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Ruth Ainhoa de Frutos García
Ruth Ainhoa de Frutos García Prólogo de Bernardo Díaz Nosty Los indicadores mediáticos Conversaciones con expertos internacionales sobre los instrumentos de medición CAC, Cuadernos Artesanos de Comunicación / 72 Cuadernos Artesanos de Comunicación - Comité Científico Presidencia: José Luis Piñuel Raigada (UCM) Secretaría: Concha Mateos (URJC) - Bernardo Díaz Nosty (Universidad de Málaga, UMA) - Carlos Elías (Universidad Carlos III de Madrid, UC3M) - Javier Marzal (Universidad Jaume I, UJI) - José Luis González Esteban (Universitas Miguel Hernández de Elche, UMH) - José Luis Terrón (Universidad Autónoma de Barcelona, UAB) - José Miguel Túñez (Universidad de Santiago, USC) - Juan José Igartua (Universidad de Salamanca, USAL) - Julio Montero (Universidad Complutense de Madrid, UCM) - Marisa Humanes (Universidad Rey Juan Carlos, URJC) - Miguel Vicente (Universidad de Valladolid, UVA) - Miquel Rodrigo Alsina (Universidad Pompeu Fabra, UPF) - Núria Almiron (Universidad Pompeu Fabra, UPF) - Ramón Reig (Universidad de Sevilla, US) - Ramón Zallo (Universidad del País Vasco, UPV-EHU) - Victoria Tur (Universidad de Alicante, UA) * Queda expresamente autorizada la reproducción total o parcial de los textos publicados en este libro, en cualquier formato o soporte imaginables, salvo por explícita voluntad en contra del autor o autora o en caso de ediciones con ánimo de lucro. Las publicaciones donde se incluyan textos de esta publicación serán ediciones no comerciales y han de estar igualmente acogidas a Creative Commons. Harán constar esta licencia y el carácter no venal de la publicación. * La responsabilidad de cada texto es de su autor o autora. Ruth Ainhoa de Frutos García Los indicadores mediáticos Conversaciones con expertos internacionales sobre los instrumentos de medición CAC, Cuadernos Artesanos de Comunicación / 72 CAC 72º - Los indicadores mediáticos: Conversaciones con expertos internacionales sobre los instrumentos de medición Ruth Ainhoa de Frutos García | Precio social: 5,20 € | Precio en librería. 6,75 € | Editores: Javier Herrero y Alberto Ardèvol Abreu Diseño: F. Drago Ilustración de portada: Fragmento del cuadro de la serie Cosmoarte, de Pedro González. Imprime y distribuye: F. Drago. Andocopias S. L. c/ La Hornera, 41. La Laguna. Tenerife. Teléfono: 922 250 554 | [email protected] Edita: Sociedad Latina de Comunicación Social – edición no venal - La Laguna (Tenerife), 2014 – Creative Commons (http://www.revistalatinacs.org/09/Sociedad/estatutos.html) Catálogo: http://www.cuadernosartesanos.org Protocolo de envío de manuscritos con destino a C.A.C.: http://www.cuadernosartesanos.org/protocolo.html Descargar pdf: http://www.cuadernosartesanos.org/#72 ISBN – 13: 978-84-15698-89-0 DL: TF-944-2014 Il compito degli uomini [e donne] di cultura è più che mai oggi quello di seminare dei dubbi, non già di raccogliere certezze. NORBERTO BOBBIO La realidad no es solo apasionante, es casi incontable. RODOLFO WALSH Los indicadores mediáticos Conversaciones con expertos internacionales sobre los instrumentos de medición Ruth Ainhoa de Frutos García Abstract La evaluación de los sistemas mediáticos ha sido una preocupación en los estudios de Comunicación de las últimas décadas. Sin embargo, existe una ausencia de investigaciones que hagan referencia a la calidad y validez de los instrumentos de medición utilizados para analizar la salud de los medios de comunicación en los diferentes entornos. La discusión sobre el rol que los índices mediáticos poseen para especialistas que han definido, aplicado o analizado críticamente las herramientas en todo el mundo puede promover propuestas de mejora de estos instrumentos y, con ellas, aumentar la eficacia de políticas públicas de comunicación que se basan en estas herramientas para obtener información sobre la realidad mediática de un determinado contexto. El presente Cuaderno Artesano reúne ocho entrevistas a expertos internacionales, prestando especial atención a la pluralidad de voces que articulan a la esfera de especialistas que han participado directa o indirectamente en la aplicación de los índices mediáticos en los últimos años. La diversidad de prismas desde los que los expertos observan a los índices genera una amplia gama de declaraciones que difícilmente son accesibles para el público si no se enmarcasen en este tipo de aproximaciones críticas. Palabras clave Comunicación, UNESCO. Indicadores mediáticos, estudios comparados, Forma de citar este libro De Frutos García, Ruth Ainhoa (2015): Los indicadores mediáticos: Conversaciones con expertos internacionales sobre los instrumentos de medición. Cuaderno Artesano de Comunicación, 72, La Laguna (Tenerife): Latina. Índice Propuesta para un nuevo paradigma Bernardo Díaz Nosty, catedrático de Periodismo de la Universidad de Málaga 9 El desafío de los indicadores mediáticos 13 Conversación con Guilherme Canela 17 Conversación con Gabriel Kaplún 27 Conversación con Paolo Mancini 33 Conversación con César Ricardo Siqueira Bolaño 39 Conversación con Diego Giannone 45 Conversación con Claudia Padovani 59 Conversación con Francisco Campos Freire 69 Conversación con María Soledad Segura 75 consejero de Comunicación e Información para el MERCOSUR (Argentina, Brasil, Paraguay y Uruguay) y Chile profesor de la Universidad de la República (Uruguay) profesor de la Università di Perugia (Italia) profesor de la Universidade Federal de Sergipe (Brasil) y presidente de la Asociación Latinoamericana de Investigadores en Comunicación (ALAIC) profesor de la Università degli Studi di Napoli Federico II (Italia) profesora de la Università di Padova (Italia) y co-coordinadora del Global Media Monitoring Project (GMMP) profesor de la Universidad de Santiago de Compostela (España) profesora de la Universidad Nacional de Córdoba (Argentina) Prólogo Propuesta para un nuevo paradigma C Ruth de Frutos obtuvo una beca FPU y me pidió que le dirigiera su tesis doctoral, hablamos mucho sobre la investigación en comunicación en España y de las carencias que, a mi modesto entender, eran más evidentes. Entre otras, la ausencia de propuestas teóricas, la debilidad de los planteamientos críticos y el seguidismo de corrientes y modelos de forma caprichosa, sin adscripción ideológica o científica a esas orientaciones. Y, aún más curiosas, aquellas que, de forma arrogante, tratan de definir un entorno disciplinar nuevo, ignorando las soluciones consolidadas en el ámbito internacional, a la vez que, por desconocimiento y pereza intelectual, ocultan los vínculos de consanguineidad de la ciencia de la comunicación con las ciencias sociales y las humanidades. UANDO Hablamos también de la sobreabundancia de trabajos acumulativos, de escasa incidencia innovadora y menor valor añadido, cuya mayor virtud era meramente instrumental y venía acuciada por los sistemas de promoción profesional en la Universidad. Al hacer esa reflexión me basaba no solo en la observación de la realidad o en el trabajo como evaluador de diversas agencias, donde era posible advertir hasta la impunidad del plagio, sino también en el estudio de otras realidades nacionales donde la investigación, aun con muchos menos centros académicos especializados, es más creativa, socialmente oportuna e innovadora1. Desde escritos muy tempranos, me interesó la evaluación de los sistemas de medios 2 , y entendí que era necesario establecer meca1 Muchas de estas ideas y planteamientos críticos argumentan los objetivos del proyecto del Plan Nacional de I+D CSO2013-47933-C4-3-P en el que trabajados de forma coordinada desde cuatro núcleos territoriales de indagación de la realidad nacional. 2 Anuarios Medios de comunicación/Tendencias de Fundesco, que tuvieron continuidad durante quince años en dicha Fundación y a través de otras iniciativas, incluida la más reciente de Fundación Telefónica. nismos estadísticos homologados que permitieran los análisis diacrónicos y el contraste de realidades geográficas distintas. UNESCO había establecido un sistema estadístico endeble, que tenía ya cierto rodaje, pero muy poco fiable, por cuando eran los gobiernos de las naciones quienes facilitaban los datos. Sin embargo, en el sector industrial se habían ido homologando las referencias de evaluación (medición de audiencias, difusión, inversión publicitaria, volumen de negocio, etcétera), de modo que no sólo cuantificaban la realidad con mediciones estándar y determinaban, incluso, las expresiones mediáticas en productos concretos, sino que permitían establecer pautas comparativas acerca del desarrollo de los negocios de los medios. Hoy, por ejemplo, es posible comparar los datos de la industria de Francia y China, y advertir, en el caso de China, un crecimiento exponencial en el consumo de los medios, pero esa medición, a partir de parámetros homologados, ¿en qué medida permite descubrir el desarrollo desde la perspectiva de la cultura democrática y de las libertades públicas, la transparencia y el acceso a la información? Hay, por consiguiente, lagunas básicas, que están en el origen de los análisis. Toda disciplina que aborda diferentes realidades susceptibles de ser medidas requiere, por lógica, de un sistema métrico universal, es decir, de unos indicadores que permitan conocer la evolución en el tiempo de las distintas variables, lo que constituye la visión diacrónica del problema, pero también la comparación sincrónica de realidades, el análisis comparado en términos fiables. Mientras que en el ámbito de la industria opera la lógica mercantil, como lenguaje común de los diferentes escenarios nacionales, en el campo del desarrollo sociocultural de los valores públicos, propios de la cultura democrática, la estandarización métrica es mucho más difícil, porque aquí no existe un denominador común. En los años más difíciles de la Guerra Fría, cuando la dialéctica de bloques estaba en el punto de máxima tensión, Estados Unidos ejerció un papel determinante para crear distintos códigos hegemónicos de medición, a los que dio alcance retórico en la construcción de un discurso universal. Estos asignaban carta de naturaleza democrática a las manifestaciones mediático-culturales del 10 llamado mundo libre, marginando sistemáticamente, por no libres, autoritarias y censoras, a todas las que se producían en el bloque opuesto. De ese periodo, aún subsisten hoy clasificaciones anuales que, con criterios de escasa transparencia, jerarquizan el grado de libertad de expresión y de la propia libertad de los medios. Pero no cuestiona el excesivo mercantilismo de estos, el determinismo económico del discurso, las relaciones de poder opacas, por lo que podemos encontrar que, bajo el manto de los campeones de las libertades, hay graves degradaciones del referente ético y democrático, es decir, de los mitos fundacionales de los medios. Todos estos factores, en una sociedad que aún no se ha desprendido de la ideología polarizada de la realidad, contribuyen a dificultar un proyecto universal de indicadores de desarrollo mediático-cultural. Y ello se puede deber no solo a la debilidad crítica del discurso académico, sino a la oposición de los agentes de una realidad, descrita por la pérdida de credibilidad de los medios, a ser auscultados por mecanismos independientes o ajenos a la dimensión mercantil en la que se desenvuelven la inmensa mayoría de ellos. La ausencia de indicadores, sin embargo, no representa una carencia aislada de otras debilidades en las prácticas de investigación, sino que participan de un marco general de identidades desdibujadas, de cultivo de la incertidumbre y la ambigüedad, cuando no de la rutina de la gimnasia escolar, que