas que estas
herramientas acarrea.
La recopilación de entrevistas concluye con la visión de la docente de
la Escuela de Ciencias de la Información de la Universidad Nacional
de Córdoba e investigadora asistente del Conicet (Argentina) María
Soledad Segura, quien articula un discurso crítico sobre los
indicadores mediáticos dentro del complejo entramado de las
políticas públicas de Comunicación en América Latina.
Por todo ello, esta publicación ayuda a adentrarse en los entresijos de
las herramientas que se utilizan en la actualidad para evaluar los
medios de comunicación en los distintos entornos y que, por ende,
afectan directamente al diseño de las políticas públicas de
comunicación. Las conversaciones coleccionadas en estas páginas
permiten construir un pensamiento crítico sobre el papel de los
indicadores mediáticos, los desafíos de su implementación
internacional y los propósitos de las organizaciones que los
promueven, lo que permite concluir que, en algunos momentos,
generan procesos más cercanos a dinámicas oscurantistas o
propagandísticas que a las propias de herramientas que generen un
conocimiento concreto del ecosistema mediático.
Ruth de Frutos
16
Conversación con Guilherme Canela
Guilherme Canela, Consejero de Comunicación e Información para el
MERCOSUR (Argentina, Brasil, Paraguay y Uruguay) y Chile
28/08/2014 Sede del Mercado Común del Sur (MERCOSUR).
(Montevideo, Uruguay)
¿
CUÁL sería, bajo su punto de vista, el mayor problema de la
definición de los indicadores mediáticos?
No sé si el mayor problema pero una de las cuestiones difíciles
referidas a los indicadores es la traducción de índices que son
indicadores que tienen una idea de cuantificación, aunque sea una
cuantificación binaria, que se pueda transformar en un número, en un
SPSS, de tipo 1 o 0. Por ejemplo, si hay o no una ley. La cuestión para
UNESCO en algún momento fue elegir una vía intermedia para
transformar esa información, esas métricas de forma que pudieran
constituir un estudio con alguna periodicidad y posteriormente con
las estadísticas que recoge el Instituto de Estadística de UNESCO
(UIS) de Montreal. De hecho, hay una persona en el UIS que está
intentando transformar los más de cien indicadores en métricas más
estadísticas.
¿Entonces se están intentando realizar estadísticas a partir de
los IDM?
Sí, ya se hizo dos veces. Se empezó con un grupo piloto de 25 países
y ahora hay otro estudio. En el primero yo participé como parte del
17
comité científico e intentamos construir unos pretest de los
exámenes.
Dicho lo cual, ¿por qué UNESCO se posiciona en contra de los
estudios comparados en la introducción de los IDM3 y analiza
mediante estudios estadísticos las diferentes realidades
mediáticas?
No es exactamente eso. UNESCO no se posiciona en contra de los
estudios comparados entre los países. La idea de UNESCO no es
producir un ranking porque esta cuestión es difícil en una herramienta
compleja como los indicadores. No es tan sencillo de hacer un ranking
con tres o cuatro indicadores que después se puedan sumar y decir
quién es el mejor o quién es el peor. Estamos hablando de 150
indicadores, por lo que la idea nunca fue, suponiendo que hubiesen
recursos, aplicarlos en los 196 estados miembros. Además, es una
metodología compleja, no se trata de decir si hay o no libertad de
expresión y hacemos un ranking, como otros organismos que sí que se
rigen por esta dinámica. La idea es aplicar una herramienta compleja
y, a partir de ahí, ofrecer insumos para la construcción de mejores
políticas públicas, independientemente del stateholder: Estado, órgano
regulador, sociedad civil… No hacer los ranking tiene que ver con la
idea de hacer hincapié en que los Indicadores de Desarrollo
Mediático (IDM) tienen una metodología compleja. Ahora, por
supuesto que comparar es parte de la naturaleza misma de los
indicadores pero es comparar en el sentido de cómo se puede
aprovechar las buenas prácticas para mejorar en este sentido.
¿Cree que los IDM han tenido un impacto positivo?
Creo que han sido muy exitosos. Sin embargo, como sabe, no ha sido
un invento de UNESCO. Si ha tenido la oportunidad de leer el paper
original de Andrew [Puddephatt] por el que nacieron los indicadores,
3
En la introducción del informe de UNESCO se afirma que: “debe anotarse
que estos indicadores no están diseñados para realizar un análisis longitudinal
en el tiempo, ni tampoco para comparar entre diferentes países; son una
herramienta analística diseñada para ayudar a las/los actores a evaluar el estado
de los medios de comunicación social y medir el impacto de los programas de
desarrollo mediático” (UNESCO 2008a: 5).
18
él cuenta cuáles fueron los otros treinta corpus de indicadores que él
analizó para llegar al documento que está en la página web. Es muy
interesante porque se puede ver cuáles fueron los otros indicadores.
Que, a nivel diferencial, tiene que ser un conjunto aprobado por los
estados miembros, pero parte de los indicadores que fueron tenidos
en cuenta son índices que siguen existiendo: Freedom House, Media
Index de IREX y otros…
¿Qué otros indicadores está utilizando UNESCO en este
momento?
Como sabe, los Gender Sensitive Indicators for Media (GSIM), cuya
persona responsable es Alton Grizzle; los indicadores de seguridad de
periodistas, que también están basados en los IDM y cuya persona
responsable es el nuevo director de libertad de expresión de
UNESCO, que también puede hablar sobre los IDM y, después, hay
otra serie de indicadores que no están directamente relacionados con
UNESCO pero que nacieron de forma paralela. Por ejemplo, cuando
yo coordinaba este sector en Brasil nosotros pusimos en marcha los
Indicadores de calidad de televisión pública 4 . Hoy están siendo
aplicados en distintos países como Colombia, en una semana estoy
viajando a Medellín.
¿Cuál piensa que es la potencialidad de estos nuevos corpus de
índices?
Son muy interesantes porque a las televisiones públicas les interesa y
tenemos la sensación, y a mí me gusta la idea, de perder un poco el
control de la información. ¡Qué bueno que la gente está comenzando
a aplicar estas herramientas sin pedir permiso a UNESCO ya que es
una herramienta pública! Claro, si el equipo investigador quiere que
UNESCO selle, tenemos que participar del proyecto pero sino es
buenísimo que lo usen. Recientemente estuve en Perú y me
informaron de que la televisión pública está incluso pensando a
utilizar los indicadores de calidad incluso para su planificación y en
4
BUCCI, E.; CHIARETTI, M. Y FIORINI A. M. (2012): Indicadores de calidad de las
emisoras públicas - Evaluación contemporánea.
http://unesdoc.UNESCO.org/images/0021/002166/216616s.pdf.
19
Brasil también, en Montevideo, en Argentina de una forma más
estructurada e incluso pidiendo nuestra participación… En este caso,
para hablar de este material en particular yo estuve involucrado en la
construcción, como coordinador, pero los autores están identidades
en el informe.
Los Indicadores de calidad de las televisiones públicas daba la
impresión de ser un informe externo a UNESCO que en algún
momento tiene relación con la institución internacional, ¿es así?
Para que sea un proceso que pase por todos los estados miembros y
sea votado lleva un tiempo, como es el caso de los IDM. En el caso,
por ejemplo, de los Indicadores de calidad de la televisión pública se
ha contratado consultores externos para realizar adaptaciones de los
IDM para medios públicos. Como eso no pasó todavía por los
estados miembros, todavía no se puede decir que los índices son de
UNESCO pero fue un proceso coordinado por la organización y con
validación en un seminario con medios públicos de todo el mundo,
etc. Pero no tiene desde un punto de vista institucional no tiene la
misma fuerza. Ni siquiera sé si este es el caso. La idea es tener un
documento madre, que son los IDM, y de ahí ir haciendo cosas más
ágiles.
¿Querría preguntarle por el caso de la aplicación inconclusa de
los IDM en Venezuela por Medianálisis?
En este caso, tendría que buscar más información porque no estuve
directamente involucrado en los detalles, pero te puedo decir que en
UNESCO hay una estructura que se llama PIDC, que es el programa
que aprobó este documento. El PIDC abre propuestas para recibir
propuestas de proyectos que solicitan financiación anualmente y
algunas organizaciones utilizan este recurso para aplicar los
indicadores. En el caso específico de Venezuela esta organización
solicitó al PIDC financiación para aplicar los indicadores. Es cierto
que la organización enfrentó dificultades para realizar la aplicación,
que yo no sé cuáles son, y finalmente no lograron hacer lo que estaba
en la propuesta. Esto no es necesariamente una cuestión novedosa.
Hay muchas solicitudes de proyectos que finalmente no se realizan
por distintas razones. Hasta que se diga de forma definitiva que no se
20
va a concretar el proyecto, el PIDC no eliminará la información de la
página web.
Por tanto, ¿hay diversos procesos de aplicación?
Efectivamente. Hay que diferenciar los procesos en los que
UNESCO coordina la aplicación, en los que está directamente
involucrada, y los procesos en los que otros solicitan financiación y
eventualmente es la propia UNESCO la que la financia. De nuevo, es
un documento público y cualquiera puede aplicar los índices pero
algunas de ellas han pedido expresamente que UNESCO se involucre
decididamente en el proceso, como es el caso de Uruguay. Acá
estamos en un consejo asesor por pedido del equipo de coordinación
y hay veces en los que no estamos involucrados pero sí podemos
financiar, como es el caso de Venezuela y hay procesos que, ni
siquiera, sabemos que se están utilizando estos indicadores. Es bueno
que sea así. Cuanta más gente mejor pero para tener el sello de
UNESCO tiene que cumplir algunas reglas.
Según los investigadores que están realizando la aplicación de
los IDM en Uruguay, una de las principales dificultades que
están encontrando en este momento es la definición de género
así como la transposición de los GSIM a los Indicadores de
desarrollo mediático. ¿Qué le parece esta cuestión?
Creo que los Gender Sensitive [Indicators for Media] vienen de una historia
de intentar garantizar el equilibrio en el ecosistema de los medios de
comunicación. Esta historia, gana mucha fuerza con la plataforma de
Beijing ya que, si usted lee los documentos de la plataforma, hay un
capítulo entero sobre cómo garantizar los derechos y el equilibrio de
género en términos profesionales, tanto en el management de los
medios, cómo en la cobertura.
De hecho, en Women Make the News se identifica una vez al año que la
cobertura sobre temas donde la mujer está presente está relacionados,
en la mayoría de los casos, con la cultura culinaria pero no de política,
etc. Estos indicadores, incluso para que tengan credibilidad, son
hechos a partir de una construcción de conocimientos que vienen de
muchos años. Eso no quiere decir que los otros temas de diversidad
sexual, etc. no deban ser contemplados, pero es una cuestión de
21
focalización y de construcción histórica. No es por pensar que un
tema sea más o menos importante que el otro. La inversión
internacional de distintos actores en producir conocimiento sobre
este tema viene desde hace mucho tiempo y hay un cierto consenso
en la comunidad internacional que trabaja este tema de que medir si
hay una cantidad más o menos igualitaria de mujeres y de hombres en
el senior management es algo que hay que medir, independientemente de
la orientación sexual de cada persona. Hacer esa cuenta para las
orientaciones sexuales no es tan sencillo…
¿No tiene que ver, por tanto, con una presión de los estados
miembros para realizar un paralelismo entre género y mujer?
Puede ser, pero yo nunca lo había escuchado. Hay una construcción
histórica que se apoya en un respaldo conceptual mediante personas
que llevan trabajando en el tema desde hace años.
Analizando la aplicación de los IDM en Uruguay se observa
que se han integrado al proceso los GSIM, ¿cómo se planteó
esta unión de dos corpus de indicadores?
Hay construcción global de los indicadores [IDM] en 2008 y esta
construcción fue ganando especificidades sobre temas que son
importantes para la organización: género, de protección de periodistas,
de calidad de medios públicos… Para la organización no en sentido
burocrático sino que identificamos estos temas como importantes
para la protección y promoción de la libertad de expresión. En el
ADN de todas estas herramientas específicas está el informe de
indicadores de desarrollo mediático de 2008 pero son mucho más
específicas puesto que manejan conceptos específicos. Cuando hay un
proceso de aplicación de los indicadores globales, en general,
comentamos con la gente que los está aplicando la posibilidad de
sumar estos otros indicadores si es el caso. Por ejemplo, en algunos
países el tema de la violencia contra periodistas es una cuestión
central y muy grave, por lo que recomendamos encarecidamente que
consideren incorporar estos índices. La idea que está por detrás es
que, aunque en un contexto específico se decida aplicar, por ejemplo,
solo los indicadores de seguridad o los de género o los de calidad de
medios públicos, los que están realizando la aplicación tienen que
22
darse cuenta de que va a faltar algo. Todas estas cuestiones no
ocurren de manera aislada sino que están conectadas al sistema de
medios más amplio pero muchas veces hay que ser realistas puesto
que no hay recursos para hacer todo. Es una cuestión pragmática.
En el caso de la aplicación de los IDM en Uruguay, las
particularidades del país hacen que los investigadores
encuentren problemas a la hora de definir grupos vulnerables,
¿cómo se observa desde UNESCO este tipo de problemas
relacionados con la problematización del sistema mediático
uruguayo?
Creo que algunas de las evaluaciones tienen que ver con observar los
indicadores de manera aislada y no el conjunto del ecosistema
mediático, como sugiere el documento. Seguro que si uno toma el
indicador sobre el multilingüismo en televisión, este fenómeno no
existe en Uruguay. Ojo, que a veces este mismo tipo de observaciones
que se escucha en algunos países es una excusa. Por ejemplo, se
puede pensar que en Brasil no existe la posibilidad de la pregunta del
multilingüismo porque es un país en el que todos hablan portugués
pero hay 188 lenguas indígenas que no están presentes en la televisión
pública, etc. Por tanto, cuando se piensa en multilingüismo se suele
pensar en el ejemplo canadiense con el francés y el inglés de una
manera clara o en Sudáfrica o India pero a veces en nuestros propios
países suceden estas cosas. Cerrado el paréntesis, creo que cuando se
piensa en los indicadores en conjunto permiten, sobre todo a partir
de las sugerencias de aplicación de los casos específicos, desarrollar
un poco más la información.
¿Podría darme algún ejemplo?
El caso del acceso a la información pública. Se pregunta si hay o no
hay ley. En el caso uruguayo hay ley. Pero después se pregunta:
¿existe una aplicación de la ley? Bueno, ahí Uruguay ya tiene un
problema porque el órgano de aplicación no es independiente, etc.