fortalece el músculo pero no el cerebro… Ante un cambio de paradigma en las expresiones sistémicas que convergen en el espacio público de debate, se siguen formulando soluciones arraigadas en planteamientos de análisis de hace medio siglo y se aplican sobre los nuevos medios, los nuevos lenguajes y los nuevos públicos, las viejas formas de observar, medir y evaluar. De ahí en estimular el trabajo investigador de la doctora Ruth de Frutos García para que, más allá del trabajo de su tesis, de cuyas virtudes da cuenta este Cuaderno, siga avanzando en este terreno relevante y estratégico. Ella ha comprobado, como pone de relieve su investigación, la obsolescencia, la parcialidad y hasta la muy escasa fiabilidad de los indicadores institucionales existentes y, en su indagación, ha rastreado las debilidades constructivas de los mismos, de modo que se podría decir que las varas de medir son distintas 11 según la realidad donde se apliquen, o que el discurso hegemónico de medidas protege como buenas prácticas ciertas realidades frente a la realidad rival, que excluye. Y en ese acercarse, incluso a través de la observación participante, también ha podido advertir que las unidades de medida conocidas, como objetivación de la realidad a estándares reconocibles y universalmente aceptados, están trufada de intereses y visiones subjetivas. No valen o valen poco. Por todo ello, cabe afirmar que este trabajo parte de una utopía, del desiderátum de libertad de expresión y transparencia, pero en su desarrollo se encuentra e identifica los obstáculos que obligan a reformulaciones pragmáticas, a acercamientos progresivos, a una lectura relativizada al tiempo histórico en la que se producen. Hoy, en plena crisis de valores, con la identidad de los medios desdibujada y un predominio tecnocéntrico y mercantil del discurso mediático, en detrimento de la credibilidad de sus contenidos, el trabajo de la doctora Ruth de Frutos, más allá de su origen idealista y utópico, debe entenderse como una propuesta de futuro, como un apunte para después del diluvio, es decir, como una herramienta propia de un nuevo paradigma. Bernardo Díaz Nosty Catedrático de Periodismo 12 El desafío de los indicadores mediáticos E L rol de los medios como baluartes del sistema democrático y los nuevos cambios sociales, promovidos por el desarrollo de las nuevas tecnologías y la globalización, ha dado lugar a la creación de un nuevo paradigma donde la transparencia, la cultura de la paz y los derechos humanos se articulan como elementos fundacionales de un nuevo pacto social. Es por ello que los medios de comunicación deben responder a estas demandas de la ciudadanía, consolidándose como vertebradores del discurso del sistema social y democrático de derecho. De lo contrario, la perpetuación del ecosistema mediático como una mera correa de transmisión de los poderes tradicionales producirá una fractura insalvable entre el deseo de la ciudadanía y la credibilidad de los medios. Estas son algunas de las razones que promovieron la realización de la tesis doctoral titulada “Indicadores Mediáticos: Análisis crítico de los modelos de evaluación internacional” en la Universidad de Málaga. Fruto de dicho trabajo doctoral nace el presente Cuaderno Artesano, articulándose como un espacio de reflexión sobre los indicadores mediáticos mediante entrevistas con expertos internacionales de primer nivel. La discusión sobre el rol que estos instrumentos poseen para especialistas que han definido, aplicado o analizado críticamente las herramientas en todo el mundo puede promover propuestas de mejora de estos instrumentos y, con ellas, aumentar la eficacia de políticas públicas de comunicación que se basan en índices para obtener información sobre la realidad mediática de un determinado contexto. 13 El presente trabajo presenta las ocho entrevistas a expertos internacionales, prestando especial atención a la pluralidad de voces que articulan a la esfera de especialistas que han participado directa o indirectamente en la aplicación de los índices mediáticos en los últimos años. La diversidad de perspectivas desde los que los especialistas observan a los índices genera una amplia gama de declaraciones que difícilmente son accesibles para el público si no se enmarcasen en este tipo de aproximaciones críticas. El espacio dedicado a las entrevistas comienza con la conversación con el actual consejero de Comunicación e Información para el MERCOSUR (Argentina, Brasil, Paraguay y Uruguay) y Chile Guilherme Canela. Durante esa primera parte se indagan en los entresijos de la aplicación de los Indicadores de Desarrollo Mediático (IDM) aprobados por la Asamblea General de UNESCO en 2008 y, en particular, las dificultades que este tipo de herramientas internacionales acarrean para las implementaciones en cada uno de los Estados miembros que han realizado el proceso de análisis. Con el objetivo de evaluar pormenorizadamente la aplicación de los IDM se realizó una entrevista a Gabriel Kaplún, profesor de la Facultad de Comunicación de la Universidad de la República (Uruguay) y miembro del equipo de centros de educación superior públicos y privados que están realizando la aplicación de estos indicadores en Uruguay en este momento. La conversación con el investigador uruguayo ayuda a entender los procesos de implementación de estas herramientas en América Latina, así como los principales desafíos que tienen los indicadores de desarrollo mediático para un entorno con las particularidades del sistema uruguayo. Precisamente la base teórica de estas entrevistas parten del trabajo del profesor de la Università degli Studi di Perugia (Italia), Paolo Mancini, una de las referencias internacionales en la realización de estudios comparados de sistemas políticos y mediáticos, sobre todo tras la publicación de su obra más conocida, con el docente Dan Hallin, Comparing Media Systems: Three Models of Media and Politics (Communication, Society and Politics. Mancini reflexiona sobre la importancia de los 14 índices mediáticos para la realización de estudios comparados y diacrónicos. La transmisión del discurso hegemónico de las organizaciones que elaboran este tipo de evaluaciones de los ecosistemas mediáticos mediante herramientas propias es una de las principales preocupaciones del presidente de la Asociación Latinoamericana de Investigadores en Comunicación (ALAIC) y profesor de la Universidade de Sergipe (Brasil), César Bolaño, quien examina la importancia de realizar un análisis pormenorizado de estas herramientas, no solo como instrumentos para la elaboración de estudios comparados, sino como creadores de un imaginario específico que puede estar determinado por la fuente de financiación de este tipo de indicadores. Precisamente la utilización de estos índices de medición como elementos de proyección pública es una de las hipótesis del profesor de la Università Seconda Università di Napoli (Italia), Diego Giannone. Su trabajo sobre las repercusiones de los indicadores de libertad de expresión de Freedom House conecta directamente la posición de en los ranking de determinados estados con los intereses de las entidades que promueven este tipo de análisis de la realidad mediática plantea una serie de sinergias sumamente interesantes. UNESCO planteó en 2008 dos indicadores transversales a sus Indicadores de Desarrollo Mediático: la pobreza y el género. En relación con el segundo de ellos, Claudia Padovani, profesora de la Università di Padova y miembro de la European Institute for Gender Equality (EIGE) ha colaborado en diversas investigaciones sobre género y medios de comunicación. Su opinión sobre la dificultad de este tipo de temáticas y la transversalización de esta perspectiva en los estudios mediáticos refleja una sensibilidad sobre el tema que merece ser tenida en consideración. Francisco Campos, profesor de la Universidad de Santiago de Compostela, ha publicado diversos trabajos sobre estudios comparados e indicadores que afectan al mundo de la comunicación. La entrevista en profundidad con Campos genera una nueva perspectiva sobre este tipo de índices, relacionada con la importancia 15 de los mismos para el posicionamiento político de los estados donde se aplican, así como las dificultades metodológicas que estas herramientas acarrea. La recopilación de entrevistas concluye con la visión de la docente de la Escuela de Ciencias de la Información de la Universidad Nacional de Córdoba e investigadora asistente del Conicet (Argentina) María Soledad Segura, quien articula un discurso crítico sobre los indicadores mediáticos dentro del complejo entramado de las políticas públicas de Comunicación en América Latina. Por todo ello, esta publicación ayuda a adentrarse en los entresijos de las herramientas que se utilizan en la actualidad para evaluar los medios de comunicación en los distintos entornos y que, por ende, afectan directamente al diseño de las políticas públicas de comunicación. Las conversaciones coleccionadas en estas páginas permiten construir un pensamiento crítico sobre el papel de los indicadores mediáticos, los desafíos de su implementación internacional y los propósitos de las organizaciones que los promueven, lo que permite concluir que, en algunos momentos, generan procesos más cercanos a dinámicas oscurantistas o propagandísticas que a las propias de herramientas que generen un conocimiento concreto del ecosistema mediático. Ruth de Frutos 16 Conversación con Guilherme Canela Guilherme Canela, Consejero de Comunicación e Información para el MERCOSUR (Argentina, Brasil, Paraguay y Uruguay) y Chile 28/08/2014 Sede del Mercado Común del Sur (MERCOSUR). (Montevideo, Uruguay) ¿ CUÁL sería, bajo su punto de vista, el mayor problema de la definición de los indicadores mediáticos? No sé si el mayor problema pero una de las cuestiones difíciles referidas a los indicadores es la traducción de índices que son indicadores que tienen una idea de cuantificación, aunque sea una cuantificación binaria, que se pueda transformar en un número, en un SPSS, de tipo 1 o 0. Por ejemplo, si hay o no una ley. La cuestión para UNESCO en algún momento fue elegir una vía intermedia para transformar esa información, esas métricas de forma que pudieran constituir un estudio con alguna periodicidad y posteriormente con las estadísticas que recoge el Instituto de Estadística de UNESCO (UIS) de Montreal. De hecho, hay una persona en el UIS que está intentando transformar los más de cien indicadores en métricas más estadísticas. ¿Entonces se están intentando realizar estadísticas a partir de los IDM? Sí, ya se hizo dos veces. Se empezó con un grupo piloto de 25 países y ahora hay otro estudio. En el primero yo participé como parte del 17 comité científico e intentamos construir unos pretest de los exámenes. Dicho lo cual, ¿por qué UNESCO se posiciona en contra de los estudios comparados en la introducción de los IDM3 y analiza mediante estudios estadísticos las diferentes realidades mediáticas? No es exactamente eso. UNESCO no se posiciona en contra de los estudios comparados entre los países. La idea de UNESCO no es producir un ranking porque esta cuestión es difícil en una herramienta compleja como los indicadores. No es tan sencillo de hacer un ranking con tres o cuatro indicadores que después se puedan sumar y decir quién es el mejor o quién es el peor. Estamos hablando de 150 indicadores, por lo que la idea nunca fue, suponiendo que hubiesen recursos, aplicarlos en los 196 estados miembros. Además, es una metodología compleja, no se trata de decir si hay o no libertad de expresión y hacemos un ranking, como otros organismos que sí que se rigen por esta dinámica. La idea es aplicar una herramienta compleja y, a partir de ahí, ofrecer insumos para la construcción de mejores políticas públicas, independientemente del stateholder: Estado, órgano regulador, sociedad civil… No hacer los ranking tiene que ver con la idea de hacer hincapié en que los Indicadores de Desarrollo Mediático (IDM) tienen una metodología compleja. Ahora, por supuesto que comparar es parte de la naturaleza misma de los indicadores pero es comparar en el sentido de cómo se puede aprovechar las buenas prácticas para mejorar en este sentido. ¿Cree que los IDM han tenido un impacto positivo? Creo que han sido muy exitosos. Sin embargo, como sabe, no ha sido un invento de UNESCO. Si ha tenido la oportunidad de leer el paper original de Andrew [Puddephatt] por el que nacieron los indicadores, 3 En la introducción del informe de UNESCO se afirma que: “debe anotarse que estos indicadores no están diseñados para realizar un análisis longitudinal en el tiempo, ni tampoco para comparar entre diferentes países; son una herramienta analística diseñada para ayudar a las/los actores a evaluar el estado de los medios de comunicación social y medir el impacto de los programas de desarrollo mediático” (UNESCO 2008a: 5). 