Después, en términos del marco general de la regulación de los
medios. En este caso, vamos a tener problemas en casi todos los
indicadores puesto que no hay un órgano regulador independiente, la
forma en la que está regulada no tiene concesiones transparentes, etc.
23
De hecho, la nueva ley que se propone está intentando resolver estos
problemas pero no está aprobada y no se sabe si va a ser aprobada o
no. Cuando se mira el big picture tengo la impresión de que Uruguay
no tenga los problemas clásicos de la libertad de expresión, ya que
afortunadamente no están asesinando a periodistas, no hay leyes de
censura previa, etc., pero si se leen con cuidado la aplicación de los
indicadores se observarán las áreas que hay que mejorar. A veces
entiendo la crítica de personas que miran lo que está en el prólogo y
que quedan frustrados, pero el objetivo de la herramienta es ofrecer
un mapa o una hoja de ruta para aquellos que quieren mejorar sus
políticas públicas sobre este tema de la manera más objetiva posible.
Entonces, cuando uno mira este cuadro general, creo que va a servir
para países como Uruguay pero también para otros con problemas, si
los podemos calificar así, mucho más graves de libertad de expresión,
u otro tipo de cuestiones distintas. Es verdad que cuando se produce
una herramienta que procede de un organismo con 196 estados
miembros y que, de alguna manera, tiene que dialogar con todos, la
limitación es muy clara. La herramienta fue producida para tener
sentido en todo el mundo y, cuando se produce una herramienta con
estas características, las limitaciones de este objetivo original son
evidentes. No es posible que una herramienta de cuenta de las
especificidades. Por eso, la sugerencia de aplicación es siempre que,
aunque se cuente con el apoyo y la participación de UNESCO, sea
hecha siempre por agentes locales, con la participación del más
numeroso y diverso grupo de actores para que los indicadores tengan
una traducción a partir de las realidades específicas de cada uno de los
países.
Volviendo al caso uruguayo, ¿cree entonces que esta
homogeneización poblacional afecta de algún modo a los
indicadores?
Creo que hay un cierto mito de la homogeneización de la sociedad.
Según los datos, Uruguay cuenta con una población con discapacidad
entre el 10 y el 15 por ciento por lo que los medios podrían dar
cuenta de esta diversidad.
24
Sin embargo, los investigadores observan con dificultad la
definición de grupo vulnerable.
La definición de grupo vulnerable tiene que estar clara en la
metodología de aplicación pero es una definición imposible en el
documento original porque el grupo vulnerable no es el mismo acá
que allá. No creo que eso sea una cosa que se pueda resolver desde el
secretariado de UNESCO en París. Esos indicadores no están
pensados solo para países en desarrollo sino que se puede aplicar en
cualquier país. De hecho, en este ejercicio que se hizo en el UIS, una
de las aplicaciones que se hizo en el momento inicial fue la de Italia,
que tiene un problema de concentración de medios impresionante
pero que cuyos grupos vulnerables no son los mismos que los
uruguayos.
¿Cómo se podría resolver, por tanto, el problema de la
definición de grupo vulnerable?
Por ejemplo, los grupos que están protegidos por el grupo del sistema
internacional de Naciones Unidas: mujeres; niños, niñas y
adolescentes, personas con derecho de asilo… igual no se escapa de
una necesidad de hacer un relevamiento específico en cada país. La
aplicación en Brasil es muy compleja puesto que lo que se hizo fue
intentar medir lo que se puede pensar como la agenda nacional, pero
que es limitada por definición. No se puede pensar en Brasil como un
todo. Si se pudiese hacer una aplicación de los indicadores en Rio
Grande del Sur, podría tener algún grado de comparación con
Uruguay y, aunque territorialmente estén cerca, Rio Grande tiene 20
millones de personas y Uruguay tiene 3. Brasil es un animal un poco
raro en este sentido y sería extremadamente caro involucrar a todos
los agentes. En cuanto a las definiciones y observando los ejercicios
que se están llevando a cabo en los distintos países, creo que es válido,
pero mi impresión es que hay que definir qué es vulnerable en un
sistema concreto y tejer esto en relación con los medios de
comunicación. Lo importante es siempre la honestidad intelectual.
Aunque se comentan errores, lo importante es aclarar las definiciones.
Cometer errores es parte de este proceso complejo.
25
El último informe publicado de la aplicación de los IDM ha
sido el de Palestina, ¿cómo se ha producido el proceso?
Yo no tengo información específica sobre el proceso de aplicación de
Palestina. Yo ví la publicación puesto que recibo la información por
el correo interno y no tengo autoridad para decir nada al respecto. Sin
embargo, sí puedo decir que las personas que estuvieron involucradas
son muy válidas. Sea cual sea el país, en la protección específica de las
libertades civiles y políticas siempre existe el argumento de que hay
otros derechos que se deben proteger antes. Por ejemplo, yo participé
en discusiones en esta región sobre niños, niñas y adolescentes en
relación a los medios de comunicación y cuándo se habla de
protección en estos temas, muchos de los opositores acuden a esta
argumentación. “Como hay tantos niños y niñas que tienen sus
derechos vulnerados, pasan hambre, son vulnerados… ustedes
quieren discutir sobre horarios infantiles, protección a la infancia en la
televisión, etc.”. A mí me parece que es un falso dilema. Si vamos a
esperar que todos los problemas se resuelvan en el mundo para
después hablar de libertades nos quedaremos siempre a medio
camino en el que nada se resuelve.
Yo tengo la sensación de que en países que actualmente están en
conflicto pero que esperamos que algún día estén en una situación
postconflicto, tener un mapa de por dónde empezar la reconstrucción
no es una mala idea. Seguro que un país que quiera recuperar su
democracia una de las primeras cosas que querrá implementar serán
medidas que contemplen a los medios de comunicación. Entonces,
no me parece inválido tener esta información o estos datos para no
empezar de cero. Esto es todo hipotético puesto que no sé decir si
era el mejor momento o no.
Muchas gracias.
26
Conversación con Gabriel Kaplún
Gabriel Kaplún, profesor de la UdelaR
2/09/2014 Facultad de Información y Comunicación de la
Universidad de la República (UdelaR)
¿
CÓMO se genera el acercamiento entre UNESCO y las
universidades para que se produzca la aplicación de los
IDM en Uruguay?
Todo empieza cuando UNESCO me invita a participar en el Consejo
Intergubernamental [del PIDC] de 2010 para hablar sobre la Ley de
Radiodifusión Comunitaria de Uruguay y me quedé en toda la
reunión ya que estaba muy interesado. No me limité al rato que me
tocó hablar y fue en ese momento cuando vi las primeras
presentaciones de la aplicación de los indicadores. Si bien había oído
hablar del asunto, no fue hasta ese momento que entendí la
importancia de esos instrumentos. Llegando a Montevideo hablé con
el que en ese momento era representante de UNESCO aquí, Günter
Cyranek, y le propuse realizar la aplicación en Uruguay. En realidad ya
se lo había comentado a la gente de UNESCO en Paris. En ese
momento estaba una española, Silvia Chaparro. Generamos buen
vínculo y le propuse a UNESCO hacerlo y, hablándolo, les dije que
no podíamos ni convocar a los empresarios, ni al gobierno a hacer
esto, sino que se tenía que hacer desde un lugar que pareciera más
neutral, como son las universidades.
27
¿Había habido antecedentes de trabajo en red con otras
universidades?
El trabajo que habíamos experimentado el año anterior con
UNESCO, que era un trabajo conjunto de todas estas universidades
sobre comunicación para el desarrollo fue un antecedente útil. Era
otra temática pero había sido una experiencia conjunta muy reciente.
No eran sólo las universidades pero estaban todas. Así, dado que
había habido una experiencia inicial, nos pareció bueno convocarlas a
todas. Quisieron todas y se arrancó con el proyecto.
¿Por qué las universidades?
Por eso que ya conversábamos: podía asegurar más legitimidad, más
distancia en principio de los actores en juego y de los conflictos en
muchos de estos temas. Además, si estaban muchas de las
universidades -que en este país son pocas-, esa garantía era mayor.
¿Cree que esto ha limitado las posibles presiones que se
pudieran producir a lo largo de la investigación?
Sí, ese era uno de los objetivos más importantes. Es un abanico plural
en materia ideológica. Por ejemplo, estas universidades tienen
orientaciones distintas. La incorporación de la UTU [Universidad del
Trabajo del Uruguay] es un poco especial puesto que no es
estrictamente una universidad aunque tiene también formación
terciaria pero es formación profesional, como se diría en España. Se
incorporó porque había estado en el ejercicio anterior y a UNESCO
le pareció pertinente. En realidad, su trabajo ha sido muy correcto en
el desarrollo del proyecto.
¿Cómo se financia el proyecto?
Cuando nos encontramos la primera vez para armar el proyecto,
[Günter] Cyranek planteó que estábamos en plazo para presentarnos
a uno de los llamados anual del PIDC. Entonces nos presentamos a
ese llamado que no podía servir para financiar la investigación sino la
socialización de los resultados. Allí ya imaginamos algunos de los
problemas de la socialización del estudio. Empezamos a imaginar que
había que tener mucha interlocución con otros actores desde el
principio y no sólo en el momento de socializar. Habíamos visto el
28
caso de Ecuador que, con otro formato, había tenido también un
gran proceso de interlocución. De hecho, tuve una conversación
telefónica con una de las investigadoras de CIESPAL en 2010, que
estaba llevando a cabo el informe que, en ese momento, estaba muy
avanzado. En el documento que se envía a París solicitando la
financiación para la socialización aparece la figura del consejo
consultivo.
Después fuimos a hablar con un posible financiador que era la
Agencia Nacional de Investigación e Innovación (ANII). Tuvimos un
primer encuentro ya que teníamos financiación para la socialización
pero no para la realización del proyecto en sí. La ANII nos dijo que
no tenía un programa específico pero que tenían una ventanilla
abierta para otros proyectos que eran interesantes y que lo más
interesante es que estuvieran todas las universidades involucradas.
Para la ANII tenía un valor especial por esa característica. En este
país el 80% de la investigación la hace la universidad pública [UdelaR]
porque la UdelaR es muy grande, las otras son mucho más chicas, y
todo el sistema de investigación es reducido y la ANII lo quiere
agrandar. De hecho, lo agrandó. En materia financiera, desde que la
ANII está hay casi el doble de recursos y esa mitad la tiene la ANII y
no la universidad. Este proceso es muy reciente. Cuando diseñamos
el proyecto apareció fuertemente esta estructura de tres patas: el
equipo de investigación, el equipo de coordinación y el consejo
consultivo.
¿Cuál es el papel del consejo consultivo en esta estructura
triangular?
Esta estructura tiene sus dificultades. El consejo consultivo estuvo
claro desde el principio. Al tener distancia con todos los actores
buscábamos que, a su vez, pudiésemos tener diálogo con los mismos.
De lo contrario se corría, y se corre, el riesgo de que sucedan dos
cosas. O los actores no lo ven legitimidad alguna, criticándolo una vez
que se presenten los resultados. En este caso, es muy distinto si van
conociendo resultados poco a poco y van legitimando relativamente
parciales. Y el otro posible escenario es que se guarde en un cajón y
nadie le “dé ninguna bola”. ¡Hay tanta investigación que no ha
servido para nada! El consejo no resuelve necesariamente este
29
problema pero puede ayudar a solucionarlo. Hay una tercera función
que es más obvia que es que el diálogo con esos actores es útil desde
el plano estrictamente técnico. Son gente que está en el asunto, sabe
y, aunque no sean técnicos, conocen la temática, por lo que tendrán
posiciones políticas y técnicas que pueden ser interesantes. Sin
embargo, nos reservamos el derecho de atender o no sus opiniones,
puesto que el consejo es consultivo.
¿Cómo está funcionando y cómo se espera que funcione el
consejo consultivo?
La primera reunión fue buena, pero estamos atrasados ahora en la
realización de la segunda y eso me preocupa. Esto se debe
principalmente al nuestro atraso en el trabajo de investigación. La
expectativa es poder mantener el buen nivel de la primera, pero la
falta de continuidad puede afectar eso.
¿Cuál es su opinión sobre la utilización de los índices
mediáticos para realizar series históricas y estudios
comparados?
Si bien es cierto que UNESCO en su documento se niega a esa
posibilidad, yo albergo la esperanza de que sí. Para nosotros es
interesante en el caso de Uruguay y eso le planteamos también a la
ANII, con el expreso respaldo del representante de UNESCO. Era
importante tener este instrumento en un momento en el que el país
está procesando cambios en esta materia. Es importante contar con
una línea de base para después poder comparar. Sobre todo, porque
cuando finalmente logramos convencer a la ANII se venía la ley [del
audiovisual], se venía la televisión digital… todo parecía que se venía
y, con más razón, parecía importante que se produjese un estudio en
ese momento.
¿Puede afectar al proyecto el hecho de que se produzca un
cambio legislativo en materia de comunicación durante la
aplicación de los IDM en Uruguay?
Sí. Ese fue un problema que encontramos desde el comienzo y creo
que, aún con sus inconvenientes, la versión del informe en que
estamos trabajando ahora empieza a resolverlo de modo adecuado.
30
Va por el buen camino en el sentido de decir, por ejemplo, que la
participación de la sociedad en algunas decisiones está asegurada para
el sector comunitario por ley, mientras que para medios públicos y
privados se regula mediante decreto. En el proyecto de ley, en
cambio, eso estaría asegurado. Por tanto, el equipo de investigación
ha optado por introducir en el informe un párrafo inicial o final en el
indicador en el que se dice, por ejemplo, “hoy no pero mañana sí”,
mediante la ley con estas características. No dice nada que no sea
cierto y deja adelantada una cuestión puesto que el proyecto es
conocido desde mayo 2013.
Entonces, ¿se están introduciendo los cambios legislativos en
las últimas versiones del informe?
Sí, en las categorías 1 y 2 que estamos corrigiendo precisamente en
este momento incorporamos el tema. No es fácil de hacer pero me
parece que esa solución de un párrafo aludiendo a que la ley traerá
cambios de algún tipo en este sentido es fundamental. De hecho, el
cambio legislativo incorpora en muchos casos cuestiones que ya se
estaban haciendo reguladas por decreto o por decisiones políticas.
¿Cuándo cree que se comenzarán a difundir los resultados?
No va a haber productos publicables hasta fin de este año o
comienzos del que viene. La socialización se va a producir en el
marco del nuevo gobierno sin duda. Eso para mí estaba muy claro.
En principio, nosotros hubiésemos querido arrancar dos años antes,
con un escenario muy diferente. Por ejemplo, en ese momento no
había un proyecto de ley por lo que era mucho más difícil saber cómo
iba a regular algunas cuestiones. Podríamos imaginar algunas cosas
por lo acordado en el Comité Consultivo para la Ley, que funcionó en
20105, pero en realidad la ley no tenía texto concreto hasta mayo de
2013.