18 él cuenta cuáles fueron los otros treinta corpus de indicadores que él analizó para llegar al documento que está en la página web. Es muy interesante porque se puede ver cuáles fueron los otros indicadores. Que, a nivel diferencial, tiene que ser un conjunto aprobado por los estados miembros, pero parte de los indicadores que fueron tenidos en cuenta son índices que siguen existiendo: Freedom House, Media Index de IREX y otros… ¿Qué otros indicadores está utilizando UNESCO en este momento? Como sabe, los Gender Sensitive Indicators for Media (GSIM), cuya persona responsable es Alton Grizzle; los indicadores de seguridad de periodistas, que también están basados en los IDM y cuya persona responsable es el nuevo director de libertad de expresión de UNESCO, que también puede hablar sobre los IDM y, después, hay otra serie de indicadores que no están directamente relacionados con UNESCO pero que nacieron de forma paralela. Por ejemplo, cuando yo coordinaba este sector en Brasil nosotros pusimos en marcha los Indicadores de calidad de televisión pública 4 . Hoy están siendo aplicados en distintos países como Colombia, en una semana estoy viajando a Medellín. ¿Cuál piensa que es la potencialidad de estos nuevos corpus de índices? Son muy interesantes porque a las televisiones públicas les interesa y tenemos la sensación, y a mí me gusta la idea, de perder un poco el control de la información. ¡Qué bueno que la gente está comenzando a aplicar estas herramientas sin pedir permiso a UNESCO ya que es una herramienta pública! Claro, si el equipo investigador quiere que UNESCO selle, tenemos que participar del proyecto pero sino es buenísimo que lo usen. Recientemente estuve en Perú y me informaron de que la televisión pública está incluso pensando a utilizar los indicadores de calidad incluso para su planificación y en 4 BUCCI, E.; CHIARETTI, M. Y FIORINI A. M. (2012): Indicadores de calidad de las emisoras públicas - Evaluación contemporánea. http://unesdoc.UNESCO.org/images/0021/002166/216616s.pdf. 19 Brasil también, en Montevideo, en Argentina de una forma más estructurada e incluso pidiendo nuestra participación… En este caso, para hablar de este material en particular yo estuve involucrado en la construcción, como coordinador, pero los autores están identidades en el informe. Los Indicadores de calidad de las televisiones públicas daba la impresión de ser un informe externo a UNESCO que en algún momento tiene relación con la institución internacional, ¿es así? Para que sea un proceso que pase por todos los estados miembros y sea votado lleva un tiempo, como es el caso de los IDM. En el caso, por ejemplo, de los Indicadores de calidad de la televisión pública se ha contratado consultores externos para realizar adaptaciones de los IDM para medios públicos. Como eso no pasó todavía por los estados miembros, todavía no se puede decir que los índices son de UNESCO pero fue un proceso coordinado por la organización y con validación en un seminario con medios públicos de todo el mundo, etc. Pero no tiene desde un punto de vista institucional no tiene la misma fuerza. Ni siquiera sé si este es el caso. La idea es tener un documento madre, que son los IDM, y de ahí ir haciendo cosas más ágiles. ¿Querría preguntarle por el caso de la aplicación inconclusa de los IDM en Venezuela por Medianálisis? En este caso, tendría que buscar más información porque no estuve directamente involucrado en los detalles, pero te puedo decir que en UNESCO hay una estructura que se llama PIDC, que es el programa que aprobó este documento. El PIDC abre propuestas para recibir propuestas de proyectos que solicitan financiación anualmente y algunas organizaciones utilizan este recurso para aplicar los indicadores. En el caso específico de Venezuela esta organización solicitó al PIDC financiación para aplicar los indicadores. Es cierto que la organización enfrentó dificultades para realizar la aplicación, que yo no sé cuáles son, y finalmente no lograron hacer lo que estaba en la propuesta. Esto no es necesariamente una cuestión novedosa. Hay muchas solicitudes de proyectos que finalmente no se realizan por distintas razones. Hasta que se diga de forma definitiva que no se 20 va a concretar el proyecto, el PIDC no eliminará la información de la página web. Por tanto, ¿hay diversos procesos de aplicación? Efectivamente. Hay que diferenciar los procesos en los que UNESCO coordina la aplicación, en los que está directamente involucrada, y los procesos en los que otros solicitan financiación y eventualmente es la propia UNESCO la que la financia. De nuevo, es un documento público y cualquiera puede aplicar los índices pero algunas de ellas han pedido expresamente que UNESCO se involucre decididamente en el proceso, como es el caso de Uruguay. Acá estamos en un consejo asesor por pedido del equipo de coordinación y hay veces en los que no estamos involucrados pero sí podemos financiar, como es el caso de Venezuela y hay procesos que, ni siquiera, sabemos que se están utilizando estos indicadores. Es bueno que sea así. Cuanta más gente mejor pero para tener el sello de UNESCO tiene que cumplir algunas reglas. Según los investigadores que están realizando la aplicación de los IDM en Uruguay, una de las principales dificultades que están encontrando en este momento es la definición de género así como la transposición de los GSIM a los Indicadores de desarrollo mediático. ¿Qué le parece esta cuestión? Creo que los Gender Sensitive [Indicators for Media] vienen de una historia de intentar garantizar el equilibrio en el ecosistema de los medios de comunicación. Esta historia, gana mucha fuerza con la plataforma de Beijing ya que, si usted lee los documentos de la plataforma, hay un capítulo entero sobre cómo garantizar los derechos y el equilibrio de género en términos profesionales, tanto en el management de los medios, cómo en la cobertura. De hecho, en Women Make the News se identifica una vez al año que la cobertura sobre temas donde la mujer está presente está relacionados, en la mayoría de los casos, con la cultura culinaria pero no de política, etc. Estos indicadores, incluso para que tengan credibilidad, son hechos a partir de una construcción de conocimientos que vienen de muchos años. Eso no quiere decir que los otros temas de diversidad sexual, etc. no deban ser contemplados, pero es una cuestión de 21 focalización y de construcción histórica. No es por pensar que un tema sea más o menos importante que el otro. La inversión internacional de distintos actores en producir conocimiento sobre este tema viene desde hace mucho tiempo y hay un cierto consenso en la comunidad internacional que trabaja este tema de que medir si hay una cantidad más o menos igualitaria de mujeres y de hombres en el senior management es algo que hay que medir, independientemente de la orientación sexual de cada persona. Hacer esa cuenta para las orientaciones sexuales no es tan sencillo… ¿No tiene que ver, por tanto, con una presión de los estados miembros para realizar un paralelismo entre género y mujer? Puede ser, pero yo nunca lo había escuchado. Hay una construcción histórica que se apoya en un respaldo conceptual mediante personas que llevan trabajando en el tema desde hace años. Analizando la aplicación de los IDM en Uruguay se observa que se han integrado al proceso los GSIM, ¿cómo se planteó esta unión de dos corpus de indicadores? Hay construcción global de los indicadores [IDM] en 2008 y esta construcción fue ganando especificidades sobre temas que son importantes para la organización: género, de protección de periodistas, de calidad de medios públicos… Para la organización no en sentido burocrático sino que identificamos estos temas como importantes para la protección y promoción de la libertad de expresión. En el ADN de todas estas herramientas específicas está el informe de indicadores de desarrollo mediático de 2008 pero son mucho más específicas puesto que manejan conceptos específicos. Cuando hay un proceso de aplicación de los indicadores globales, en general, comentamos con la gente que los está aplicando la posibilidad de sumar estos otros indicadores si es el caso. Por ejemplo, en algunos países el tema de la violencia contra periodistas es una cuestión central y muy grave, por lo que recomendamos encarecidamente que consideren incorporar estos índices. La idea que está por detrás es que, aunque en un contexto específico se decida aplicar, por ejemplo, solo los indicadores de seguridad o los de género o los de calidad de medios públicos, los que están realizando la aplicación tienen que 22 darse cuenta de que va a faltar algo. Todas estas cuestiones no ocurren de manera aislada sino que están conectadas al sistema de medios más amplio pero muchas veces hay que ser realistas puesto que no hay recursos para hacer todo. Es una cuestión pragmática. En el caso de la aplicación de los IDM en Uruguay, las particularidades del país hacen que los investigadores encuentren problemas a la hora de definir grupos vulnerables, ¿cómo se observa desde UNESCO este tipo de problemas relacionados con la problematización del sistema mediático uruguayo? Creo que algunas de las evaluaciones tienen que ver con observar los indicadores de manera aislada y no el conjunto del ecosistema mediático, como sugiere el documento. Seguro que si uno toma el indicador sobre el multilingüismo en televisión, este fenómeno no existe en Uruguay. Ojo, que a veces este mismo tipo de observaciones que se escucha en algunos países es una excusa. Por ejemplo, se puede pensar que en Brasil no existe la posibilidad de la pregunta del multilingüismo porque es un país en el que todos hablan portugués pero hay 188 lenguas indígenas que no están presentes en la televisión pública, etc. Por tanto, cuando se piensa en multilingüismo se suele pensar en el ejemplo canadiense con el francés y el inglés de una manera clara o en Sudáfrica o India pero a veces en nuestros propios países suceden estas cosas. Cerrado el paréntesis, creo que cuando se piensa en los indicadores en conjunto permiten, sobre todo a partir de las sugerencias de aplicación de los casos específicos, desarrollar un poco más la información. ¿Podría darme algún ejemplo? El caso del acceso a la información pública. Se pregunta si hay o no hay ley. En el caso uruguayo hay ley. Pero después se pregunta: ¿existe una aplicación de la ley? Bueno, ahí Uruguay ya tiene un problema porque el órgano de aplicación no es independiente, etc. Después, en términos del marco general de la regulación de los medios. En este caso, vamos a tener problemas en casi todos los indicadores puesto que no hay un órgano regulador independiente, la forma en la que está regulada no tiene concesiones transparentes, etc. 23 De hecho, la nueva ley que se propone está intentando resolver estos problemas pero no está aprobada y no se sabe si va a ser aprobada o no. Cuando se mira el big picture tengo la impresión de que Uruguay no tenga los problemas clásicos de la libertad de expresión, ya que afortunadamente no están asesinando a periodistas, no hay leyes de censura previa, etc., pero si se leen con cuidado la aplicación de los indicadores se observarán las áreas que hay que mejorar. A veces entiendo la crítica de personas que miran lo que está en el prólogo y que quedan frustrados, pero el objetivo de la herramienta es ofrecer un mapa o una hoja de ruta para aquellos que quieren mejorar sus políticas públicas sobre este tema de la manera más objetiva posible. Entonces, cuando uno mira este cuadro general, creo que va a servir para países como Uruguay pero también para otros con problemas, si los podemos calificar así, mucho más graves de libertad de expresión, u otro tipo de cuestiones distintas. Es verdad que cuando se produce una herramienta que procede de un organismo con 196 estados miembros y que, de alguna manera, tiene que dialogar con todos, la limitación es muy clara. La herramienta fue producida para tener sentido en todo el mundo y, cuando se produce una herramienta con estas características, las limitaciones de este objetivo original son evidentes. No es posible que una herramienta de cuenta de las especificidades. Por eso, la sugerencia de aplicación es siempre que, aunque se cuente con el apoyo y la participación de UNESCO, sea hecha siempre por agentes locales, con la participación del más numeroso y diverso grupo de actores para que los indicadores tengan una traducción a partir de las realidades específicas de cada uno de los países. Volviendo al caso uruguayo, ¿cree entonces que esta homogeneización poblacional afecta de algún modo a los indicadores? Creo que hay un cierto mito de la homogeneización de la sociedad. Según los datos, Uruguay cuenta con una población con discapacidad entre el 10 y el 15 por ciento por lo que los medios podrían dar cuenta de esta diversidad. 24 Sin embargo, los investigadores observan con dificultad la definición de grupo vulnerable. La definición de grupo vulnerable tiene que estar clara en la metodología de aplicación pero es una definición imposible en el documento original porque el grupo vulnerable no es el mismo acá que allá. No creo que eso sea una cosa que se pueda resolver desde el secretariado de UNESCO en París. Esos indicadores no están pensados solo para países en desarrollo sino que se puede aplicar en cualquier país. De hecho, en este ejercicio que se hizo en el UIS, una de las aplicaciones que se hizo en el momento inicial fue la de Italia, que tiene un problema de concentración de medios impresionante pero que cuyos grupos vulnerables no son los mismos que los uruguayos. ¿Cómo se podría resolver, por tanto, el problema de la definición de grupo vulnerable? Por ejemplo, los grupos que están protegidos por el grupo del sistema internacional de Naciones Unidas: mujeres; niños, niñas y adolescentes, personas con derecho de asilo… igual no se escapa de una necesidad de hacer un relevamiento específico en cada país. La aplicación en Brasil es muy compleja puesto que lo que se hizo fue intentar medir lo que se puede pensar como la agenda nacional, pero que es limitada por definición. No se puede pensar en Brasil como un todo. Si se pudiese hacer una aplicación de los indicadores en Rio Grande del Sur, podría tener algún grado de comparación con Uruguay y, aunque territorialmente estén cerca, Rio Grande tiene 20 millones de personas y Uruguay tiene 3. Brasil es un animal un poco raro en este sentido y sería extremadamente caro involucrar a todos los agentes. En cuanto a las definiciones y observando los ejercicios que se están llevando a cabo en los distintos países, creo que es válido, pero mi impresión es que hay que definir qué es vulnerable en un sistema concreto y tejer esto en relación con los medios de comunicación. Lo importante es siempre la honestidad intelectual. Aunque se comentan errores, lo importante es aclarar las definiciones. Cometer errores es parte de este proceso complejo. 25 El último informe publicado de la aplicación de los IDM ha sido el de Palestina, ¿cómo se ha producido el proceso? Yo no tengo información específica sobre el proceso de aplicación de Palestina. Yo ví la publicación puesto que recibo la información por el correo interno y no tengo autoridad para decir nada al respecto. Sin embargo, sí puedo decir que las personas que estuvieron involucradas son muy válidas. Sea cual sea el país, en la protección específica de las libertades civiles y políticas siempre existe el argumento de que hay otros derechos que se deben proteger antes. Por ejemplo, yo participé en discusiones en esta región sobre niños, niñas y adolescentes en relación a los medios de comunicación y cuándo se habla de protección en estos temas, muchos de los opositores acuden a esta argumentación. “Como hay tantos niños y niñas que tienen sus derechos vulnerados, pasan hambre, son vulnerados… ustedes quieren discutir sobre horarios infantiles, protección a la infancia en la televisión, etc.”. A mí me parece que es un falso dilema. Si vamos a esperar que todos los problemas se resuelvan en el mundo para después hablar de libertades nos quedaremos siempre a medio camino en el que nada se resuelve. Yo tengo la sensación de que en países que actualmente están en conflicto pero que esperamos que algún día estén en una situación postconflicto, tener un mapa de por dónde empezar la reconstrucción no es una mala idea. Seguro que un país que quiera recuperar su democracia una de las primeras cosas que querrá implementar serán medidas que contemplen a los medios de comunicación. Entonces, no me parece inválido tener esta información o estos datos para no empezar de cero. Esto es todo hipotético puesto que no sé decir si era el mejor momento o no. Muchas gracias. 26 Conversación con Gabriel Kaplún Gabriel Kaplún, profesor de la UdelaR 2/09/2014 Facultad de Información y Comunicación de la Universidad de la República (UdelaR) ¿ CÓMO se genera el acercamiento entre UNESCO y las universidades para que se produzca la aplicación de los IDM en Uruguay? Todo empieza cuando UNESCO me invita a participar en el Consejo Intergubernamental [del PIDC] de 2010 para hablar sobre la Ley de Radiodifusión Comunitaria de Uruguay y me quedé en toda la reunión ya que estaba muy interesado. No me limité al rato que me tocó hablar y fue en ese momento cuando vi las primeras presentaciones de la aplicación de los indicadores. Si bien había oído hablar del asunto, no fue hasta ese momento que entendí la importancia de esos instrumentos. Llegando a Montevideo hablé con el que en ese momento era representante de UNESCO aquí, Günter Cyranek, y le propuse realizar la aplicación en Uruguay. En realidad ya se lo había comentado a la gente de UNESCO en Paris. En ese momento estaba una española, Silvia Chaparro. Generamos buen vínculo y le propuse a UNESCO hacerlo y, hablándolo, les dije que no podíamos ni convocar a los empresarios, ni al gobierno a hacer esto, sino que se tenía que hacer desde un lugar que pareciera más neutral, como son las universidades. 27 ¿Había habido antecedentes de trabajo en red con otras universidades? El trabajo que habíamos experimentado el año anterior con UNESCO, que era un trabajo conjunto de todas estas universidades sobre comunicación para el desarrollo fue un antecedente útil. Era otra temática pero había sido una experiencia conjunta muy reciente. No eran sólo las universidades pero estaban todas. Así, dado que había habido una experiencia inicial, nos pareció bueno convocarlas a todas. Quisieron todas y se arrancó con el proyecto. ¿Por qué las universidades? Por eso que ya conversábamos: podía asegurar más legitimidad, más distancia en principio de los actores en juego y de los conflictos en muchos de estos temas. Además, si estaban muchas de las universidades -que en este país son pocas-, esa garantía era mayor. ¿Cree que esto ha limitado las posibles presiones que se pudieran producir a lo largo de la investigación? Sí, ese era uno de los objetivos más importantes. Es un abanico plural en materia ideológica. Por ejemplo, estas universidades tienen orientaciones distintas. La incorporación de la UTU [Universidad del Trabajo del Uruguay] es un poco especial puesto que no es estrictamente una universidad aunque tiene también formación terciaria pero es formación profesional, como se diría en España. Se incorporó porque había estado en el ejercicio anterior y a UNESCO le pareció pertinente. En realidad, su trabajo ha sido muy correcto en el desarrollo del proyecto. ¿Cómo se financia el proyecto? Cuando nos encontramos la primera vez para armar el proyecto, [Günter] Cyranek planteó que estábamos en plazo para presentarnos a uno de los llamados anual del PIDC. Entonces nos presentamos a ese llamado que no podía servir para financiar la investigación sino la socialización de los resultados. Allí ya imaginamos algunos de los problemas de la socialización del estudio. Empezamos a imaginar que había que tener mucha interlocución con otros actores desde el principio y no sólo en el momento de socializar. Habíamos visto el 28 caso de Ecuador que, con otro formato, había tenido también un gran proceso de interlocución. De hecho, tuve una conversación telefónica con una de las investigadoras de CIESPAL en 2010, que estaba llevando a cabo el informe que, en ese momento, estaba muy avanzado. En el documento que se envía a París solicitando la financiación para la socialización aparece la figura del consejo consultivo. Después fuimos a hablar con un posible financiador que era la Agencia Nacional de Investigación e Innovación (ANII). Tuvimos un primer encuentro ya que teníamos financiación para la socialización pero no para la realización del proyecto en sí. La ANII nos dijo que no tenía un programa específico pero que tenían una ventanilla abierta para otros proyectos que eran interesantes y que lo más interesante es que estuvieran todas las universidades involucradas. Para la ANII tenía un valor especial por esa característica. En este país el 80% de la investigación la hace la universidad pública [UdelaR] porque la UdelaR es muy grande, las otras son mucho más chicas, y todo el sistema de investigación es reducido y la ANII lo quiere agrandar. De hecho, lo agrandó. En materia financiera, desde que la ANII está hay casi el doble de recursos y esa mitad la tiene la ANII y no la universidad. Este proceso es muy reciente. Cuando diseñamos el proyecto apareció fuertemente esta estructura de tres patas: el equipo de investigación, el equipo de coordinación y el consejo consultivo. ¿Cuál es el papel del consejo consultivo en esta estructura triangular? Esta estructura tiene sus dificultades. El consejo consultivo estuvo claro desde el principio. Al tener distancia con todos los actores buscábamos que, a su vez, pudiésemos tener diálogo con los mismos. De lo contrario se corría, y se corre, el riesgo de que sucedan dos cosas. O los actores no lo ven legitimidad alguna, criticándolo una vez que se presenten los resultados. En este caso, es muy distinto si van conociendo resultados poco a poco y van legitimando relativamente parciales. Y el otro posible escenario es que se guarde en un cajón y nadie le “dé ninguna bola”. ¡Hay tanta investigación