5
Véase Informe final del Comité Técnico Consultivo (2011), en “Aportes para
la elaboración de una Ley de Servicios de Comunicación Audiovisual”.
Montevideo: MIEM-DINATEL.
31
¿Cómo se ha producido la incorporación de los indicadores de
género para medios de comunicación en la aplicación de los
IDM en Uruguay?
A comienzos de este año, el representante de UNESCO [Guilherme
Canela] nos planteó la posibilidad de incorporar los Indicadores de
género a nuestro estudio, con recursos específicos que habría para
eso. Lo vimos en el equipo de coordinación y con los investigadores y
finalmente se decidió incorporarlos. Corríamos con la ventaja que el
costo de agregar este aspecto al estudio ya en marcha era menor que
hacer sólo el estudio específico de género. Además, le daría a nuestro
informe una potencialidad mayor. Casualmente en la única reunión
del consejo consultivo en 2013 ese fue uno de los planteos que
recibimos, formulado por Lilian Celiberti, de Cotidiano Mujer y de la
Coalición por una Comunicación Democrática6.
Muchas gracias.
6
El libro Políticas públicas de comunicación y género en América Latina: Un camino por
recorrer (CHAHER 2014) reúne el trabajo que distintas organizaciones de la
sociedad civil de México, Argentina, Uruguay, Brasil, Colombia, Venezuela,
venían realizando sobre las diferentes formas que adopta la discriminación por
razones de género en los medios de comunicación, con foco en la regulación,
las políticas públicas y el rol que debía tener el Estado como garante del
derecho a la comunicación de las mujeres y de colectivos discriminados por
razones de género. Sus autoras son Sandra Chaer de Argentina, Raquel Moreno
de Brasil, Juliana Martínez de Colombia, Aimeé Vega de México, Lilián
Celiberti de Uruguay y Luisa Kislinger de Venezuela.
32
Conversación con Paolo Mancini
Paolo Mancini, profesor de la Università di Perugia
10/09/13 Facoltà di Scienze Politiche Università degli Studi di
Torino (Turín, Italia)
13/09/13 Università di Firenze durante el Congreso Anual de la
Società Italiana di Scienza Politica (SISP) (Florencia, Italia).
A
COSA servono gli indicatori mediatici?
In termini generici per alcune cose sono importanti ma,
soprattutto nel campo dei media, non funzionano perchè
tendono a astrarre l‟oggetto media dal contesto in cui si sviluppano e
questo non è possibile.
Secondo lei, qual è il principale problema degli indicatori di
sviluppo mediatico?
Secondo me non servono per realizzare studi comparati. Sicuramente
sono troppo generici e probabilmente un‟applicazione qualitativa di
questi indicatori non ha senso. Per esempio, quando io ho risposto al
questionario dell‟Università di Essex7, le domande erano formulate di
7
Las auditorías democráticas realizadas por esta organización, y según fueron
concebidas por el Human Rigths Center de la Universidad de Essex, pretenden
evaluar la calidad de la democracia de un país atendiendo a dos principios
básicos: la igualdad política y el control popular, entendido éste como el
derecho de los ciudadanos de influir en las decisiones públicas y en el proceso
político. La evaluación la realizan expertos, fundamentalmente académicos,
puntuando en una escala de 1 a 10 el grado de cumplimiento de diversos
33
maniera tale che non si applicavano allo scenario italiano. Non era
possibile applicarle al caso italiano, perchè il caso italiano, come tra
l‟altro il caso spagnolo, aveva una struttura diversa che non
consentiva l‟applicazione di quelle domande. Quindi, è la limitazione:
assumere che ci sono alcuni parametri che funzionano per tutti i Paesi
ma questo non è vero. Per cui, la risposta a questo questionario è
stata: “Questo non è possibile verificarlo in Italia”. È già difficile
formulare gli indicatori.
Seguendo il suo lavoro, il problema dell’standarizzazione degli
indicatori può essere corretto in scenari simili?
O compari scenari simili o, se non non è possibile perchè la struttura
del sistema è diversa. Nel caso di questo questionario di cui ti parlavo
prima, proprio quelle domande non si potevano applicare al caso
italiano.
Quindi si potrebbero costruire degli strumenti per realizzare
studi comparati e serie storiche, anche in scenari simili?
In tanto io però direi indicatori in relazione a che cosa? Perchè una
cosa è parlare di indicatori rispetto alla politica, all‟economia... Io sugli
indicatori ho sempre un po‟ di resistenza perchè, per esempio,
studiare il pluralismo del sistema mediatico ma non studiare il sistema
politico e la struttura del sistema politico è un limite. Perchè il
pluralismo non è una cosa astratta e dipende da, per esempio, la forza
quanto i partiti politici hanno radici nella società, che storia hanno...
Per esempio, noi ci stiamo accorgendo che studiare il pluralismo
politico nei Paesi dell‟Europa centro-orientale ha poco senso e
confrontarlo con il pluralismo occidentale. Perchè? Perchè c‟è un
sistema politico molto volatile. Un partito viene aperto oggi, dopo
dieci giorni scompare, dopo se ne innaugura uno novo... Allora come
fai a misurare il pluralismo se c‟è un sistema che non è stabile. Questo
indicadores que miden diferentes componentes del marco democrático. Los
indicadores, en total 57, se agrupan en cinco esferas diferenciadas: a)
ciudadanía, leyes y derechos; b) representación política y elecciones; c)
gobernabilidad y rendición de cuentas; d) sociedad civil y participación, y e)
política exterior
34
mi sembra una cosa importante: anche l‟idea di pluralismo deve essere
misurata nel contesto sociale nel quale avviene la misura.
Si potrebbe comparare con altri sistemi politici oppure
mediatici, tornando al nostro tema, che abbiano le stesse
caratteristiche?
Certo. Allora, devi trovare in questo caso sistemi politici che abbiano
le stesse caratteristiche e poi misurare il pluralismo. E poi non è detto
che non puoi misurare il pluralismo in sistemi politici diversi però
devi tener conto di questa diversità. Quindi, partire soltanto da
indicatori che riguardano il sistema dei media ma estrarli dal contesto
sociale, economico, politico, al limite anche religioso... per esempio,
tu mi stavi citando il pluralismo. Il pluralismo in genere ci riferiamo a
pluralismo delle fonti, politico, ma in Paesi in cui più che la politica
conta la religione? Allora non puoi utilizzare le stesse categorie per
analizzare i Paesi che hanno storia, evoluzione, contesti
completamente diversi.
All’interno di questa reflessione sull’importanza degli indicatori
per realizzare studi comparati e serie storiche ci sono anche
strumenti che non mirano a realizzare questi due tipi di studi. È
il caso, per esempio, degli indicatori mediatici di UNESCO
(2008), che opinione ha in merito?
Ma probabilmente loro non vogliano comparare dei sistemi, prima di
tutto perchè c‟è il rischio di dire che c‟è un sistema meglio dell‟altro.
Se usi degli indicatori poi alla fine sei portata a fare delle graduatorie,
delle clasifiche e allora UNESCO, da questo un po‟ si deve difendere,
perchè questo significa dire a un Paese che è migliore, ha uno
sviluppo migliore dell‟altro, ecc. Questo è sempre rischioso. E in
secondo luogo forse perchè si rendono conto che applicare gli
indicatori a contesti sociali, economici, politichi diversi può essere
rischioso. E allora non lo vogliono fare. Dicono di fare degli
indicatori per studiare una realtà anche se le specificità di queste
caratteristiche, ma anche di qualche struttura di qualche oggetto che
vai a studiare, le capisci meglio se li confronti con qualcos‟altro.
Perchè altrimenti quelle specificità ti sfugiono. L‟altra cosa che forse
devi tenere in conto per questo proposito è la famosa distinzione tra
35
“casi simile” e “casi differenti”... Quando fai analisi comparative hai
due scelte: una di lavorare su “most similar cases”, casi più simili; e “most
different cases”. Allora, o analizi casi simili, quelli che hanno più
similitudini o analizi casi più differenti e sono due strategie di
contronto diverse. Questa è una distinzione importante che è da
tenere presente.
Il founding ha una relazione diretta
dell’applicazione degli indicatori mediatici?
con
i
risultati
Non nei resultati ma nei metodi. Non so se hai visto los studio sul
pluralismo fatto dalla Commissione Europea che ha pubblicato
l‟Università di Leuven8. Il rapporto è uno studio molto grosso e l‟idea
che, per esempio, l‟Unione Europea gli ha esplicitamente chiesto alla
fine di produrre degli indicatori molto specifici per arrivare a dire se
c‟è pluralismo o no. Allora loro hanno utilizzato quello che loro
chiamano “sistema di semafori”. A seconda dei diversi indicatori
hanno meso un semaforo verde o un semaforo rosso. Un semaforo
verde significa buono. Un semaforo rosso significa cativo. Questo
nasceva propio dalle esigenze poste dal finanziatore, la Commissione
Europea che voleva studiare il pluralismo nei media nei Paesi europei.
Loro hanno una richezza enorme di indicatori ma secondo me non ha
senso proprio perchè poi rischia di astrarre questo del contesto
specifico.
Si potrebbe dire quindi che il finanziamento influisce sulla
propia natura degli indicatori?
Certo. Perchè poi alla fine gli hanno chiesto “dacci degli indici
specifichi per dopo poter dire lì c‟è pluralismo, lì non c‟è pluralismo”.
Ecco il semaforo verde e rosso. L‟influenza del finanziatore ha
imposto che non ci fossero soltanto universitari a fare questo
8
ICRI, JIBS, CEU. Ernst & Young [et al.] Indicators for Media Pluralism in the
Member States – Towards a Risk-Based Approach (Final Report and Annexes: User
Guide, MPM, Country Reports). [Indicadores para el pluralismo en los medios a los
estados miembros – hacia un enfoque basado en el riesgo (informe final y
anexos: guía del usuario, MPM e informes del país)] Bruselas: Comisión
Europea, julio de 2009. Para más información:
http://ec.europa.eu/information_society/media_taskforce/pluralism/study/in
dex_en.htm.
36
rapporto ma ci fosse anche un‟azienda di consulenza organizzativa. In
modo che l‟azienda spingesse ancora di più verso l‟empirismo, verso
la fattualità e non verso l‟astrazione teorica come probabilmente il
ricercatore universitario è portato a fare.
Perchè si preferisce il professionista agli accademici per la
realizzazione di questi indicatori?
Perchè il professionista si suppone che abbia degli indicatori più
pragmatici, più empirici di quanto il ricercatore universitario possa
avere. Allora questo rapporto è stato profondamente influenziato
dalle esigenze proposte dal committente che nel caso a spiegare è la
Commissione Europea, quindi non era un bando competitivo come la
Commissione Europea fa normalmente per raggiungere la
costruzione degli indicatori ha forzato i ricercatori a coinvolgere dei
professionisti. In particolare, una società di consulenza organizzativa
del lavoro.
E come influisce nello specifico?
Non influisce sull‟independenza dello studio ma sì sulla tipologia del
lavoro. Loro volevano semplificare per arrivare ad avere degli
strumenti di misurazione quantitativa. Questo è tipico dal lavoro della
Commissione Europea. Lo stesso noi. Noi stiamo facendo un lavoro
sulla corruzione ed è un grande progetto europeo che coinvolge 19
istituzioni e loro insistono ad avere indicatori quantitativi in modo da
poter misurare per esempio il grado di corruzione che esiste in un
Paese. Cosa che fanno tante altre istituzioni ma la stessa
Commissione Europea vuole arrivare a misurare quanta è la
corruzione in un determinado contesto.
Come si può misurare quantitativamente un fenomeno, come la
corruzione ma anche come il pluralismo, prevalentemente
qualitativo?
Questo glielo dovresti chiedere a loro ma questa è la direzione nella
quale stanno spingendo. Quindi il comitente certo che è importante.
Ci sono tantissimi dimensioni che non sono quantificabili e forse
sono le più importanti. Se prendi il livello di professionalità ci sono
come indicatori le organizzazioni professionali e quanti giornalisti
37
appartengono a queste organizzazioni. In Italia, come tu sai, tutti i
giornalisti fanno parte di un‟organizzazione professionale. Questo
significa professionalizzazione? Essatamente il contrario. Perchè pur
dovendo essere forzatamente membro di un‟organizzazione
professionale questo non ti assicura un‟alto livello di professionalità.
Anzi, il contrario.
Per concludere l’intervista in profondità vorrei chiederLe
l’importanza degli indicatori nella costruzione delle politiche
pubbliche.
Non penso che ci possa mai essere un‟influenza diretta. C‟è indiretta
nel senso che poi, da questi dati, per passaggi successivi si
costruiscono delle politiche. Quindi, una certa influenza alla fine
arrivano ad averla ma perchè mettono in moto un processo che è
lungo e che ha diversi step. Non è che fai un rapporto e poi
inmediatamente hanno delle conseguenze, ma sono utilizzate, nel
tempo e lungo un processo che è complesso, per i gruppi di pressione
ma anche per l‟assunzione di determinate politiche. Serve per
tematizzare, per mettere un problema nell‟agenda decisionale ma
quando e come interveniamo è un‟altra questione. E questo è
importante.
La ringrazio tanto.
38
Conversación con
César Ricardo Siqueira Bolaño
César Ricardo Siqueira Bolaño, profesor de la Universidade Federal
de Sergipe, Brasil, 10/06/14
L
mayor parte de los índices permiten realizar estudios
comparados y series históricas, tal es el caso de los
propuestos por Reporteros Sin Fronteras, IREX o Freedom
House. Sin embargo, UNESCO ha promovido los Indicadores
de desarrollo mediático que no buscan dicha finalidad. ¿Cree
que eso perjudica a instrumentos de medición de este tipo?
A
No conozco con profundidad el proyecto de UNESCO ya que, como
sabe, no es mi objeto de estudio. Sin embargo, si tiene ese problema,
es un problema importante, aunque no necesariamente invalide los
datos.
Entrevistando a algunos expertos internacionales, reconocían
que si no existían datos sobre un determinado escenario
mediático, la aplicación de los IDM era positiva.
Efectivamente, el problema es que si no hay posibilidad de
comparación histórica es un problema grave que debería plantearse.
Yo creo que el problema es que se han hecho intentos en diferentes
países pero falta una unificación de este proceso definiendo un
método que pueda permitir la comparación internacional y también
análisis históricos.
39
¿Cuál es su relación con la labor sobre indicadores? ¿En qué
está trabajando en la actualidad?