que no ha servido para nada! El consejo no resuelve necesariamente este 29 problema pero puede ayudar a solucionarlo. Hay una tercera función que es más obvia que es que el diálogo con esos actores es útil desde el plano estrictamente técnico. Son gente que está en el asunto, sabe y, aunque no sean técnicos, conocen la temática, por lo que tendrán posiciones políticas y técnicas que pueden ser interesantes. Sin embargo, nos reservamos el derecho de atender o no sus opiniones, puesto que el consejo es consultivo. ¿Cómo está funcionando y cómo se espera que funcione el consejo consultivo? La primera reunión fue buena, pero estamos atrasados ahora en la realización de la segunda y eso me preocupa. Esto se debe principalmente al nuestro atraso en el trabajo de investigación. La expectativa es poder mantener el buen nivel de la primera, pero la falta de continuidad puede afectar eso. ¿Cuál es su opinión sobre la utilización de los índices mediáticos para realizar series históricas y estudios comparados? Si bien es cierto que UNESCO en su documento se niega a esa posibilidad, yo albergo la esperanza de que sí. Para nosotros es interesante en el caso de Uruguay y eso le planteamos también a la ANII, con el expreso respaldo del representante de UNESCO. Era importante tener este instrumento en un momento en el que el país está procesando cambios en esta materia. Es importante contar con una línea de base para después poder comparar. Sobre todo, porque cuando finalmente logramos convencer a la ANII se venía la ley [del audiovisual], se venía la televisión digital… todo parecía que se venía y, con más razón, parecía importante que se produjese un estudio en ese momento. ¿Puede afectar al proyecto el hecho de que se produzca un cambio legislativo en materia de comunicación durante la aplicación de los IDM en Uruguay? Sí. Ese fue un problema que encontramos desde el comienzo y creo que, aún con sus inconvenientes, la versión del informe en que estamos trabajando ahora empieza a resolverlo de modo adecuado. 30 Va por el buen camino en el sentido de decir, por ejemplo, que la participación de la sociedad en algunas decisiones está asegurada para el sector comunitario por ley, mientras que para medios públicos y privados se regula mediante decreto. En el proyecto de ley, en cambio, eso estaría asegurado. Por tanto, el equipo de investigación ha optado por introducir en el informe un párrafo inicial o final en el indicador en el que se dice, por ejemplo, “hoy no pero mañana sí”, mediante la ley con estas características. No dice nada que no sea cierto y deja adelantada una cuestión puesto que el proyecto es conocido desde mayo 2013. Entonces, ¿se están introduciendo los cambios legislativos en las últimas versiones del informe? Sí, en las categorías 1 y 2 que estamos corrigiendo precisamente en este momento incorporamos el tema. No es fácil de hacer pero me parece que esa solución de un párrafo aludiendo a que la ley traerá cambios de algún tipo en este sentido es fundamental. De hecho, el cambio legislativo incorpora en muchos casos cuestiones que ya se estaban haciendo reguladas por decreto o por decisiones políticas. ¿Cuándo cree que se comenzarán a difundir los resultados? No va a haber productos publicables hasta fin de este año o comienzos del que viene. La socialización se va a producir en el marco del nuevo gobierno sin duda. Eso para mí estaba muy claro. En principio, nosotros hubiésemos querido arrancar dos años antes, con un escenario muy diferente. Por ejemplo, en ese momento no había un proyecto de ley por lo que era mucho más difícil saber cómo iba a regular algunas cuestiones. Podríamos imaginar algunas cosas por lo acordado en el Comité Consultivo para la Ley, que funcionó en 20105, pero en realidad la ley no tenía texto concreto hasta mayo de 2013. 5 Véase Informe final del Comité Técnico Consultivo (2011), en “Aportes para la elaboración de una Ley de Servicios de Comunicación Audiovisual”. Montevideo: MIEM-DINATEL. 31 ¿Cómo se ha producido la incorporación de los indicadores de género para medios de comunicación en la aplicación de los IDM en Uruguay? A comienzos de este año, el representante de UNESCO [Guilherme Canela] nos planteó la posibilidad de incorporar los Indicadores de género a nuestro estudio, con recursos específicos que habría para eso. Lo vimos en el equipo de coordinación y con los investigadores y finalmente se decidió incorporarlos. Corríamos con la ventaja que el costo de agregar este aspecto al estudio ya en marcha era menor que hacer sólo el estudio específico de género. Además, le daría a nuestro informe una potencialidad mayor. Casualmente en la única reunión del consejo consultivo en 2013 ese fue uno de los planteos que recibimos, formulado por Lilian Celiberti, de Cotidiano Mujer y de la Coalición por una Comunicación Democrática6. Muchas gracias. 6 El libro Políticas públicas de comunicación y género en América Latina: Un camino por recorrer (CHAHER 2014) reúne el trabajo que distintas organizaciones de la sociedad civil de México, Argentina, Uruguay, Brasil, Colombia, Venezuela, venían realizando sobre las diferentes formas que adopta la discriminación por razones de género en los medios de comunicación, con foco en la regulación, las políticas públicas y el rol que debía tener el Estado como garante del derecho a la comunicación de las mujeres y de colectivos discriminados por razones de género. Sus autoras son Sandra Chaer de Argentina, Raquel Moreno de Brasil, Juliana Martínez de Colombia, Aimeé Vega de México, Lilián Celiberti de Uruguay y Luisa Kislinger de Venezuela. 32 Conversación con Paolo Mancini Paolo Mancini, profesor de la Università di Perugia 10/09/13 Facoltà di Scienze Politiche Università degli Studi di Torino (Turín, Italia) 13/09/13 Università di Firenze durante el Congreso Anual de la Società Italiana di Scienza Politica (SISP) (Florencia, Italia). A COSA servono gli indicatori mediatici? In termini generici per alcune cose sono importanti ma, soprattutto nel campo dei media, non funzionano perchè tendono a astrarre l‟oggetto media dal contesto in cui si sviluppano e questo non è possibile. Secondo lei, qual è il principale problema degli indicatori di sviluppo mediatico? Secondo me non servono per realizzare studi comparati. Sicuramente sono troppo generici e probabilmente un‟applicazione qualitativa di questi indicatori non ha senso. Per esempio, quando io ho risposto al questionario dell‟Università di Essex7, le domande erano formulate di 7 Las auditorías democráticas realizadas por esta organización, y según fueron concebidas por el Human Rigths Center de la Universidad de Essex, pretenden evaluar la calidad de la democracia de un país atendiendo a dos principios básicos: la igualdad política y el control popular, entendido éste como el derecho de los ciudadanos de influir en las decisiones públicas y en el proceso político. La evaluación la realizan expertos, fundamentalmente académicos, puntuando en una escala de 1 a 10 el grado de cumplimiento de diversos 33 maniera tale che non si applicavano allo scenario italiano. Non era possibile applicarle al caso italiano, perchè il caso italiano, come tra l‟altro il caso spagnolo, aveva una struttura diversa che non consentiva l‟applicazione di quelle domande. Quindi, è la limitazione: assumere che ci sono alcuni parametri che funzionano per tutti i Paesi ma questo non è vero. Per cui, la risposta a questo questionario è stata: “Questo non è possibile verificarlo in Italia”. È già difficile formulare gli indicatori. Seguendo il suo lavoro, il problema dell’standarizzazione degli indicatori può essere corretto in scenari simili? O compari scenari simili o, se non non è possibile perchè la struttura del sistema è diversa. Nel caso di questo questionario di cui ti parlavo prima, proprio quelle domande non si potevano applicare al caso italiano. Quindi si potrebbero costruire degli strumenti per realizzare studi comparati e serie storiche, anche in scenari simili? In tanto io però direi indicatori in relazione a che cosa? Perchè una cosa è parlare di indicatori rispetto alla politica, all‟economia... Io sugli indicatori ho sempre un po‟ di resistenza perchè, per esempio, studiare il pluralismo del sistema mediatico ma non studiare il sistema politico e la struttura del sistema politico è un limite. Perchè il pluralismo non è una cosa astratta e dipende da, per esempio, la forza quanto i partiti politici hanno radici nella società, che storia hanno... Per esempio, noi ci stiamo accorgendo che studiare il pluralismo politico nei Paesi dell‟Europa centro-orientale ha poco senso e confrontarlo con il pluralismo occidentale. Perchè? Perchè c‟è un sistema politico molto volatile. Un partito viene aperto oggi, dopo dieci giorni scompare, dopo se ne innaugura uno novo... Allora come fai a misurare il pluralismo se c‟è un sistema che non è stabile. Questo indicadores que miden diferentes componentes del marco democrático. Los indicadores, en total 57, se agrupan en cinco esferas diferenciadas: a) ciudadanía, leyes y derechos; b) representación política y elecciones; c) gobernabilidad y rendición de cuentas; d) sociedad civil y participación, y e) política exterior 34 mi sembra una cosa importante: anche l‟idea di pluralismo deve essere misurata nel contesto sociale nel quale avviene la misura. Si potrebbe comparare con altri sistemi politici oppure mediatici, tornando al nostro tema, che abbiano le stesse caratteristiche? Certo. Allora, devi trovare in questo caso sistemi politici che abbiano le stesse caratteristiche e poi misurare il pluralismo. E poi non è detto che non puoi misurare il pluralismo in sistemi politici diversi però devi tener conto di questa diversità. Quindi, partire soltanto da indicatori che riguardano il sistema dei media ma estrarli dal contesto sociale, economico, politico, al limite anche religioso... per esempio, tu mi stavi citando il pluralismo. Il pluralismo in genere ci riferiamo a pluralismo delle fonti, politico, ma in Paesi in cui più che la politica conta la religione? Allora non puoi utilizzare le stesse categorie per analizzare i Paesi che hanno storia, evoluzione, contesti completamente diversi. All’interno di questa reflessione sull’importanza degli indicatori per realizzare studi comparati e serie storiche ci sono anche strumenti che non mirano a realizzare questi due tipi di studi. È il caso, per esempio, degli indicatori mediatici di UNESCO (2008), che opinione ha in merito? Ma probabilmente loro non vogliano comparare dei sistemi, prima di tutto perchè c‟è il rischio di dire che c‟è un sistema meglio dell‟altro. Se usi degli indicatori poi alla fine sei portata a fare delle graduatorie, delle clasifiche e allora UNESCO, da questo un po‟ si deve difendere, perchè questo significa dire a un Paese che è migliore, ha uno sviluppo migliore dell‟altro, ecc. Questo è sempre rischioso. E in secondo luogo forse perchè si rendono conto che applicare gli indicatori a contesti sociali, economici, politichi diversi può essere rischioso. E allora non lo vogliono fare. Dicono di fare degli indicatori per studiare una realtà anche se le specificità di queste caratteristiche, ma anche di qualche struttura di qualche oggetto che vai a studiare, le capisci meglio se li confronti con qualcos‟altro. Perchè altrimenti quelle specificità ti sfugiono. L‟altra cosa che forse devi tenere in conto per questo proposito è la famosa distinzione tra 35 “casi simile” e “casi differenti”... Quando fai analisi comparative hai due scelte: una di lavorare su “most similar cases”, casi più simili; e “most different cases”. Allora, o analizi casi simili, quelli che hanno più similitudini o analizi