Yo he acompañado lo que ha hecho el colectivo Intervozes9 en Brasil
y la relación con UNESCO. Aquí [Brasil] se optó por Intervozes al
tener un planteamiento propio sobre el tema para que lo desarrollase
según las posibilidades que se observaban en este país. Me imagino
que en otros países se haya hecho más o menos lo mismo. El
problema es cómo compatibilizar todo esto en un sistema que pueda
ser comparable y de largo plazo. Tal vez esto todavía no esté en el
planteamiento pero debería introducirse en la agenda de UNESCO.
Desde el punto de vista de la Economía Política de la
Comunicación (EPC), ¿cuál debería ser el papel de los
indicadores mediáticos en las políticas públicas en materia de
comunicación?
Desde el punto de vista de la EPC es siempre interesante tener
indicadores que puedan ser fuente de información comparada entre
distintos escenarios. Tener un retrato ya es un avance pero si no hay
modo de realizar comparaciones internacionales, ver cómo se mueve
la cosa en el tiempo, etc. sería un indicador relativamente limitado
aunque puede suponer un punto de partida para que sea mejorado en
el tiempo. Creo que lo que se ha hecho, por ejemplo en UNESCO, de
realizar una crítica y proponer una alternativa más homogénea va en
ese sentido, de mejorar su aplicabilidad con el tiempo.
¿Desde qué tipo de entidades deberían promoverse los índices
mediáticos? Antes nombrábamos organizaciones internacionales como UNESCO, donde los estados miembros
poseen un papel fundamental pero también hay otras entidades,
que se financian de manera privada.
Es importante apoyar el desarrollo de los indicadores por UNESCO
y que se mejore en un segundo paso. De hecho, si en ese segundo
9
Para leer sobre los Indicadores do direito de comunicação (2010), del Colectivo
Intervozes consultar: http://pfdc.pgr.mpf.mp.br/atuacao-e-conteudos-deapoio/publicacoes/comunicacao/contribuicao_construcao_indicadores_comu
nicacao_intervozes
40
momento se llega a un cierto grado de comparación ya podríamos
hablar de avances importantes.
¿Prefiere la realización de indicadores específicos, como la
pobreza o el género, a la creación de índices generales que
engloben todos los aspectos del entorno mediático?
Creo que sería necesario introducir el tema de la pobreza y la
distribución desigual de la renta dentro de los indicadores porque no
siempre la libertad para una persona es libertad para todos. La
cuestión de género también es interesante. Por tanto, estoy de
acuerdo en tener este tipo de indicadores trasversales.
Otra de las cuestiones controvertidas relacionadas con el
contenido de los indicadores tiene que ver con las TIC.
Numerosos índices analizan la proliferación de las nuevas
tecnologías de la información y la comunicación en amplios
sectores de la sociedad como un factor positivo, sin tener en
cuenta ni la alfabetización mediática de la ciudadanía ni la
parte de la población que queda aislada de estos avances
tecnológicos por razón de renta. ¿Qué opinión le merece esta
cuestión?
Lo importante es saber qué pasa con la mayor parte de la ciudadanía,
no solo con aquellos que tienen la libertad de opinar en determinados
foros. De ahí que el tema étnico también sea un aspecto a tener en
cuenta en la definición de los indicadores.
¿Cree que es necesario homogeneizar o consensuar las
definiciones sobre conceptos tan centrales para los indicadores
como la libertad de expresión?
Efectivamente, está muy claro que hay dos perspectivas que están
relacionadas con tipos de intereses distintos. Incluso hay que tener en
cuenta que entidades como Freedom House, tienen mucha más
facilidad para conseguir un indicador homogéneo que UNESCO,
donde existe un proceso interno democrático para la construcción de
los indicadores.
41
Desde la salida de EE.UU., la financiación de los programas de
UNESCO se ha visto debilitada. ¿Este es motivo suficiente para
replantearse el papel de una organización internacional de las
características de UNESCO en la definición y aplicación de los
IDM?
Si el problema es de financiación no sé quién podría cubrir la
aportación que ya no llega desde Estados Unidos.
¿Cuál es su opinión sobre el papel de los observatorios de
comunicación? ¿Estas entidades pueden suplir las carencias de
otro tipo de iniciativas y realizar aplicaciones independientes?
Me parece bien pero el principal problema, nuevamente, es el tema de
la financiación. Creo que los estados democráticos deben tener un
papel importante apoyando este tipo de iniciativas.
Sin embargo, ¿piensa que algunos países democráticos, que
financian las propuestas de entidades internacionales, adolecen
en muchos momentos de una política de transparencia en sus
acciones?
Todo está relacionado con la estructura más alta del poder. En este
sentido, el que controla la comunicación tiene poder y quien tiene
poder no lo quiere perder. Por ello, siempre tendrán una posición
complicada en relación a la transparencia.
¿Cree que los agentes de la sociedad civil podrían consolidarse
como agentes de incidencia y control de estas mediciones del
sistema mediático?
Sí, sobre todo organizaciones no gubernamentales
universidades tienen un papel muy importante en ese sentido.
como
Por último, alguno de los expertos aluden a que los indicadores
mediáticos estaban siendo utilizados en algunos casos como
elementos de proyección pública. ¿Estás de acuerdo con esta
afirmación?
No, no estoy de acuerdo. Hay mucha gente competente involucrada
en el proceso como los compañeros de Intervozes, por ejemplo. Creo
que el problema está en que esos procesos en UNESCO son muy
42
lentos y no se puede saber exactamente cómo se desarrollarán. En
cuanto a lo que preguntabas, tiene que ver con que hay intereses muy
importantes en el tema de la comunicación que seguramente no van a
facilitar que estos procesos concluyan de manera satisfactoria.
Muchas gracias.
43
Conversación con Diego Giannone
Diego Giannone, profesor de la Universita' degli Studi di Napoli
Federico II
13/09/13 Università di Firenze durante el Congreso Anual de la
Società Italiana di Scienza Politica (SISP) (Florencia, Italia).
è la sua conoscenza sugli
Qmediatico
dell’UNESCO (2008)?
UAL
indicatori di sviluppo
Di UNESCO conosco poco. Ho letto qualcosa perché ho analizzato
le cose che faceva la Freedom House o che ha fatto Reporter Senza
Frontiere quindi su quei temi là sono più attento. Invece, quelli
dell‟UNESCO, di Trasparency International e di IREX, li ho visti ma
più che altro per capire come funzionano e se lavoravano in maniera
diversa rispetto a FH o RSF. Anche se alla fine dovrebbero essere
quelli più affidabili, forse per la natura delle istituzioni, invece non è
così.
Nel caso di UNESCO, questa entità dovrebbe definire e
applicare questi indicatori [ISM] affidabili, ma nell’introduzione del rapporto l’entità già avverte che questi indicatori
non servono per realizzare studi comparati nè serie storiche.
Allora, a cosa servono?
Allora, il principale vantaggio di tutti i grandi indicatori è quello di
fare studi comparati. E allora a cosa servirebbero questi macroindicatori?
45
Effettivamente, se parli con gli esperti che ne fanno
l’applicazione molti rispondono che servono per avere una
fotografia fissa della realtà mediatica. Per esempio, quelli del
Brasile affermano che, dal momento che loro non avevano
nessun monitoraggio previo di queste caratteristiche, tutto
quello che l’UNESCO offre è positivo.
In effetti. Rispetto al nulla tutto può essere una cosa positiva.
Inoltre, vorrei sapere il suo parere rispetto agli indicatori che lei
ha analizzato. Sia gli indici di FH che quelli di RSF, sono
generici oppure specifici?
Sono generici.
E quindi quali sono le principali caratteristiche di suddetti
indicatori?
Nel caso di Freedom House, loro hanno cambiato la metodologia ma
continuano a pubblicare un ranking dei Paesi. Questo lo fanno sia per
la libertà di informazione che per l‟altro strumento analizzato che loro
chiamano “livelli di libertà” che alla fine viene utilizzato per misurare
la democrazia nel mondo, come se fosse la stessa cosa.
Mi può dare qualche informazione in più sugli indicatori della
Freedom House?
Nel caso della Freedom House lo strumento è nato in maniera molto
naif nel senso che c‟è stato un‟autore che negli anni 70 si è messo con
le poche risorse che aveva a disposizione e ha creato prima lo
strumento di misurazione della libertà nel mondo e poi negli anni 80
ha creato questo strumento di misurazione della libertà di stampa nel
mondo. Quindi è nato in quel modo e poi lo strumento ha avuto
forse più successo che quello che l‟autore si immaginava e alla fine è
diventato il vero e proprio metodo di misurazione. Cioè, a livello
internazionale sia per quanto riguarda la democrazia sia per quanto
riguarda la libertà di informazione quasi tutti fanno riferimento a
quello strumento.
46
E perchè?
Primo perchè non c‟è altro. Secondo perchè ti offre una serie di dati
storici che vanno dalla metà degli anni 70 inizi anni 80 ad oggi. Terzo
perchè te li offrono gratuitamente e te li rendono disponibili online.
Quarto perchè hanno un budget economico piuttosto importante e
quindi riescono pure a farsi pubblicità in qualche modo.
Parlando del finanziamento, secondo Lei influisce sui risultati e
sull’applicazione degli indicatori?
Sono abbastanza scettico sull‟idea di creare uno strumento che possa
a livello universale misurare la libertà di informazione e misurare i
livelli di trasparenza dei media, perchè i contesti socio-culturali e
politici sono determinanti. Quindi quando uno va a applicare lo
strumentoin contesti diversi, i risultati possono non essere omogenei
né comparabili. Questo è dal punto di vista più generale. Ma poi,
nello specifico, chi crea questi strumenti? Chi c‟è alla base? Freedom
House nasce in maniera piuttosto naif però oggi questo strumento lo
utilizza per esempio il Governo americano. C‟è un programma che è
partito con la Amministrazione Bush che si chiama Millenium
Challenge Account e questo programma, se tu vai a vedere sul sito
internet www.mcc.com, mi pare che sia, praticamente finanzia i Paesi
in via di sviluppo sulla base del loro grado di rispetto di alcuni criteri.
Tra gli indicatori che utilizzano per misurare i Paesi in via di sviluppo
ci sono quelli di FH, quelli dell‟UNESCO, di Trasparency
International, Heritage Foundation. Questi indicatori, benché
apparentemente scientifici, vanno a incidere sulla politica, perchè se
un Paese non ottiene un buon punteggio in classifica perché la FH lo
considera non democratico, allora il Governo americano lo classifica
come non eligibile per il finanziamento. La stessa cosa succede con la
Banca Mondiale. La Banca Mondiale quando va a fare le sue
graduatorie di good governance tra gli indicatori che utilizza ci sono quelli
della FH . La stessa cosa ha fatto l‟ONU. La UNPD, un‟agenzia
dell‟ONU, ha costruito un manuale di good governance che fa ancora una
volta riferimento, tra i tanti indicatori a quello di Freedom House.
Quindi l‟impatto a livello politico, di relazione diplomatiche c‟è. Il
problema di fondo, secondo me, è che il sistema di valutazione che si
sta riproducendo enfatizza alcuni valori e criteri (della democrazia,
47
della libertà di informazione) e ne trascura altri, facendo però passare
il tutto sotto una parvenza di scientificità e oggettività data dagli
indicatori.
In relazione alla sua risposta c’è quello che hai detto nella fase
anteriore della ricerca, riferita all’esistenza di interesi economici
che condizionano questi indicatori. Sono questi interessi i più
importanti?
Secondo me contano i fattori economici e quelli politici, entrambi.
Dalla mia prospettiva che considero neo-Gramsciana,
questi
strumenti sono dei metodi di conoscenza della realtà che però non
sono neutri. Non dico che ci sia una volontà politica di cercare di
definire qualcosa in un determinato modo però c‟è qualcosa più a
monte. Lo strumento quando nasce, nasce in un contesto storico,
culturale, economico... che, in qualche modo, ne condiziona la stessa
strutturazione. Quando noi siamo in un laboratorio, ci scegliamo gli
indicatori dalle science fisiche, dalla chimica, sappiamo che se
mettiamo due ingredienti può succedere una determinata cosa. Nelle
scienze sociali, almeno per i concetti delle scienze sociali più
“contestati”, come democrazia, diritti umani, libertà di informazione,
trasparenza..., la loro definizione le misurazione risente del clima
politico-ideologico dominante.
Un altro aspetto interessante è capire perché gran parte di suddetti
strumenti nasce nel decennio 1975-1985: Fourcade e Healy scrivono
in un saggio molto bello del 2007 che in quegli anni c‟è stato un vero
e proprio “boom della misurazione”, un proliferare di strumenti di
misurazione e monitoraggio degli individui, degli Stati, delle
corporations.
Perchè avviene questo boom?
Uno dei motivi, ovviamente, è la rivoluzione informatica che rende
più semplice reperire i dati, memorizzarli, catalogarli, etc. Ma
l‟impatto profondo che secondo me ha prodotto quella diffusione di
strumenti è che c‟è stato negli anni 70 e 80 un passaggio
paradigmatico da un modello di democrazia di Welfare a un modello
che io definisco neoliberista. Il neoliberismo, come ideologia e come
insieme di politiche, tende a ridurre tutti gli aspetti della vita umana a
48
una valutazione in termini economici dei costi-benefici di una azione.
Esso si basa tutto sul calcolo, sulla standardizzazione, sulla
razionalizzazione e quindi sulla logica del mercato che si deve
applicare non soltanto agli scambi ecconomici ma in qualche modo, a
tutta la vita umana. Così, gli Stati stessi vengono valutati e classificati
in base a quanto rispettano quella logica, quanto sono capaci di essere
economicamente efficienti, di creare profitto, di non indebitarsi, di
essere “market-friendly”: in quegli anni cambia il metro di giudizio
per valutare la bontà dell‟azione dello stato. Lo Stato è valutato
positivamente non quando eroga servizi sociali e garantisce una serie
di diritti sociali, ma quando rispetta altri tipi di parametri. Anzi se si
ostina a garantire prestazioni di welfare viene valutato come
“sprecone”, inefficiente, dai mercati finanziari che devono acquistare i
suoi titoli di Stato, dalle agenzie di valutazione del credito, ecc. È
chiaro che in quel contesto di trasformazione dello Stato il
neoliberismo ha bisogno di nuovi strumenti di misurazione della
realtà e questi non nascono per caso. Oppure se nascono in un certo
modo man mano che passa il tempo gli indicatori cambiano,
diventano neoliberali, senza una valida motivazione metodologica del
cambiamento. Questo è quello che è succeso con gli indicatori della
Freedom House sulla libertà. A un certo punto, a metà degli anni
novanta, gli indicatori sull‟ugualianza socio-economica sono stati
cancellati. Non certo senza ripercussioni o senza effetti perchè se tu
fino all‟anno prima misuravi qualcosa in qui c‟era anche il rispetto
dell‟ugualianza socio-economica tra gli individui, questo qualcosa non
può sparire senza generare ripercussioni sul piano metodologico e
politico.