casi più differenti e sono due strategie di contronto diverse. Questa è una distinzione importante che è da tenere presente. Il founding ha una relazione diretta dell’applicazione degli indicatori mediatici? con i risultati Non nei resultati ma nei metodi. Non so se hai visto los studio sul pluralismo fatto dalla Commissione Europea che ha pubblicato l‟Università di Leuven8. Il rapporto è uno studio molto grosso e l‟idea che, per esempio, l‟Unione Europea gli ha esplicitamente chiesto alla fine di produrre degli indicatori molto specifici per arrivare a dire se c‟è pluralismo o no. Allora loro hanno utilizzato quello che loro chiamano “sistema di semafori”. A seconda dei diversi indicatori hanno meso un semaforo verde o un semaforo rosso. Un semaforo verde significa buono. Un semaforo rosso significa cativo. Questo nasceva propio dalle esigenze poste dal finanziatore, la Commissione Europea che voleva studiare il pluralismo nei media nei Paesi europei. Loro hanno una richezza enorme di indicatori ma secondo me non ha senso proprio perchè poi rischia di astrarre questo del contesto specifico. Si potrebbe dire quindi che il finanziamento influisce sulla propia natura degli indicatori? Certo. Perchè poi alla fine gli hanno chiesto “dacci degli indici specifichi per dopo poter dire lì c‟è pluralismo, lì non c‟è pluralismo”. Ecco il semaforo verde e rosso. L‟influenza del finanziatore ha imposto che non ci fossero soltanto universitari a fare questo 8 ICRI, JIBS, CEU. Ernst & Young [et al.] Indicators for Media Pluralism in the Member States – Towards a Risk-Based Approach (Final Report and Annexes: User Guide, MPM, Country Reports). [Indicadores para el pluralismo en los medios a los estados miembros – hacia un enfoque basado en el riesgo (informe final y anexos: guía del usuario, MPM e informes del país)] Bruselas: Comisión Europea, julio de 2009. Para más información: http://ec.europa.eu/information_society/media_taskforce/pluralism/study/in dex_en.htm. 36 rapporto ma ci fosse anche un‟azienda di consulenza organizzativa. In modo che l‟azienda spingesse ancora di più verso l‟empirismo, verso la fattualità e non verso l‟astrazione teorica come probabilmente il ricercatore universitario è portato a fare. Perchè si preferisce il professionista agli accademici per la realizzazione di questi indicatori? Perchè il professionista si suppone che abbia degli indicatori più pragmatici, più empirici di quanto il ricercatore universitario possa avere. Allora questo rapporto è stato profondamente influenziato dalle esigenze proposte dal committente che nel caso a spiegare è la Commissione Europea, quindi non era un bando competitivo come la Commissione Europea fa normalmente per raggiungere la costruzione degli indicatori ha forzato i ricercatori a coinvolgere dei professionisti. In particolare, una società di consulenza organizzativa del lavoro. E come influisce nello specifico? Non influisce sull‟independenza dello studio ma sì sulla tipologia del lavoro. Loro volevano semplificare per arrivare ad avere degli strumenti di misurazione quantitativa. Questo è tipico dal lavoro della Commissione Europea. Lo stesso noi. Noi stiamo facendo un lavoro sulla corruzione ed è un grande progetto europeo che coinvolge 19 istituzioni e loro insistono ad avere indicatori quantitativi in modo da poter misurare per esempio il grado di corruzione che esiste in un Paese. Cosa che fanno tante altre istituzioni ma la stessa Commissione Europea vuole arrivare a misurare quanta è la corruzione in un determinado contesto. Come si può misurare quantitativamente un fenomeno, come la corruzione ma anche come il pluralismo, prevalentemente qualitativo? Questo glielo dovresti chiedere a loro ma questa è la direzione nella quale stanno spingendo. Quindi il comitente certo che è importante. Ci sono tantissimi dimensioni che non sono quantificabili e forse sono le più importanti. Se prendi il livello di professionalità ci sono come indicatori le organizzazioni professionali e quanti giornalisti 37 appartengono a queste organizzazioni. In Italia, come tu sai, tutti i giornalisti fanno parte di un‟organizzazione professionale. Questo significa professionalizzazione? Essatamente il contrario. Perchè pur dovendo essere forzatamente membro di un‟organizzazione professionale questo non ti assicura un‟alto livello di professionalità. Anzi, il contrario. Per concludere l’intervista in profondità vorrei chiederLe l’importanza degli indicatori nella costruzione delle politiche pubbliche. Non penso che ci possa mai essere un‟influenza diretta. C‟è indiretta nel senso che poi, da questi dati, per passaggi successivi si costruiscono delle politiche. Quindi, una certa influenza alla fine arrivano ad averla ma perchè mettono in moto un processo che è lungo e che ha diversi step. Non è che fai un rapporto e poi inmediatamente hanno delle conseguenze, ma sono utilizzate, nel tempo e lungo un processo che è complesso, per i gruppi di pressione ma anche per l‟assunzione di determinate politiche. Serve per tematizzare, per mettere un problema nell‟agenda decisionale ma quando e come interveniamo è un‟altra questione. E questo è importante. La ringrazio tanto. 38 Conversación con César Ricardo Siqueira Bolaño César Ricardo Siqueira Bolaño, profesor de la Universidade Federal de Sergipe, Brasil, 10/06/14 L mayor parte de los índices permiten realizar estudios comparados y series históricas, tal es el caso de los propuestos por Reporteros Sin Fronteras, IREX o Freedom House. Sin embargo, UNESCO ha promovido los Indicadores de desarrollo mediático que no buscan dicha finalidad. ¿Cree que eso perjudica a instrumentos de medición de este tipo? A No conozco con profundidad el proyecto de UNESCO ya que, como sabe, no es mi objeto de estudio. Sin embargo, si tiene ese problema, es un problema importante, aunque no necesariamente invalide los datos. Entrevistando a algunos expertos internacionales, reconocían que si no existían datos sobre un determinado escenario mediático, la aplicación de los IDM era positiva. Efectivamente, el problema es que si no hay posibilidad de comparación histórica es un problema grave que debería plantearse. Yo creo que el problema es que se han hecho intentos en diferentes países pero falta una unificación de este proceso definiendo un método que pueda permitir la comparación internacional y también análisis históricos. 39 ¿Cuál es su relación con la labor sobre indicadores? ¿En qué está trabajando en la actualidad? Yo he acompañado lo que ha hecho el colectivo Intervozes9 en Brasil y la relación con UNESCO. Aquí [Brasil] se optó por Intervozes al tener un planteamiento propio sobre el tema para que lo desarrollase según las posibilidades que se observaban en este país. Me imagino que en otros países se haya hecho más o menos lo mismo. El problema es cómo compatibilizar todo esto en un sistema que pueda ser comparable y de largo plazo. Tal vez esto todavía no esté en el planteamiento pero debería introducirse en la agenda de UNESCO. Desde el punto de vista de la Economía Política de la Comunicación (EPC), ¿cuál debería ser el papel de los indicadores mediáticos en las políticas públicas en materia de comunicación? Desde el punto de vista de la EPC es siempre interesante tener indicadores que puedan ser fuente de información comparada entre distintos escenarios. Tener un retrato ya es un avance pero si no hay modo de realizar comparaciones internacionales, ver cómo se mueve la cosa en el tiempo, etc. sería un indicador relativamente limitado aunque puede suponer un punto de partida para que sea mejorado en el tiempo. Creo que lo que se ha hecho, por ejemplo en UNESCO, de realizar una crítica y proponer una alternativa más homogénea va en ese sentido, de mejorar su aplicabilidad con el tiempo. ¿Desde qué tipo de entidades deberían promoverse los índices mediáticos? Antes nombrábamos organizaciones internacionales como UNESCO, donde los estados miembros poseen un papel fundamental pero también hay otras entidades, que se financian de manera privada. Es importante apoyar el desarrollo de los indicadores por UNESCO y que se mejore en un segundo paso. De hecho, si en ese segundo 9 Para leer sobre los Indicadores do direito de comunicação (2010), del Colectivo Intervozes consultar: http://pfdc.pgr.mpf.mp.br/atuacao-e-conteudos-deapoio/publicacoes/comunicacao/contribuicao_construcao_indicadores_comu nicacao_intervozes 40 momento se llega a un cierto grado de comparación ya podríamos hablar de avances importantes. ¿Prefiere la realización de indicadores específicos, como la pobreza o el género, a la creación de índices generales que engloben todos los aspectos del entorno mediático? Creo que sería necesario introducir el tema de la pobreza y la distribución desigual de la renta dentro de los indicadores porque no siempre la libertad para una persona es libertad para todos. La cuestión de género también es interesante. Por tanto, estoy de acuerdo en tener este tipo de indicadores trasversales. Otra de las cuestiones controvertidas relacionadas con el contenido de los indicadores tiene que ver con las TIC. Numerosos índices analizan la proliferación de las nuevas tecnologías de la información y la comunicación en amplios sectores de la sociedad como un factor positivo, sin tener en cuenta ni la alfabetización mediática de la ciudadanía ni la parte de la población que queda aislada de estos avances tecnológicos por razón de renta. ¿Qué opinión le merece esta cuestión? Lo importante es saber qué pasa con la mayor parte de la ciudadanía, no solo con aquellos que tienen la libertad de opinar en determinados foros. De ahí que el tema étnico también sea un aspecto a tener en cuenta en la definición de los indicadores. ¿Cree que es necesario homogeneizar o consensuar las definiciones sobre conceptos tan centrales para los indicadores como la libertad de expresión? Efectivamente, está muy claro que hay dos perspectivas que están relacionadas con tipos de intereses distintos. Incluso hay que tener en cuenta que entidades como Freedom House, tienen mucha más facilidad para conseguir un indicador homogéneo que UNESCO, donde existe un proceso interno democrático para la construcción de los indicadores. 41 Desde la salida de EE.UU., la financiación de los programas de UNESCO se ha visto debilitada. ¿Este es motivo suficiente para replantearse el papel de una organización internacional de las características de UNESCO en la definición y aplicación de los IDM? Si el problema es de financiación no sé quién podría cubrir la aportación que ya no llega desde Estados Unidos. ¿Cuál es su opinión sobre el papel de los observatorios de comunicación? ¿Estas entidades pueden suplir las carencias de otro tipo de iniciativas y realizar aplicaciones independientes? Me parece bien pero el principal problema, nuevamente, es el tema de la financiación. Creo que los estados democráticos deben tener un papel importante apoyando este tipo de iniciativas. Sin embargo, ¿piensa que algunos países democráticos, que financian las propuestas de entidades internacionales, adolecen en muchos momentos de una política de transparencia en sus acciones? Todo está relacionado con la estructura más alta del poder. En este sentido, el que controla la comunicación tiene poder y quien tiene poder no lo quiere perder. Por ello, siempre tendrán una posición complicada en relación a la transparencia. ¿Cree que los agentes de la sociedad civil podrían consolidarse como agentes de incidencia y control de estas mediciones del sistema mediático? Sí, sobre todo organizaciones no gubernamentales universidades tienen un papel muy importante en ese sentido. como Por último, alguno de los expertos aluden a que los indicadores mediáticos estaban siendo utilizados en algunos casos como elementos de proyección pública. ¿Estás de acuerdo con esta afirmación? No, no estoy de acuerdo. Hay mucha gente competente involucrada en el proceso como los compañeros de Intervozes, por ejemplo. Creo que el problema está en que esos procesos en UNESCO son muy 42 lentos y no se puede saber exactamente cómo se desarrollarán. En cuanto a lo que preguntabas, tiene que ver con que hay intereses muy importantes en el tema de la comunicación que seguramente no van a facilitar que estos procesos concluyan de manera satisfactoria. Muchas gracias. 43 Conversación con Diego Giannone Diego Giannone, profesor de la Universita' degli Studi di Napoli Federico II 13/09/13 Università di Firenze durante el Congreso Anual de la Società Italiana di Scienza Politica (SISP) (Florencia, Italia). è la sua conoscenza sugli Qmediatico dell’UNESCO (2008)? UAL indicatori di sviluppo Di UNESCO conosco poco. Ho letto qualcosa perché ho analizzato le cose che faceva la Freedom House o che ha fatto Reporter Senza Frontiere quindi su quei temi là sono più attento. Invece, quelli dell‟UNESCO, di Trasparency International e di IREX, li ho visti ma più che altro per capire come funzionano e se lavoravano in maniera diversa rispetto a FH o RSF. Anche se alla fine dovrebbero essere quelli più affidabili, forse per la natura delle istituzioni, invece non è così. Nel caso di UNESCO, questa entità dovrebbe definire e applicare questi indicatori [ISM] affidabili, ma nell’introduzione del rapporto l’entità già avverte che questi indicatori non servono per realizzare studi comparati nè serie storiche. Allora, a cosa servono? Allora, il principale vantaggio di tutti i grandi indicatori è quello di fare studi comparati. E allora a cosa servirebbero questi macroindicatori? 45 Effettivamente, se parli con gli esperti che ne fanno l’applicazione molti rispondono che servono per avere una fotografia fissa della realtà mediatica. Per esempio, quelli del Brasile affermano che, dal momento che loro non avevano nessun monitoraggio previo di queste caratteristiche, tutto quello che l’UNESCO offre è positivo. In effetti. Rispetto al nulla tutto può essere una cosa positiva. Inoltre, vorrei sapere il suo parere rispetto agli indicatori che lei ha analizzato. Sia gli indici di FH che quelli di RSF, sono generici oppure specifici? Sono generici. E quindi quali sono le principali caratteristiche di suddetti indicatori? Nel caso di Freedom House, loro hanno cambiato la metodologia ma continuano a pubblicare un ranking dei Paesi. Questo lo fanno sia per la libertà di informazione che per l‟altro strumento analizzato che loro chiamano “livelli di libertà” che alla fine viene utilizzato per misurare la democrazia nel mondo, come se fosse la stessa cosa. Mi può dare qualche informazione in più sugli indicatori della Freedom House? Nel caso della Freedom House lo strumento è nato in maniera molto naif nel senso che c‟è stato un‟autore che negli anni 70 si è messo con le poche risorse che aveva a disposizione e ha creato prima lo strumento di misurazione della libertà nel mondo e poi negli anni 80 ha creato questo strumento di misurazione della libertà di stampa nel mondo. Quindi è nato in quel modo e poi lo strumento ha avuto forse più successo che quello che l‟autore si immaginava e alla fine è diventato il vero e proprio metodo di misurazione. Cioè, a livello internazionale sia per quanto riguarda la democrazia sia per quanto riguarda la libertà di informazione quasi tutti fanno riferimento a quello strumento. 46 E perchè? Primo perchè non c‟è altro. Secondo perchè ti offre una serie di dati storici che vanno dalla metà degli anni 70 inizi anni 80 ad oggi. Terzo perchè te li offrono gratuitamente e te li rendono disponibili online. Quarto perchè hanno un budget economico piuttosto importante e quindi riescono pure a farsi pubblicità in qualche modo. Parlando del finanziamento, secondo Lei influisce sui risultati e sull’applicazione degli indicatori? Sono abbastanza scettico sull‟idea di creare uno strumento che possa a livello universale misurare la libertà di informazione e misurare i livelli di trasparenza dei media, perchè i contesti socio-culturali e politici sono determinanti. Quindi quando uno va a applicare lo strumentoin contesti diversi, i risultati possono non essere omogenei né comparabili. Questo è dal punto di vista più generale. Ma poi, nello specifico, chi crea questi strumenti? Chi c‟è alla base? Freedom House nasce in maniera piuttosto naif però oggi questo strumento lo utilizza per esempio il Governo americano. C‟è un programma che è partito con la Amministrazione Bush che si chiama Millenium Challenge Account e questo programma, se tu vai a vedere sul sito internet www.mcc.com, mi pare che sia, praticamente finanzia i Paesi in via di sviluppo sulla base del loro grado di rispetto di alcuni criteri. Tra gli indicatori che utilizzano per misurare i Paesi in via di sviluppo ci sono quelli di FH, quelli dell‟UNESCO, di Trasparency International, Heritage Foundation. Questi indicatori, benché apparentemente scientifici, vanno a incidere sulla politica, perchè se un Paese non ottiene un buon punteggio in classifica perché la FH lo considera non democratico, allora il Governo americano lo classifica come non eligibile per il finanziamento. La stessa cosa succede con la Banca Mondiale. La Banca Mondiale quando va a fare le sue graduatorie di good governance tra gli indicatori che utilizza ci sono quelli della FH . La stessa cosa ha fatto l‟ONU. La UNPD, un‟agenzia dell‟ONU, ha costruito un manuale di good governance che fa ancora una volta riferimento, tra i tanti indicatori a quello di Freedom House. Quindi l‟impatto a livello politico, di relazione diplomatiche c‟è. Il problema di fondo, secondo me, è che il sistema di valutazione che si sta riproducendo enfatizza alcuni valori e criteri (della democrazia, 47 della libertà di informazione) e ne trascura altri, facendo però passare il tutto sotto una parvenza di scientificità e oggettività data dagli indicatori. In relazione alla sua risposta c’è quello che hai detto nella fase anteriore della ricerca, riferita all’esistenza di interesi economici che condizionano questi indicatori. Sono questi interessi i più importanti? Secondo me contano i fattori economici e quelli politici, entrambi. Dalla mia prospettiva che considero neo-Gramsciana, questi strumenti sono dei metodi di conoscenza della realtà che però non sono neutri. Non dico che ci sia una volontà politica di cercare di definire qualcosa in un determinato modo però c‟è qualcosa più a monte. Lo strumento quando nasce, nasce in un contesto storico, culturale, economico... che, in qualche modo, ne condiziona la stessa strutturazione. Quando noi siamo in un laboratorio, ci scegliamo gli indicatori dalle science fisiche, dalla chimica, sappiamo che se mettiamo due ingredienti può succedere una determinata cosa. Nelle scienze sociali, almeno per i concetti delle scienze sociali più “contestati”, come democrazia, diritti umani, libertà di informazione, trasparenza..., la loro definizione le misurazione risente del clima politico-ideologico dominante. Un altro aspetto interessante è capire perché gran parte di suddetti strumenti nasce nel decennio 1975-1985: Fourcade e Healy scrivono in un saggio molto bello del 2007 che in quegli anni c‟è stato un vero e proprio “boom della misurazione”, un proliferare di strumenti di misurazione e monitoraggio degli individui, degli Stati, delle corporations. Perchè avviene questo boom? Uno dei motivi, ovviamente, è la rivoluzione informatica che rende più semplice reperire i dati, memorizzarli, catalogarli, etc. Ma l‟impatto profondo che secondo me ha prodotto quella diffusione di strumenti è che c‟è stato negli anni 70 e 80 un passaggio paradigmatico da un modello di democrazia di Welfare a un modello che io definisco neoliberista. Il neoliberismo, come ideologia e come insieme di politiche, tende a ridurre tutti gli aspetti della vita umana a 48 una valutazione in termini economici dei costi-benefici di una azione. Esso si basa tutto sul calcolo, sulla standardizzazione, sulla razionalizzazione e quindi sulla logica del mercato che si deve applicare non soltanto agli scambi ecconomici ma in qualche modo, a tutta la vita umana. Così, gli Stati stessi vengono valutati e classificati in base a quanto rispettano quella logica, quanto sono capaci di essere economicamente efficienti, di creare profitto, di non indebitarsi, di essere “market-friendly”: in quegli anni cambia il metro di giudizio per valutare la bontà dell‟azione dello stato. Lo Stato è valutato positivamente non quando eroga servizi sociali e garantisce una serie di diritti sociali, ma quando rispetta altri tipi di parametri. Anzi se si ostina a garantire prestazioni di welfare viene valutato come “sprecone”, inefficiente, dai mercati finanziari che devono acquistare i suoi titoli di Stato, dalle agenzie di valutazione del credito, ecc. È chiaro che in quel contesto di trasformazione dello Stato il neoliberismo ha bisogno di nuovi strumenti di misurazione della realtà e questi non nascono per caso. Oppure se nascono in un certo modo man mano che passa il tempo gli indicatori cambiano, diventano neoliberali, senza una valida motivazione metodologica del cambiamento. Questo è quello che è succeso con gli indicatori della Freedom House sulla libertà. A un certo punto, a metà degli anni novanta, gli indicatori sull‟ugualianza socio-economica sono stati cancellati. Non certo senza ripercussioni o senza effetti perchè se tu fino all‟anno prima misuravi qualcosa in qui c‟era anche il rispetto dell‟ugualianza socio-economica tra gli individui, questo qualcosa non può sparire senza generare ripercussioni sul piano metodologico e politico. Anche perchè è il contesto in cui risiedono i media... È il contesto in cui le stesse possibilità democratiche si sviluppano. Se le condizioni socio-economiche sono importanti, li devi considerare come indicatori. Se invece non li consideri importanti, significa che l‟ugualianza non è più un valore. Quindi stai mirando a misurare un qualcosa che tu continui a chiamare democrazia, che tu continui a chiamare libertà di informazione però gli strumenti, gli indicatori che utilizzi, ci stanno portando a un concetto più specifico. Io sono 49 scettico quando qualcuno dice “io misuro la democrazia”. Tu misuri la democrazia ma ci devi mettere un aggettivo vicino. Cosa intende per un aggettivo vicino? Se è liberale, sociale, ugualitaria, neoliberale... chiaramente, Freedom House anche per motivi puramente commerciali non dirà mai che misura una specifica concezione di democrazia odi libertà di informazione. Loro vogliono essere quelli che a livello universale danno le coordinate, le linee. Ma ovviamente non sono persone messe a caso, hanno un proprio background. Questo è il secondo grande tema. Ci sono tre aspetti fondamentali che io analizzerei di queste società. 1. Chi le finanzia. La FH, fino all‟anno scorso, si definiva come una società indipendente non governativa, una autodefinizione che solo da quest‟anno è cambiata. Forse perché anche a loro è risultato evidente quel paradosso che ho evidenziato nel mio articolo del 2010 sul fatto definirsi “non governativi” mentre si viene finanziati per circa l‟80% del proprio budget dal governo americano è alquanto bizzarro. Questi dati sul finanziamento da dove l’ha ottenuti? Questi dati li ho presi dal report annuale che loro pubblicavano sul sito internet. L‟ultima pagina di questo report pubblicava i finanziatori della Freedom House. L‟ultimo report che loro hanno reso disponibile in maniera chiara è del 2007. In ordine di tempo c‟è anche quello del 2010, ma se tu leggi il report del 2010 non troverai i dati così chiari come nel 2007, dove specificavano ogni singola voce di entrata Invece, in quello del 2010 dicevano semplicemente che il Dipartimento di Stato americano che ci ha dato oltre 250.000 dollari e che l‟Agenzia americana USAID ci ha dato oltre 250.000 dollari e quindi restano i due maggiori finanziatori perchè gli altri hanno dato tutti di meno rispetto a questi. Quindi fondamentalmente anche se i fondi sono diminuiti nel corso degli ultimi anni, il principale finanziatore resta ancora il Governo americano. 