Anche perchè è il contesto in cui risiedono i media...
È il contesto in cui le stesse possibilità democratiche si sviluppano. Se
le condizioni socio-economiche sono importanti, li devi considerare
come indicatori. Se invece non li consideri importanti, significa che
l‟ugualianza non è più un valore. Quindi stai mirando a misurare un
qualcosa che tu continui a chiamare democrazia, che tu continui a
chiamare libertà di informazione però gli strumenti, gli indicatori che
utilizzi, ci stanno portando a un concetto più specifico. Io sono
49
scettico quando qualcuno dice “io misuro la democrazia”. Tu misuri
la democrazia ma ci devi mettere un aggettivo vicino.
Cosa intende per un aggettivo vicino?
Se è liberale, sociale, ugualitaria, neoliberale... chiaramente, Freedom
House anche per motivi puramente commerciali non dirà mai che
misura una specifica concezione di democrazia odi libertà di
informazione. Loro vogliono essere quelli che a livello universale
danno le coordinate, le linee.
Ma ovviamente non sono persone messe a caso, hanno un
proprio background.
Questo è il secondo grande tema. Ci sono tre aspetti fondamentali
che io analizzerei di queste società. 1. Chi le finanzia. La FH, fino
all‟anno scorso, si definiva come una società indipendente non
governativa, una autodefinizione che solo da quest‟anno è cambiata.
Forse perché anche a loro è risultato evidente quel paradosso che ho
evidenziato nel mio articolo del 2010 sul fatto definirsi “non
governativi” mentre si viene finanziati per circa l‟80% del proprio
budget dal governo americano è alquanto bizzarro.
Questi dati sul finanziamento da dove l’ha ottenuti?
Questi dati li ho presi dal report annuale che loro pubblicavano sul
sito internet. L‟ultima pagina di questo report pubblicava i finanziatori
della Freedom House. L‟ultimo report che loro hanno reso
disponibile in maniera chiara è del 2007. In ordine di tempo c‟è anche
quello del 2010, ma se tu leggi il report del 2010 non troverai i dati
così chiari come nel 2007, dove specificavano ogni singola voce di
entrata Invece, in quello del 2010 dicevano semplicemente che il
Dipartimento di Stato americano che ci ha dato oltre 250.000 dollari e
che l‟Agenzia americana USAID ci ha dato oltre 250.000 dollari e
quindi restano i due maggiori finanziatori perchè gli altri hanno dato
tutti di meno rispetto a questi. Quindi fondamentalmente anche se i
fondi sono diminuiti nel corso degli ultimi anni, il principale
finanziatore resta ancora il Governo americano.
50
E cosa vuole dire?
Questo vuole dire tutto e niente perchè anche la nostra ricerca viene
finanziata dal Governo spagnolo, dal Governo Italiano. Ma se a ciò
aggiungiamo una analisi del comitato scientifico della FH scopriamo
altri indizi importanti. Il comitato infatti detta la linea teorica su cui lo
strumento si fonda. Ebbene, nonostante si definiscano una società
bipartisan la stragrande maggioranza dei membri del comitato
appartiene all‟ala neoconservatrice della destra americana. Non
soltanto intellettuale, perché negli anni passati c‟era Wolfowitz, c‟era
Rumsfield, c‟era l‟ex-direttore della CIA. Quindi ci sono una serie di
personaggi riconoscibili che hanno fatto parte dell‟amministrazione
Bush. Il finanziamento non ti dà una prova dato che loro ti possono
dare i soldi e tu puoi attuare indipendentemente la tua misurazione,
ma il comitato scientifico ti dà già una indicazione più precisa perché
e chiaro che se Huntington che ha fatto parte del comitato scientifico
fino al 2008 ha una certa idea di democrazia, di democratizzazione, è
chiaro che può influire sulla impostazione teorica dello strumento.
Dopo tutti questi elementi, cosa rappresentano per Lei gli
indicatori?
Gli indicatori rappresentano di per sè gli strumenti apparentemente
più scientifici e meno ideologicamente o politicamente determinati. È
come se fossero davvero il metro. Uno non mette in discussione il
metro perchè serve per misurare e nessuno va a guardare gli
indicatori. Allora, visto che la critica che è stata fatta quando io ho
presentato quell‟articolo alla SISP due anni prima che fosse
pubblicato su Democratization, diceva: “A noi gli indicatori ci servono,
le serie temporali ci servono”, si capisce qual è ilvantaggio
competitivo che la Freedom House è riuscita a garantirsi davanti a
tutti gli altri concorrenti. Ha una serie storica di dati che riguardano
tutti i Paesi del mondo, circa 197. Ma anche se i dati ci servono,
questa non può essere una giustificazione per non mettere in
discussione lo strumento. Io sono convinto che i dati servano però se
il dato che ci serve per fare le nostre comparazioni è distorto in
qualche modo, è fallace, è falsificato, i risultati lo saranno altrettanto.
E questo non lo dico solo io, ma lo hanno sostenuto anche tre illustri
studiosi come Sen, Stiglitz e Fitoussi nel Rapporto che il governo
51
francese gli aveva commissionato per uno studio su indicatori
alternativi al PIL. È su quello che dovremmo interrogarci.
Cosa ne pensa di altri strumenti come quello di RSF?
Io non sono metodologo, ma certamente esso ha molte più carenze
rispetto a quello di FH. La FH ne ha parecchie, relativamente alla
trasparenza per esempio, se si pensa che solo negli ultimi anni sono
state rese note le domande su cui poi vengono in qualche modo
condotte le analisi dagli esperti; lo stumento di Reportier Senza
Frontier lo ho analizzato di meno, però ho visto come è fatto, e mi
pare abbastanza approssimativo. Ad esempio, il fatto che loro inviino
questo strumento a esperti nazionali i quali dopo rispondono a queste
domande online e che , in molti casi, sono domande aperte... Dal
punto di vista metodologico mi lascia molto più perplesso. Un‟altra
cosa che secondo me è interessante è che quello strumento, per le
domande che contiene, che poi sono gli indicatori alla fine, è
interessato a un‟altra concezione di libertà di informazione.
In che senso gli indicatori di RSF hanno una concezione
differente di libertà di informazione rispetto a quelli della FH
secondo lei?
Le domande di quello strumento sono quasi tutte incentrate sui
giornalisti che ricevono minaccie fisiche per il loro operato, sui casi di
censura, sul numero di giornalisti uccisi o torturati... diciamo che sono
a un livello diverso. Quello strumento potrebbe servire a discriminare
Paesi in cui la stampa non è libera da Paesi in cui la stampa non dico
che sia libera ma per lo meno è parzialmente libera.
Ci sono quindi differenze tra la libertà di informazione e la
libertà di stampa?
Questa è un‟altra pecca degli strumenti. Per esempio la Freedom
House si sta aprendo alle nuove tecnologie soltanto negli ultimi anni.
Tutta la questione dei blogger, del giornalismo online, della qualità
delle informazioni, resta ampiamente trascurata. La qualità
dell‟informazione prodotta va considerata nel misurare i livelli di
libertà di informazione? O va visto solamente quanti giornali ci sono
nel mondo?
52
Allora gli indicatori devono essere generici oppure parziali?
Gli indicatori si limitano a dire quanti giornali ci sono in un Paese
oppure sono interessati anche al pluralismo dei contenuti? O ancora,
la carta stampata, la televisione, internet sono sistemi separati o
integrati... Ormai quando vedi i telegiornali ti porta a un commento
su Twitter. Cioè il sistema è talmente integrato e complesso che
basarsi su quegli indicatori così semplici a cui alcuni esperti e analisti
devono dare delle risposte secondo me, non dico che sia totalmente
banale ma sicuramente semplifica troppo la cosa.
Bisogna essere consapevoli dell’utilizo di questi indicatori.
Appunto, al meno chi lavora nel settore li dovrebbe utilizzare in
maniera consapevole e esporre, prima di una ricerca, tutti i limiti dello
strumento a cui si è affidato. Dopo se questo strumento diventa
banalizzato o va in mano ai decisori politici che utilizzano le
classifiche per determinati scopi, o sui quotidiani che le diffondono in
maniera acritica il discorso diventa più pericoloso, perché dopo quella
graduatoria la leggono i cittadini, essa diventa “senso comune” e
quindi si determina un processo che si autoalimenta e che legittima
una specifica concezione di libertà di informazione. Ti racconto un
caso clamoroso che riguarda Il Manifesto, il giornale comunista per
eccellenza in Italia, che nell‟aprile 2010 ha fatto un numero
monografico sul problema della libertà di informazione. Questo
numero si apriva con l‟editoriale del direttore che diceva che il
problema principale dell‟informazione in Italia oggi era che
l‟informazione era diventata una merce. Giravi la pagina, doppio
paginone: mappa del mondo con i dati della Freedom House e
dicevano: “Come vedete l‟Italia risulta parzialmente libera, il
problema è Berlusconi, lo dice la Freedom House”. Allora, se il
giornale comunista per eccellenza aveva colto teoricamente il
problema, ci aveva detto che l‟informazione era una merce, e poi
aveva utilizzato uno strumento che se uno va a vedere, considera
l‟informazione come merce un indicatore positivo, emerge tutto il
paradosso di come vengano utilizzati in maniera acritica questi
indicatori. La Freedom House contempla che quanto più una
informazione sia prodotta, venduta e acquistata sul libero mercato
delle idee, tanto più c‟è informazione libera.
53
Quale ruolo pensa che svolgano gli indicatori nel cambio di
paradigma sociale?
Io penso che gli strumenti di misurazione sono sia il prodotto del
clima politico-ideologico, sia il veicolo attraverso cui quel paradigma
egemonico si rafforza e si legittima. Da una parte sono i nuovi metodi
di conoscenza. Una volta che si creano grazie alla loro pretesa di
essere scientifici, alimentano, diffondono a livello di senso comune
attraverso le graduatorie, attraverso gli indicatori, i valori e i principi
di quel paradigma e quindi lo rafforzano. La domanda retorica che vi
faccio è: adesso siamo in una fase di crisi del neoliberismo, si esce di
questa crisi ma come se ne esce? Se uno deve uscire dalla crisi deve
anzitutto analizzare e misurare le cause che l‟hanno determinata e
sulla base di queste proporre delle soluzioni. Se lo strumento di
misurazione per eccellenza della crisi è quanto gli stati spendono e
quanto sono indebitati, quindi si pregiudica a quelli che spendono di
più, se quello è il metro ancora oggi di misurazione, vuol dire che
dalla crisi si esce ancora con le lenti del paradigma egemonico, cioè,
quello neoliberista, che attribuisce la causa della crisi alle inefficienze e
agli sprechi del settore pubblico. Nessuno riesce oggi a imporre un
metro di misurazione diverso che dice che dalla crisi non si esce con
politiche di austerità, Che dalla crisi si esce, anzi, rilanciando la
domanda, rilaciando la spesa pubblica, rafforzando o investendo in
infrastrutture pubbliche, nella sanità, nella ricerca, nella scuola, ecc.
Questo tipo di risposta che corrisponde poi a un altro modello
teorico oggi non c‟è e non riesce ad arrivare ai decisori politici e a chi
poi porta avanti una serie di iniziative che sono poi quelle che
fondamentalmente incidono sulla vita dei cittadini. Quindi anche
guardando a quali strumenti sono i più utilizzati universalmente per
dire se dalla crisi, in qualche modo, si esce, possiamo tranquillamente
dire che più che una crisi sistemica del capitalismo neoliberista questa
è una crisi interna al modello che non ne pregiudica la fine, ma anzi
potrebbe addirittura rafforzarne e accelerarne la realizzazione di
alcuni principi.
54
Secondo lei, è una crisi del modello oppure all’interno del
modello?
La mia idea è che è semplicemente una crisi di restaurazione del
potere di classe. David Harvey, quando analizza il neoliberalismo
negli anni 70 dice che quello non è stato altro che una restaurazione
del potere di classe in un momento in cui le elite sociali ed
economiche mondiali si stavano accorgendo che, dopo gli anni 60, il
potere di classe era stato distribuito forse un po‟ troppo tra le classi
più svantaggiate. Il neoliberismo è stata l‟ideologia che ha sostenuto il
tentativo riuscito di restaurare il potere di classe e quindi di fare
tornare l‟elite politiche-economiche mondiale al posto in cui stavano
prima.
Lei è molto critico con la parola “efficacia” riferita agli
indicatori. Come mai?
Efficace rispetto a che cosa? Perchè l‟efficacia alla fine è raggiungere
gli obiettivi prefissati, è il rapporto tra gli obiettivi prefissati e gli
obiettivi raggiunti. Dal punto di vista della FH, i suoi indicatori hanno
successo, quindi sono efficacissimi.Ma dal punto di vista dello
studioso che intende fare uno studio rigoroso lo sono altrettanto? E
dal punto di vista di chi magari ha optato per politiche pubbliche
espansive, tese a garantire i diritti sociali, e che per questo viene
penalizzato dalla FH, lo sono altrettanto? Come vedi la questione
dell‟efficacia di un indicatore è alquanto complessa e sfaccettata.
Arrivati a questo punto, secondo lei gli indici sono uno
strumento di proiezione pubblica o, come diceva prima, sono
un trasmettitore del modello egemonico neoliberale.
Quando uno va a fare queste comparazioni macro a livello mondiale
non è senza importanza che il Paese sia di per sè democratico, non
democratico, ci sia una dittatura oppure un sistema totalitario. Questo
va a influire penso sulla libertà che uno ha di fare determinati tipi di
valutazioni. Leggevo un articolo su una rivista americana sulla libertà
di informazione in Birmania e sulle recenti aperture del regime
militare. Il tutto veniva analizzato attraverso gli occhi dei giornalisti
esuli. Cioè, con l‟occhio di chi è stato costretto a scappare dal regime!
Ora, quanto può essere obbiettivo sul livello di libertà di
55
informazione che c‟è in Birmania. È scappato. È stato costretto a
scappare quindi non potrà mai dire “stiamo migliorando, stiamo
migliorando”. Per lui quel regime è totalitario a prescindere dai
miglioramenti che uno può vedere. Il problema di fondo che l‟articolo
però pone è quello delle fonti. Chi può darci informazioni
“attendibili” sul regime a noi che da fuori vogliamo valutarlo? Il
sistema è talmente chiuso che le uniche informazioni disponibili
sono quelle che provengono dall‟esterno.
Qual è la finalità allora di fare gli indicatori mediatici?
La serie storica è uno dei suoi punti di forza [degli indicatori]. Se tu
voi sapere se la Tunisia, per esempio, è migliorata dal 1985 ad oggi lo
puoi sapere con i dati dalla Freedom House. Io sono convinto che la
comparazione sia centrale perchè, appunto, la Scienza Politica è
scienza della comparazione alla fine. Bisogna comparare, ma la
comparazione non può essere fatta su macro dati quantitativi che non
ti dicono nulla. Soprattutto su temi così complessi. Io posso
immaginare di fare una comparazione sui sistemi elettorali, sui sistemi
di governo perchè in qualche modo, anche da un punto di vista delle
definizioni, c‟è un maggiore accordo tra gli stessi studiosi su che cosa
significano, ma se già sulla definizione di libertà di informazione o
democrazia ci sono discordanze, non tra scuole diverse ma tra gli
studiosi della stessa scuola, allora tutto può diventare opinabile.
Quindi, comparare sì ma io partirei da quello che diceva Barrington
Moore quando ha scritto Le origini sociali della dittatura e della democrazia,
ciòe comparazione qualitativa, pochi casi. Se poi ne vogliamo fare di
più ci vuole un equipe di studiosi che lavorano a livello mondiale,
come alla Freedom House, ma che possono lavorare anche a livello
qualitativo. Non bisogna per forza definire un numero. Il problema di
fondo è la classifica, i ranking che è quello che vende. Loro [FH]
hanno fatto il salto di qualità quando si sono inventati la mappa con
tre colori diversi per i Paesi liberi, parzialmente liberi e non liberi. Se
vainella sede della Freedom House a Washington ad accoglierti
nell‟atrio d‟ingresso c‟è questa grande mappa del mondo. Hanno
capito che di quel prodotto che circolava all‟inizio tra pochi esperti
del settore si poteva fare una merce. Si poteva vendere sul mercato,
ottenere finanziamenti della politica, fare i briefing con esperti del
56
congresso e il senato americano, fare in modo che Bush andasse alla
sede della Freedom House a fare un discorso e a dire che loro sono
stati dei baluardi anche per la diffusione della libertà nel mondo che la
America porta avanti.
Allora lei sarebbe d’accordo
preminentemente qualitativa?
con
una
comparazione
Sì. La comparazione serve ma fondamentalmente di tipo qualititavo.
Per esempio, c‟è questa società svedese che si chiama International
Institute for Democracy and Electoral Assistance (International
IDEA) che però si occupa più che altro di democrazia. Ha provato a
fare un manuale chiamato Democracy Assessment che indica agli studiosi
come fare una comparazione qualitativa dei livelli di democrazia nei
vari Paesi. È una comparazione qualitativa, non devi per forza
arrivare alla graduatoria finale. Se davvero vi interessa sapere qual è il
livello di qualità di un Paese non bisogna dire l‟Italia è 1, la Spagna è 4
e gli Stati Uniti è 12. Non è questo l‟obbietivo finale che dovrebbe
interessare, almeno agli studiosi. Io posso capire che il numero può
affascinare i politici, i giornalisti, perchè hanno il fascino dell‟impatto
immediato: hanno la apparenza scientifica, sono incontestabili e ti
dicono chi vale di più e chi vale di meno. Come studiosi, invece,
dovremmo essere più interessati alla qualità del processo che ha
consentito di ricostruire il livello di libertà di informazione di un
Paese, il livello di democrazia. Poi possiamo fare tutti i
raggruppamenti che vogliamo.
Dove è il problema?
Il problema è che tanti studiosi vedono la ricerca qualitativa in una
maniera negativa. Se non arrivi a definire un certo numero di variabili,
a fare analisi statistiche più o meno complesse su casi, allora non è
vera ricerca. La ricerca qualitativa va fatta sul campo e può dare gli
stessi risultati. Magari bisogna affinare i metodi, capire meglio come
muoversi, avere un gruppo di ricerca... è anche più costosa rispetto a
basarsi sui dati numerici e a fare delle opperazioni statistiche. Penso
che alla fine l‟obbiettivo valga l‟investimento. Migliorare la
misurazione e quindi costruire un indicatore come è l‟obbiettivo della
tua tesi è un investimento. La misurazione è la chiave strategica
57
attraverso cui poi ci poniamo le domande cruciali su come
implementare alcune policies e come non implementarne altre. Se il
metro è falsato, tutto quello che viene dopo è falsato.
La ringrazio.
58
Conversación con Claudia Padovani
Claudia Padovani, profesora de la Università di Padova
26/09/13 Entrevista por videoconferencia. Skype
I
quali ambiti legati agli indicatori di genere per i media sta
lavorando attualmente?
N
Io nell‟ambito dei lavori che attualmente sto seguendo più da vicino e
che riguardano genere e comunicazione, genere e media, ti faccio due
esempi molto espliciti. Il primo riguarda quegli indicatori sul gender
sensitive fatti dall‟UNESCO10 lo scorso anno e che sono però pensati
non tanto come batterie di indicatori che puoi applicare per fare
lavoro di analisi comparata come stai dicendo tu, quanto piuttosto
secondo me sono concepiti come dei benchmark, dei riferimenti di
comportamento, dei modelli anche normativi lasciati a disposizione
sopratutto delle organizzazioni e dei media e un po‟ a libera scelta
loro di organizzarseli come vogliono nel momento in cui vogliono
fare dei lavori all‟interno delle organizzazioni; almeno io così l‟ho
sentito raccontare da Alton Grizzle. Per tanto io penso che dal non
avere nulla, ad avere uno strumento del genere sia comunque
qualcosa di importante perchè vuol dire che l‟organizzazione
internazionale costruisce uno strumento che però, secondo me, è uno
10
Para más información sobre los indicadores de género para medios de
comunicación de UNESCO (2012) consultar:
http://unesdoc.UNESCO.org/images/0021/002178/217831e.pdf.
59
strumento molto lasciato alla buona volontà di chi poi lo userà e che
in qualche modo non ha l‟ambizione di creare quella cosa che invece
tu stai dicendo essere importante, ossia come faccio poi io a verificare
una qualche corrispondenza tra l‟adozione degli indicatori e le policy
che si sono adotatte. Molto diverso è il caso degli indicatori che
abbiamo sviluppato in questo progetto europeo fatto per EIGE che
sono decisamente meno articolati nel senso che sono quasi banali; se
li leggi ci sono 4 cose essenziali, però sono stati costruiti così perchè lì
c‟era un‟intenzione esplicita di fare in modo che tutti i paesi europei li
potessero adottare come uno strumento che poi verrà effettivamente
utilizzato e nel tempo avere una possibilità di assestment.
A cosa serve avere la fotografia statica di una cosa se dopo non
vi è un’applicazione reale?
Però in realtà nell‟ambito dei media si ha comunque una
compaginazione di soggetti diversi dove è quindi importante avere
delle policy che definiscano una cornice normativa complessiva però
dopo è ovvio che i vari attori che sono coinvolti, gli stakeholder, sono
poi di varia natura e anche di vari interessi rispetto a questo tipo di
questioni. Quindi il broadcasting pubblico, ovviamente, si sente più in
dovere di riflettere quei principi, quei valori e quei comportamenti
mentre i privati, tutto sommato, anche no. Quindi io sono d‟accordo
con te che sia importante avere degli elementi basati, come nel caso
nostro, su indagini molto rigorose a loro volta comparative; noi
potevamo anche scriverli sulla base delle conoscenze della letteratura
secondaria prima ancora di fare il progetto però, proprio perchè c‟era
l‟intenzione di adottarla in un contesto di policy, si è voluto che fosse
costruito sulla base di indagini empiriche e che quindi riflettessero
una realtà. Quello che io vedo di quegli indicatori lì è che, come
sempre se vuoi avere diversi paesi che adottano una posizione, sono
un minimo comune denominatore; molto minimo, quindi il rischio e
forse la sfida grossa e con cui immagino tu ti stia confrontando anche
nel tuo lavoro di tesi è: come fare ad avere un trade off fra indicatori
che siano più articolati, e che quindi ti consentano di leggere in
maniera anche approfondita un contesto che stai osservando, e
indicatori che funzionino come orientamento delle policy. I due
esempi che io ti ho apportato sono esattamente agli antipodi: da un
60
lato hai una grande articolazione con centinaia di indicatori e
sottoindicatori che non sono operazionalizzabili e dall‟altra per averli
non solo operazionalizzabili, ma adottati dal Consiglio dell‟Unione
europea, sono banali.
Inoltre vi è un altro problema: alcuni degli indicatori hanno una
applicazione diversa dipendendo dal finanziamento e dalle
pressioni sia interne che esterne. Un esempio è il caso
UNESCO con gli indicatori del 2008 di sviluppo mediatico. Vi
sono paesi come il Venezuela, che tra l’altro andando a vedere
la web dell’UNESCO che non solo non è aggiornata dal 2010
ma vi è ancora un post di un rapporto che non si è mai fatto, in
cui l’organizzazione che voleva attuarli ha ricevuto numerose
pressioni e ha dovuto rinunciare al progetto. O ancora il caso
dell’Ecuador che dopo averli attuati ha ricevuto lo stop
dall’UNESCO per quanto riguarda la pubbilicazione. In
relazione all’applicazione degli indicatori di genere per i media
12 come è stato il rapporto con UNESCO? State ricevendo
qualche tipo di pressione?
Dunque per me sono due cose distinte. Il percorso dell‟UNESCO e
gli indicatori che hanno sviluppato li conosco perchè, tra l‟altro,
hanno pubblicato con WACC che io conosco bene, e li ho sentiti
presentare dal responsabile dell‟UNESCO Alton Grizzle. Però io non
ho nè aiutato a costruirli e neanche li sto applicando. Al più
potrebbero essere delle cose che io propongo ai miei studenti per fare
qualche lavoro di indagine l‟anno prossimo, ma non ci ho ancora
pensato. Mentre invece io posso commentarle il rapporto che noi
studiosi abbiamo avuto con l‟istituto UNESCO, il quale a sua volta
doveva rispondere al suo committente che era la presidenza irlandese
dell‟UE, quindi avevano dei referenti del governo irlandese, e quindi
EIGE faceva da punto di contatto ma anche un po‟ da filtro sulle
cose che noi stavamo costruendo e quello che l‟Irlanda si aspettava di
ricevere; perchè poi il rapporto fu presentato dall‟Irlanda come se
fosse stato scritto da EIGE, anche se loro hanno proprio preso il
testo nostro, tanto è vero che i loro commenti al loro testo erano tutti
mirati a farci adattare il testo a quello che loro volevano venisse fuori.
Allora lì sì, è stato anche un negoziato ma noi sapevamo fin dall‟inizio
61
che il nostro contratto prevedeva che noi facessimo uno studio e
producessimo indicatori, quindi in realtà il negoziato è stato
abbastanza semplice, ci siamo attenuti al fatto che questi indicatori
avessero una consistenza dal punto di vista scientifico e che fossero
significativi, per quanto possibile, della realtà che volevano andare a
tracciare. Per esempio, mentre loro erano molto interessati a contare
il numero di uomini e donne nei consigli di amministrazione, quanti
presidenti etc., noi abbiamo insistitito affinchè uno di questi indicatori
rilevasse in che forma e in che modo le organizzazioni dei media si
dotano di politiche o meccanismi che favoriscono l‟uguaglianza di
genere. In quel caso siamo stati noi a insistere, per cui
inievitabilmente va considerato che ci sono dei committenti che
hanno degli interessi e che, come in questo caso, dei filtri;
onestamente io non ho sentito degli interventi nè di censura nè di
vincolo eccessivo.
Essendo Lei un’esperta di genere, considera che la definizione
di genere che dall’UNESCO negli indicatori si possa
considerare discriminatoria nei confronti del collettivo LGBTI?
Beh, ho la tua stessa perplessità. La mia risposta in linea generale, e
basandomi anche sulle osservazioni di molti colleghi, ci sembra,
quindi non soltanto a me e soprattutto a livello di organizzazioni
internazionali, che si sia adottata come intercambiabile la definizione
di donna e genere in termini di political corretness. Le letture più
approfondite che includano forme come LGBT etc, io le riscontro
più nella letteratura accademica che non nella documentazione
istituzionale, dove molto spesso non ci si preoccupa nemmeno di
articolarlo questo concetto del genere. Tanto è vero che questa estate
eravamo a Dublino in una conferenza di IAMCR 11 in cui io ho
partecipato in due o tre pannel che riguardavano questo argomento e
il tema è stato sollevato due o tre volte in maniera non banale.
Soprattutto chi si occupa di omosessualità e transessualità lo
sottolinea in maniera forte e devo dire che anche nel lavoro che
11
La reunión del Annual Conference of the International Association for Media
and Communication Research se realizó en Dublín del 15 al 19 de Julio de
2013.
62
abbiamo fatto non ci è stato richiesto di sottolinearlo e non l‟abbiamo
fatto.
È come una consapevolezza che si ha ma non sempre si rende
esplicità. Per esempio, c‟è una persona che a partecipato in uno di
questi eventi a Dublino, Susan Abbott, che lavora per Internews, e si
occupava di comunicazione per lo sviluppo e la dimensione di genere
in quel contesto specifico lì e la prima cosa con cui si sono misurati è
stata proprio questa, ossia del non utilizzo o l‟utilizzo incorretto dei
termini e questa identificazione tutt'ora. Una cosa su cui vorrei
riflettere è questa, anche senza entrare nel dibattito italiano che è
veramente preistorico rispetto all‟evoluzione della coscenza civile,
però una cosa che io posso pensare è che mentre ormai il termine
„gender’ da Pechino in poi è entrato in un linguaggio, nei documenti
dell‟UE etc, ma rispetto alla comunità internazionale quindi a queste
sedi che sono più istituzioni internazionali, credo che il tema sia
tutt'ora molto delicato. Ho l‟impressione che non si sviluppi in questa
forma di cui parliamo più perchè rimane un tema sensibile che
potrebbe toccare delle sensibiltà che non per una disattenzione.
Credo che in parte sia intenzionale, però è una mia considerazione
personale.
Ma allora perchè non fanno indicatori specifici per donne?
In realtà, io credo che un piccolo passaggio sia stato fatto: non si
parla più delle donne come minoranza, discriminate, etc., ma che
invece è importante parlare delle relazioni fra i generi. Quindi
secondo il pasaggio che loro ritengono di aver fatto è proprio questo
per cui si inizia a raggionare su qual‟è il ruolo degli uomini nelle
relazioni di genere oppure come vanno considerati le discriminazioni
e quindi è più aver introdotto la dimensione relazionale che prima
invece non era prevista. Manca questa ulteriore appertura che invece
vuol dire che il genere ha una pluralità diversa a quella che loro
pensano. Confermo quindi le tue perplessità che sono le stesse che ho
io.
63
Vorrei sapere cosa pensa del fatto che alcune organizzazioni
starebbero utilizando gli indicatori più come uno strumento di
promozione pubblica che come un elemento di misurazione
della realtà mediatica?
Anche qua parlarne in termini generici è molto difficile anche perchè
probabilmente le situazioni sono diverse. Io penso che ci sia un
ingenuo, nel senso di sincero, interesse per sviluppare degli strumenti
che consentano anche alcuni elementi di comparazione o che
forniscano dei benchmark. Ho un po‟ l‟impresione che nell‟ambito
degli indicatori stia succedendo lo stesso che abbiamo visto in questo
Global Media Policy Mapping Esercise. Noi abbiamo iniziato sette anni fa
a pensare questo progetto, quando ancora l‟idea e la construzione
delle mappe era ancora all‟inizio e poi è stata molto diffusa e ci sono
dei progetti ben più soffisticati di quello nostro. Ho l‟impressione che
così come tutti quanti cercano di mappare la realtà, essendo
complessa in questo modo tu riesci anche a semplificarla, questo
discorso degli indicatori, il meccanismo di reflessione è un po‟ simile.
E come se di una realtà complessa, che può essere come fai a
tracciare il rispetto dei diritti fondamentali nell‟ambito dei diritti della
comunicazione, tu la semplifichi attraverso questo strumento. Questo,
secondo me, spiega un po‟ che ci sia tutta questa corsa a fare gli
indicatori. In più, tu stai costruendo uno strumento e lo strumento ti
può dare dei dati. Dopo di che l‟applicazione, essendo tutti gli
istrumenti complessi e che richiedono risorse, la loro effettiva validità
dipende dal tempo e delle risorse. Anche l‟UNESCO ha fatto questa
cosa lavorando con alcune delle organizzazioni che sono più esperte
in questo campo. Per tanto, per quanto sono discutibili nel loro
impatto sulle politiche, secondo me è uno strumento interesante però
l‟UNESCO di per se non ha una lira. Quindi, ci sarà qualcuno che
vuole investire dei soldi e se non avessero avuto quella discussione
con gli Stati Uniti per un‟altra cosa... sono le condizioni storiche e
oggietive che condizionano molto.
Quale sarebbe la spiegazione per applicare di alcuni indicatori,
caso UNESCO, per esempio, soltanto in Paesi in via di sviluppo?
Quello che conosco dell‟UNESCO è per tanti anni di frecuentazione
e anche per stare dentro dell‟AIMCR per il consiglio internazionale.
64
Come tutte le organizzazioni internazionali, loro hanno una priorità
data ai Paesi del Sud che vuol dire che quando noi come AIMCR
vogliamo avere delle sholarship per fare venire i giovani studiosi alle
nostre conferenze sono sempre per i Paesi del Sud. Quindi c‟è una
volontà esplicita fin dall‟inizio è il modo in cui l‟organizzazione
funziona: la priorità viene data ai Paesi, persone... che hanno meno
risorse. L‟espettativa che loro hanno quindi è che in genere se
partecipo io che vengo dall‟Italia o tu che vieni dalla Spagna non solo
partecipiamo con le nostre risorse ma anche portiamo risorse e lavoro
all‟organizzazione e non viceversa.
Come avete fatto il pasaggio dallo studio empirico di EIGE alla
definizione reale degli indicatori?
Lo studio empirico rispondeva nel caso di EIGE ad un call for tender
che EIGE già aveva articolato in maniera molto precisa e già aveva
degli esiti attesi cioè, delle cose che volevano che noi producessemo
però eranno parecchio detagliate. Quello che noi abbiamo fatto era
decostruire un progetto su come noi avremmo realizzato le cose che
loro ci pretendevano ma c‟era già stato detto che noi dovevamo
mappare le organizzazioni in tutti i Paesi. Quello che noi abbiamo
fatto è inventare la metodologia attraverso cui andare a leggere questo.
Noi avevamo delle griglie, per quanto riguarda il conto degli uomini e
delle donne, una per ogni organizzazione dei media; se era pubblica o
era privata; se aveva una casa madre trasnazionale oppure no; tutta
una serie di riferimenti e poi quattro livelli di management, partendo dal
presidente della RAI, che noi andavamo a sondare. Questa è stata la
traccia del survey che noi avevamo fatto. Sulla base di quella base lì che
è una metodologia che abbiamo sviluppato noi ma elaborando una
precedente che era stata usata in un altro progetto, un progetto
cordinato da Caroline Brown, su 58 Paesi nel mondo, anche molto
più approfondito.
Qualle sarebbe la diferenza con GMMP12?
In GMMP tu hai una griglia ma quello che vai a vedere è il contenuto
dei giornali, dei telegiornali e della radio. Quindi tu vai a vedere quali
12
Para más información sobre los GMMP consultar:
http://whomakesthenews.org/.
65
sono i sogetti della notizia oppure chi presenta la notizia, riguarda il
contenuto. A noi invece interessava vedere dentro la estruttura
organizativa dei media, nei ruoli dirigenziali, quindi nella governarnce
dell‟organizzazioni (RAI, Telecinco, ecc.) quante donne e quanti
uomini nelle posizioni che contano, dove si prendono le decisioni.
Quindi era molto più un discorso legato a queste posizioni che la
Commissione Europea di Women on boards di favorire e muovere la
partecipazione delle donne nei consigli, ecc. Sulla base della
metodologia noi sapevamo che tipi di dati era possibile raccogliere e
anche quali sono più significativi per farsi un‟idea della realtà che stai
guardando e quindi gli indicatori sono stati costruiti su quella base lì.
Prendendo spunto da quello che ha spiegato, il dilemma
sarebbe vedere se gli indicatori servono per misurare il numero
esatto di donne che sono all’interno delle strutture di potere nei
media oppure capire se realmente le donne che ci sono stanno
cambiando veramente la governance dei mezzi di
comunicazione.
Chiaro. Questo è il trucco degli indicatori. C‟è anche una parte di
ragionamento che noi stiamo facendo adesso per come utilizzare quei
dati lì per fare delle elaborazioni nostre. Allora, gli indicatori sono
molto semplici e quasi banali (quante donne, quanti uomini mi dice
molto poco). Però io ho una letteratura secondaria, molti anni di
studio che mi segnalano alcuni orientamenti; ho gli studi che mi
guardano il contenuto dei media (per esempio, il GMMP) e ho questa
analisi che abbiamo fatto adesso. Quindi nel momento in cui elaboro
tutti i nostri dati, che sono quelli che si possono trovare nel raporto
de EIGE, e dico: „confermo che anche in questo settore economico,
così come in altri settori, le donne ocupano circa un terzo ma nelle
posizioni di apice sono il 14%‟. Allora da un lato so che il mio studio
non mi sta facendo vedere delle cose diversissime dalla realtà ma mi
conferma che ci sono delle tendenze costanti però che io posso
tracciare nel tempo se fra 5 anni se le donne non sono tra il 14 ma tra
il 42% sarebbe un buon progresso. Quindi, pure essendo indicatori
molto esenziali, io da un lato li collego alla conoscenza che io ho su
quel dominio lì; tutta una serie di altri studi che sono stati fatti, non
prendo gli indicatori astrusi dal suo contesto.
66
L‟altra cosa è il pasaggio succesivo, quindi quello che cerchiamo di
fare noi perchè noi per quello studio lì abbiamo fato quella survey sulle
donne e gli uomini, abbiamo osservato le policy sull‟ugualianza, ecc,
poi abbiamo fatto una settimana di monitoraggio sulla televisione (su
questo non c‟è ancora un report ma noi i dati li abbiamo), la cosa che
ci interesa adesso e di incrociare questi dati per andare a vedere quello
che dici tu. Per andare a vedere se là dove tu hai più donne in
posizioni i dirigenziali, magari non come presidente ma come
direttore di una qualche unit che si occupa di cose rilevanti se il modo
in cui il media rappresenta la realtà è diverso. Questi tipi di studi sono
stati fatti ancora molto poco e quindi la riccezza dei dati che abbiamo
ci permettono farlo.
Questo richiede ancora di tempo, di capacità molto specifiche di
gestire dati che sono stati raccolti in maniera diversa e diventa
un‟interpretazione molto soffisticata e che difficilmente il policy maker
si prende la briga di leggere a meno che non gliela traduci in due
pagine. Noi abbiamo fatto un raporto di 150 pagine che dopo è stato
condensato in un sum di 10 pagine e, a sua volta in quattro, uno per
ogni indicatore di due facciate.
Sperate di trovare in questi resultati che ovunque dove ci sia
una donna in un posto di relevanza decisiva il trattamento
informativo delle donne sia meno sessista oppure al contrario?
Fino a qui, alcuni delle studi che sono stati fatti non dimostravano
questa correlazione in maniera così chiara. Anzi, diversi studi
soprattutto americani in realtà mettono in evidenza come le donne
che raggiungono posizioni apicali proprio perchè operano all‟interno
di un contesto che mantiene anche degli elementi culturali e
organizzativi di un certo tipo sono più loro ad adattarsi a questo. Una
cosa che può diventare interessante è nel momento in cui comunque
c‟è una maggiore femminizzazione nell‟ambito dei media, quando
iniziano a cambiare i numeri, allora forse anche le dinamiche
relazionali possono iniziare a cambiare. Su questo a me non risulta
che ci siano degli studi.
La ringrazio.
67
Conversación con Francisco Campos
Francisco Campos Freire, profesor de la Universidad de Santiago de
Compostela
23/01/14 Universidad de Santiago de Compostela, USXC.
Entrevista presencial durante el IV Congreso Internacional de la
Asociación Española de Investigación de la Comunicación. AE-IC 14
Bilbao: Espacios de comunicación.
U
es uno de los expertos que afirman que los
indicadores mediáticos deben ser eminentemente
cuantitativos, ¿por qué?
STED
No digo que los indicadores mediáticos deban ser eminentemente
cuantitativos sino que los índices cuantitativos son los que son
objetivables y medibles. Por otra parte, hacer indicadores con índices
cualitativos es tremendamente subjetivo, siendo muy difícil objetivar.
En realidad, los indicadores debieran ser mixtos o integrados. Quizá
en el cuestionario no precisé ese matiz pero en principio los
indicadores más objetivables son los cuantitativos y los más
completos los sintéticos. Cuando me refiero a integrado estoy
pensando en los indicadores sintéticos. Un indicador compuesto o
sintético es un constructo, basado en un modelo o aproximación
teórica, elaborado como una combinación apropiada de varios
indicadores individuales que pretende aproximar un concepto u
objeto multidimensional en una escala única. Este indicador o
indicadores sintéticos deberían posibilitar tanto la comparación entre
organizaciones como el seguimiento en el tiempo de la evolución de
una organización respecto de los tres constructos teóricos objeto de
69
estudio del proyecto, posibilitando y facilitando la valoración del
grado de cumplimiento en la consecución de sus metas y objetivos en
relación a los objetos o conceptos teóricos aproximados.
El diseño y elaboración de índices sintéticos es una actividad que
requiere de juicio experto para realizar los diversos supuestos
simplificadores y que una vez elaborado sirva para sintetizar y
aproximar conceptos multidimensionales de forma que pueda servir
de apoyo a la toma de decisiones. Asimismo, un índice sintético debe
facilitar la interpretación y visión del comportamiento y características
del objeto que pretende medir más allá de la visión proporcionada
por los indicadores individuales que sirven de base para su
elaboración; es decir, debe proporcionar una forma sencilla de seguir
el comportamiento del concepto que trata de medir y facilitar la
comunicación con el público profano en el tema.
Siguiendo Handbook on Constructing Composite Indicators. Methodology and
user guide de 2008, para elaborar indicadores sintéticos hay que tener
en cuenta las siguientes etapas: marco conceptual y teórico del campo;
establecimiento de criterios y selección mediante metodologías
cualitativas; establecimiento de indicadores individuales; abordaje de
la problemática de datos atípicos o extraños; definición de
indicadores individuales; análisis multivariante; normalización;
agregaciones y ponderaciones; y pruebas de sensibilidad, robustez y
difusión.
¿Cómo se puede medir desde una perspectiva integrada
conceptos complejos como la transparencia, la pluralidad o el
acceso de la ciudadanía a los medios?
Esa precisamente es la dificultad al ser ese tipo de indicadores
tremendamente inciertos. Además, es muy difícil alcanzar el
consenso. Si tomamos como punto de partida para la elaboración de
indicadores los sistemas de estandarización, por ejemplo los índices y
normas de calidad ISO, que emplean como referencia índices que se
elaboran a través de un proceso tremendamente largo de consenso.
Con índices cualitativos lograr el consenso es fácil, con índices
sintéticos es más trabajoso. Ese es el problema que planteo.
70
¿Este tipo de indicadores de calidad o de responsabilidad social
están construidos con un doble filo, buscando la proyección
pública de la institución y la medición del objeto de estudio?
Claro, porque esa realidad es muy difícil medirla. Al ser difícil
objetivarla las instituciones prefieren utilizar estos datos para obtener
aquellos instrumentos que ellos puedan objetivar, que esa
objetivación no sea política y, en tercer lugar, aquellas instituciones no
honradas van a realizar aquellos procesos que les acaben resultando
más beneficiosos. ¿Por qué digo que estos índices son operativos
desde el punto de vista de la gestión? Porque, a la hora de realizar la
gestión, se hace en función de una planificación que te lleva a
conseguir esa finalidad. El ejemplo son los cuadros de mando
convencionales. Cuando no eres capaz de objetivar la planificación se
vuelve muy difícil. No creo que mediante sistemas de indicadores
consigamos objetivos exclusivamente para mejorar la calidad o el
pluralismo. Son una herramienta para evaluar la gestión, ayudar a
mejorar la calidad y servir como referencia para auditar la rendición
de cuentas. La mejora de la calidad o el pluralismo deben ser y son
decisiones estratégicas que corresponden a la gestión y a la
gobernanza.
¿Cree que los resultados de la aplicación de los indicadores
deberían estar ligados a incentivos? Por ejemplo, en el caso que
hemos visto previamente la Junta de Andalucía 13 plantea
incentivos a aquellas radios comunitarias que mejoren su
puntuación con respecto a la evaluación anterior.
Conviene matizar la respuesta. Yo creo que los indicadores deben ser
herramientas para evaluar actividades y objetivos pero no deben ser
instrumento de coacción, sobre todo si nos estamos refiriendo a
políticas de comunicación y a cuestiones de libertad de expresión.
Habría que preguntar previamente quién, cómo y para qué se
13
Antes de la entrevista a fondo se asistió a la presentación de una
comunicación perteneciente a una investigación adscrita a la Universidad de
Málaga, pertenece al proyecto de Excelencia de la Junta de Andalucía P10 TIC
6593 y al Proyecto I+D+i CSO 2011 – 29195 del Ministerio de Economía y
Competitividad, dirigido por Dr. Manuel Chaparro Escudero.
71
elaboraron esos indicadores que se pretenden tomar como referencia.
Si esos indicadores fueran elaborados técnicamente bien y por
expertos independientes para aspectos determinados, la respuesta
podría ser positiva; pero si de lo que se trata es establecer indicadores
que beneficien a quién realmente desea un gobierno, el uso resulta
perverso. El cuestión esencial de las ayudas públicas a los medios de
comunicación radica, primeramente, en identificar las necesidades de
salvaguarda del pluralismo; establecer políticas transparentes no
discriminatorias; calificar y conceder de forma transparente e
independiente las subvenciones; y evaluar también de forma
independiente los resultados de las acciones beneficiadas.
¿Sería interesante realizar un estudio para averiguar la relación
entre la financiación de los indicadores y los contenidos de los
mismos?
Claro. Para mí la clave no solo está en los indicadores sino que una de
las importantes está en evaluar los resultados de la financiación
pública en función de la misión y de los objetivos de la misma. Este
debate en España es problemático referido, por ejemplo, a la radiotelevisión pública por la ausencia de indicadores sintéticos de
concreción de los principios generales de programación del servicio
público, que son declaraciones generales emanadas de la misión del
mismo. Faltan los indicadores sintéticos que concreten esos objetivos
o principios generales, es decir convertir los principios generales en
principios más concretos y medibles. A partir de ahí se podría avanzar
en la evaluación de calidad del servicio público audiovisual. La
financiación de la televisión pública y, parcialmente, las radios
municipales o comunitarias vía subvención es un sistema algo
perverso porque tiene riesgo de condicionar gubernamentalmente su
independencia. Es un sistema mucho más independiente la aplicación
de un canon o tasa porque es al ciudadano a quien directamente el
medio siente que le debe rendir cuentas. Institucional y
corporativamente la BBC siente que le debe su financiación al
ciudadano y no al gobierno británico, aunque sea éste el que aprueba
la subida de la tasa cada tres o seis años. Pero quien paga
directamente es el ciudadano y, por eso, también siente más suya la
radiotelevisión. Los problemas del canon o tasa son tecnológicos y de
72
progresividad, que algunos países –caso de Finlandia- ya han
corregido pasando a pagar por la renta personal de cada uno y por
todo tipo de aparatos en los que se puede escuchar o ver la
radiotelevisión.
Entonces, ¿cómo se puede pasar de una evaluación realizada
por indicadores a cambios sustanciales en las políticas públicas
en materia de comunicación?
Se puede dar ya que el termómetro o el barómetro más adecuado
debe ser utilizado como herramienta para evaluar la temperatura de
las políticas públicas. Diagnosticar la fiebre de las políticas. Es decir,
los indicadores mediático-culturales son un paso fundamental para
este propósito. Lo difícil es, si seguimos el mismo ejemplo, saber qué
tipo de medidas se deben tomar para cada medida del termómetro.
En el caso de producirse presiones al equipo de trabajo de los
indicadores, ¿se producen en la definición, aplicación o análisis
de los índices?
Cuando se comunican los resultados.
¿Por qué cree que el momento de manipulación, de producirse,
se corresponde con el momento de publicación de los
resultados?
Porque se usan argumentar, defender y atacar posiciones. Es el
problema de la objetivización, credibilidad y usabilidad de los
indicadores. En cada posición argumental se emplean los indicadores
más favorables y, en igual medida, se rebaten con otros contrapuestos
o discrepantes –si existen- por la parte contrincante. El problema se
corrige con indicadores de consenso y sistemas de evaluación o
auditoría independientes.
Con respecto a la categorización de indicadores, las opiniones
de los expertos se pueden dividir en dos grandes corrientes. Por
una parte, los especialistas que prefieren indicadores sintéticos,
simples y posteriormente mejorables mediante la introducción
de otras variables dentro de la dinámica de la arquitectura
escalable o realizar indicadores específicos de un ámbito muy
73
determinados (indicadores de calidad, género, responsabilidad
social determinado). ¿Cuál es su opinión al respecto?
En este tema diría que depende de para qué. Para mí no es una
cuestión absolutamente trascendental. Por ejemplo, al hablar de
indicadores mediático-culturales se están introduciendo dentro del
concepto las industrias culturales 14 y las industrias de la
comunicación, aunque sean convergentes con las primeras. En este
sentido, se abarca un campo fundamental pero extremadamente
amplio.
Muchas gracias.
14
CAMPOS, F. Y PEREIRA, X. (2010), “Anuário Internacional de Comunicação
lusofona”. En: LEMOS, M., CABECINHAS, R. Y MACEDO, L. Anuário
Internacional de Comunicação lusofona. Lisboa: LUSOCOM, SOPCOM y
CECS.
74
Conversación con María Soledad Segura
María Soledad Segura, profesora de la Universidad Nacional de
Córdoba, Argentina
13/06/14 Entrevista por videoconferencia. Skype.
¿
CUÁLES son sus líneas principales sobre indicadores?
Sobre indicadores no he trabajado aún, estamos empezando a
trabajar ahora. En el equipo de investigación15 trabajamos sobre las
estrategias de incidencia de la sociedad civil en materia de políticas
públicas de comunicación y de cultura. También trabajamos con
organizaciones que trabajan en otras áreas culturales. En este marco,
siempre estábamos hablando de estrategias tendientes a democratizar
la comunicación. No nos interesa cualquier tipo de incidencia en las
políticas de comunicación sino aquellas que tiendan a democratizar.
Es por eso que empezamos a encontrarnos con la necesidad de tener
algún parámetro para evaluar en qué términos y de qué estamos
hablando cuando hablamos de, democratizar. En general, trabajamos
con la idea de que la democratización es un proceso, que no hay un
objetivo final al que llegar como La Comunicación Democrática con
mayúsculas, sino que son procesos en los que se va avanzando en
distintos aspectos que tienden a la democratización de diversas
variables. Por eso, las organizaciones que nosotros analizamos
15
El equipo de investigación de la Universidad de Córdoba (Argentina) se
denomina “Sociedad civil y democratización de la comunicación y la cultura”.
Para más información consultar:
http://democratizarcomunicacion.eci.unc.edu.ar/equipo/
75
trabajan en variables diversas por lo que queríamos crear algún
instrumento o parámetro para evaluar sus propuestas. Nosotros
estudiamos no las políticas de comunicación ya producidas, sino las
propuestas que se hacen desde la sociedad civil.
Uno de los problemas que se están generando a la hora de
evaluar los indicadores mediáticos es que hay dos corrientes
muy diferenciadas. Por una parte, la realización de índices
sencillos que den lugar a una arquitectura escalable, es decir, a
que a lo largo de los años se puedan incorporar más variables
conforme el proyecto vaya madurando y, la segunda, un corpus
de indicadores complejo y estable, que no se modifique con el
tiempo. ¿Con qué vía trabajan?
Nosotros hasta ahora estuvimos trabajando con la primera opción,
sobre todo porque lo que estuvimos analizando son los clásicos. Esas
primeras definiciones sobre comunicación democrática a partir de
MacBride y a partir de los primeros teóricos de economía política de
comunicación en Latinoamérica. A partir de estas definiciones
generales, en este nivel más macro, no nos interesan indicadores finos
salvo los que se vayan planteando a partir del análisis empírico. No
nos interesa tener un gran marco teórico, sino estar mirando qué
desafíos nos van presentando las propuestas concretas de las sociedad
civil en Argentina específicamente y en otros países de América
Latina que vamos tomando para analizar.
¿Dentro de su proceso de definición de indicadores se están
teniendo en cuenta otros procesos de democratización en
América Latina?
Yo trabajo sobre otros países latinoamericanos en particular. Algunos
últimos trabajos tienen una comparación entre las nuevas leyes de
comunicación de Argentina, Uruguay, Venezuela, Ecuador, Bolivia…
76
Dentro de esas comparaciones, ¿qué indicadores utilizan para
realizar el estudio comparado?
Yo no trabajo específicamente sobre políticas de comunicación ya
formuladas 16 sino sobre las estrategias de incidencia y participación
ciudadana en las mismas. Las políticas públicas en materia de
comunicación son siempre para nosotros el punto de partida pues la
sociedad civil en general o está queriendo que las políticas avancen, o
que se modifiquen, o que se deroguen y entonces las tenemos que
conocer. Lo que quise mostrar a un auditorio que está mirando
críticamente, negativamente, los procesos de democratización
latinoamericanos. Es que en todas estas nuevas leyes hay algunas
cosas en común y que justamente estos puntos en común son los que
sí responden a los parámetros internacionales de derecho a la
comunicación. ¿A qué me refiero? Básicamente a que todas estas
leyes presentan límites a la concentración de los medios. Si bien el
proceso de concentración de la propiedad de los medios es un
proceso que se ha dado fuertemente a nivel mundial, sobre todo en la
década de los 90, en Latinoamérica presenta características distintivas.
Esto lo han trabajado investigadores argentinos que hicieron una
comparación entre los países latinoamericanos y entre ellos y los
europeos y han demostrado claramente que el nivel de concentración
de los medios en Latinoamérica es distintivos. Todas las legislaciones
en este sentido en América Latina presentan límites en cuanto a la
concentración. Los límites han sido impulsados por los relatores de la
libertad de expresión de Naciones Unidas, de la Organización de
Estados Americanos, de la Unión Europea y de la Comisión Africana
por los Derechos Humanos y de los Pueblos, es decir, de todos los
continentes. Son estándares internacionalmente aceptados que no se
le ocurrieron a cada uno de los gobernantes de los países
latinoamericanos. Las diferencias en ese punto son de aplicación.
¿Cómo se ponen límites a la concentración? Ahí sí empiezan las
diferencias entre los gobernantes latinoamericanos.
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Consultar, por ejemplo, Becerra y Mastrini (2009, 2004) para estudios de
políticas públicas de comunicación en el caso latinoamericano.
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¿Qué legislación ha ido más lejos en cuánto a límites en la
propiedad de los medios en América Latina?
Según mi punto de vista, la Argentina. Con esta propuesta de
desinversión de la propiedad de los medios que, tal vez, es la más
osada y es diferente a una estatalización (proceso que se hizo en
Venezuela, por ejemplo), al proceso de estímulo de la competencia
(que es el que se está dando ahora mismo en México), es decir,
estimular la competencia dentro del mismo mercado. El proceso de
desinversión implica que son los mismos propietarios de medios los
que tienen que promover su propio plan de adecuación, es decir,
decidir de qué acciones empresarias se quieren emprender para
adecuarse a lo que establece la norma.
¿Cuál es el papel de la ciudadanía en este proceso de
desinversión de la propiedad de los medios en Argentina?
El papel de la ciudadanía en Argentina es que fue ella la que lo
propuso. Se dio un proceso de problematización en Buenos Aires, La
Plata, Rosario y Córdoba. En las ciudades más grandes de la
Argentina, se reiteró este proceso de pasar de estrategias alternativas
en comunicación a una propuesta en el cambio de la legislación. Esa
propuesta fue consensuada entre muchas organizaciones que
confluyeron en la Coalición por una Radiodifusión Democrática que
hicieron una propuesta de 21 Puntos por una Radiodifusión para la
Democracia en el 2004 y esa fue la propuesta que en el año 2008 la
presidenta Cristina Fernández tomó como base para elaborar el
proyecto de ley. Incluso, uno de los redactores del proyecto de ley es
Damián Loreti, profesor de la Universidad de Buenos Aires, que
ahora es pre-candidato a relator de libertad de expresión de la OEA, y
él formaba parte y fue uno de los impulsores de la Coalición. Cuatro
años antes había sido una propuesta que militó de la sociedad civil.
¿Qué otros parámetros analizaba en la comparación de las
reformas conducentes a la democratización de los medios en
América Latina?
En primer lugar, los límites a la concentración de los medios en todos
los países y es algo que responde a los estándares internacionales
relativos a derechos a la comunicación. Incluso la desinversión que se
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propone en Argentina responde a dichos estándares, es una propuesta
que realiza UNESCO en 2008 con los Indicadores de Desarrollo
Mediático. El segundo parámetro es el ingreso de nuevos actores: el
sector estatal y del sector social-comunitario. Incentivar la diversidad
propiciando el ingreso de nuevos actores es muy importante en un
escenario como el latinoamericano donde no tenemos medios
públicos fuertes. No hay una tradición de medios públicos como la
europea. Estas dos cosas también las tienen todas las leyes, también
responden a las peticiones de los relatores de libertad de expresión,
también aparecen en los indicadores de UNESCO y las diferencias en
los distintos países van a ser en el modo que se van a aplicar. No es el
mismo proceso el que tuvieron países con una tradición más larga de
medios públicos o estatales, como es el caso de Argentina, por
ejemplo, que en países donde no existían medios públicos o eran
sumamente débiles; o en países con radios comunitarias fuertes,
consolidadas, con larga trayectoria que países donde estos procesos
eran más débiles y había una mayor intromisión política. Por tanto, sí
hay procesos de democratización pero no se dan del mismo modo en
todos los países.
¿Existe algún mecanismo de rendición de cuentas del estado a
la sociedad civil en la legislación argentina?
En la legislación argentina se crean por la nueva ley de 2009
instituciones estatales participativas dentro de la autoridad de
aplicación de la norma. Nuestra autoridad se llama Autoridad Federal
de Servicios de Comunicación Audiovisual (AFSCA) y articulada con
la AFSCA está el Consejo Federal de Comunicación Audiovisual
(COFECA) en el que hay representantes del Poder Ejecutivo, de los
partidos políticos con mayoría y minoría en el Congreso de la Nación,
de las provincias, de las universidades, de las organizaciones
empresarias del sector y de las organizaciones sociales. Están, por
ejemplo, el Foro Argentino de Radios Comunitarias (FARCO), la
Asociación Mundial de Radios Comunitarias (AMARC), pymes de
comunicación que no tienen los mismos intereses que las grandes
corporaciones, pueblos originarios que tienen radios y televisiones.
Muchas gracias
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