50 E cosa vuole dire? Questo vuole dire tutto e niente perchè anche la nostra ricerca viene finanziata dal Governo spagnolo, dal Governo Italiano. Ma se a ciò aggiungiamo una analisi del comitato scientifico della FH scopriamo altri indizi importanti. Il comitato infatti detta la linea teorica su cui lo strumento si fonda. Ebbene, nonostante si definiscano una società bipartisan la stragrande maggioranza dei membri del comitato appartiene all‟ala neoconservatrice della destra americana. Non soltanto intellettuale, perché negli anni passati c‟era Wolfowitz, c‟era Rumsfield, c‟era l‟ex-direttore della CIA. Quindi ci sono una serie di personaggi riconoscibili che hanno fatto parte dell‟amministrazione Bush. Il finanziamento non ti dà una prova dato che loro ti possono dare i soldi e tu puoi attuare indipendentemente la tua misurazione, ma il comitato scientifico ti dà già una indicazione più precisa perché e chiaro che se Huntington che ha fatto parte del comitato scientifico fino al 2008 ha una certa idea di democrazia, di democratizzazione, è chiaro che può influire sulla impostazione teorica dello strumento. Dopo tutti questi elementi, cosa rappresentano per Lei gli indicatori? Gli indicatori rappresentano di per sè gli strumenti apparentemente più scientifici e meno ideologicamente o politicamente determinati. È come se fossero davvero il metro. Uno non mette in discussione il metro perchè serve per misurare e nessuno va a guardare gli indicatori. Allora, visto che la critica che è stata fatta quando io ho presentato quell‟articolo alla SISP due anni prima che fosse pubblicato su Democratization, diceva: “A noi gli indicatori ci servono, le serie temporali ci servono”, si capisce qual è ilvantaggio competitivo che la Freedom House è riuscita a garantirsi davanti a tutti gli altri concorrenti. Ha una serie storica di dati che riguardano tutti i Paesi del mondo, circa 197. Ma anche se i dati ci servono, questa non può essere una giustificazione per non mettere in discussione lo strumento. Io sono convinto che i dati servano però se il dato che ci serve per fare le nostre comparazioni è distorto in qualche modo, è fallace, è falsificato, i risultati lo saranno altrettanto. E questo non lo dico solo io, ma lo hanno sostenuto anche tre illustri studiosi come Sen, Stiglitz e Fitoussi nel Rapporto che il governo 51 francese gli aveva commissionato per uno studio su indicatori alternativi al PIL. È su quello che dovremmo interrogarci. Cosa ne pensa di altri strumenti come quello di RSF? Io non sono metodologo, ma certamente esso ha molte più carenze rispetto a quello di FH. La FH ne ha parecchie, relativamente alla trasparenza per esempio, se si pensa che solo negli ultimi anni sono state rese note le domande su cui poi vengono in qualche modo condotte le analisi dagli esperti; lo stumento di Reportier Senza Frontier lo ho analizzato di meno, però ho visto come è fatto, e mi pare abbastanza approssimativo. Ad esempio, il fatto che loro inviino questo strumento a esperti nazionali i quali dopo rispondono a queste domande online e che , in molti casi, sono domande aperte... Dal punto di vista metodologico mi lascia molto più perplesso. Un‟altra cosa che secondo me è interessante è che quello strumento, per le domande che contiene, che poi sono gli indicatori alla fine, è interessato a un‟altra concezione di libertà di informazione. In che senso gli indicatori di RSF hanno una concezione differente di libertà di informazione rispetto a quelli della FH secondo lei? Le domande di quello strumento sono quasi tutte incentrate sui giornalisti che ricevono minaccie fisiche per il loro operato, sui casi di censura, sul numero di giornalisti uccisi o torturati... diciamo che sono a un livello diverso. Quello strumento potrebbe servire a discriminare Paesi in cui la stampa non è libera da Paesi in cui la stampa non dico che sia libera ma per lo meno è parzialmente libera. Ci sono quindi differenze tra la libertà di informazione e la libertà di stampa? Questa è un‟altra pecca degli strumenti. Per esempio la Freedom House si sta aprendo alle nuove tecnologie soltanto negli ultimi anni. Tutta la questione dei blogger, del giornalismo online, della qualità delle informazioni, resta ampiamente trascurata. La qualità dell‟informazione prodotta va considerata nel misurare i livelli di libertà di informazione? O va visto solamente quanti giornali ci sono nel mondo? 52 Allora gli indicatori devono essere generici oppure parziali? Gli indicatori si limitano a dire quanti giornali ci sono in un Paese oppure sono interessati anche al pluralismo dei contenuti? O ancora, la carta stampata, la televisione, internet sono sistemi separati o integrati... Ormai quando vedi i telegiornali ti porta a un commento su Twitter. Cioè il sistema è talmente integrato e complesso che basarsi su quegli indicatori così semplici a cui alcuni esperti e analisti devono dare delle risposte secondo me, non dico che sia totalmente banale ma sicuramente semplifica troppo la cosa. Bisogna essere consapevoli dell’utilizo di questi indicatori. Appunto, al meno chi lavora nel settore li dovrebbe utilizzare in maniera consapevole e esporre, prima di una ricerca, tutti i limiti dello strumento a cui si è affidato. Dopo se questo strumento diventa banalizzato o va in mano ai decisori politici che utilizzano le classifiche per determinati scopi, o sui quotidiani che le diffondono in maniera acritica il discorso diventa più pericoloso, perché dopo quella graduatoria la leggono i cittadini, essa diventa “senso comune” e quindi si determina un processo che si autoalimenta e che legittima una specifica concezione di libertà di informazione. Ti racconto un caso clamoroso che riguarda Il Manifesto, il giornale comunista per eccellenza in Italia, che nell‟aprile 2010 ha fatto un numero monografico sul problema della libertà di informazione. Questo numero si apriva con l‟editoriale del direttore che diceva che il problema principale dell‟informazione in Italia oggi era che l‟informazione era diventata una merce. Giravi la pagina, doppio paginone: mappa del mondo con i dati della Freedom House e dicevano: “Come vedete l‟Italia risulta parzialmente libera, il problema è Berlusconi, lo dice la Freedom House”. Allora, se il giornale comunista per eccellenza aveva colto teoricamente il problema, ci aveva detto che l‟informazione era una merce, e poi aveva utilizzato uno strumento che se uno va a vedere, considera l‟informazione come merce un indicatore positivo, emerge tutto il paradosso di come vengano utilizzati in maniera acritica questi indicatori. La Freedom House contempla che quanto più una informazione sia prodotta, venduta e acquistata sul libero mercato delle idee, tanto più c‟è informazione libera. 53 Quale ruolo pensa che svolgano gli indicatori nel cambio di paradigma sociale? Io penso che gli strumenti di misurazione sono sia il prodotto del clima politico-ideologico, sia il veicolo attraverso cui quel paradigma egemonico si rafforza e si legittima. Da una parte sono i nuovi metodi di conoscenza. Una volta che si creano grazie alla loro pretesa di essere scientifici, alimentano, diffondono a livello di senso comune attraverso le graduatorie, attraverso gli indicatori, i valori e i principi di quel paradigma e quindi lo rafforzano. La domanda retorica che vi faccio è: adesso siamo in una fase di crisi del neoliberismo, si esce di questa crisi ma come se ne esce? Se uno deve uscire dalla crisi deve anzitutto analizzare e misurare le cause che l‟hanno determinata e sulla base di queste proporre delle soluzioni. Se lo strumento di misurazione per eccellenza della crisi è quanto gli stati spendono e quanto sono indebitati, quindi si pregiudica a quelli che spendono di più, se quello è il metro ancora oggi di misurazione, vuol dire che dalla crisi si esce ancora con le lenti del paradigma egemonico, cioè, quello neoliberista, che attribuisce la causa della crisi alle inefficienze e agli sprechi del settore pubblico. Nessuno riesce oggi a imporre un metro di misurazione diverso che dice che dalla crisi non si esce con politiche di austerità, Che dalla crisi si esce, anzi, rilanciando la domanda, rilaciando la spesa pubblica, rafforzando o investendo in infrastrutture pubbliche, nella sanità, nella ricerca, nella scuola, ecc. Questo tipo di risposta che corrisponde poi a un altro modello teorico oggi non c‟è e non riesce ad arrivare ai decisori politici e a chi poi porta avanti una serie di iniziative che sono poi quelle che fondamentalmente incidono sulla vita dei cittadini. Quindi anche guardando a quali strumenti sono i più utilizzati universalmente per dire se dalla crisi, in qualche modo, si esce, possiamo tranquillamente dire che più che una crisi sistemica del capitalismo neoliberista questa è una crisi interna al modello che non ne pregiudica la fine, ma anzi potrebbe addirittura rafforzarne e accelerarne la realizzazione di alcuni principi. 54 Secondo lei, è una crisi del modello oppure all’interno del modello? La mia idea è che è semplicemente una crisi di restaurazione del potere di classe. David Harvey, quando analizza il neoliberalismo negli anni 70 dice che quello non è stato altro che una restaurazione del potere di classe in un momento in cui le elite sociali ed economiche mondiali si stavano accorgendo che, dopo gli anni 60, il potere di classe era stato distribuito forse un po‟ troppo tra le classi più svantaggiate. Il neoliberismo è stata l‟ideologia che ha sostenuto il tentativo riuscito di restaurare il potere di classe e quindi di fare tornare l‟elite politiche-economiche mondiale al posto in cui stavano prima. Lei è molto critico con la parola “efficacia” riferita agli indicatori. Come mai? Efficace rispetto a che cosa? Perchè l‟efficacia alla fine è raggiungere gli obiettivi prefissati, è il rapporto tra gli obiettivi prefissati e gli obiettivi raggiunti. Dal punto di vista della FH, i suoi indicatori hanno successo, quindi sono efficacissimi.Ma dal punto di vista dello studioso che intende fare uno studio rigoroso lo sono altrettanto? E dal punto di vista di chi magari ha optato per politiche pubbliche espansive, tese a garantire i diritti sociali, e che per questo viene penalizzato dalla FH, lo sono altrettanto? Come vedi la questione dell‟efficacia di un indicatore è alquanto complessa e sfaccettata. Arrivati a questo punto, secondo lei gli indici sono uno strumento di proiezione pubblica o, come diceva prima, sono un trasmettitore del modello egemonico neoliberale. Quando uno va a fare queste comparazioni macro a livello mondiale non è senza importanza che il Paese sia di per sè democratico, non democratico, ci sia una dittatura oppure un sistema totalitario. Questo va a influire penso sulla libertà che uno ha di fare determinati tipi di valutazioni. Leggevo un articolo su una rivista americana sulla libertà di informazione in Birmania e sulle recenti aperture del regime militare. Il tutto veniva analizzato attraverso gli occhi dei giornalisti esuli. Cioè, con l‟occhio di chi è stato costretto a scappare dal regime! Ora, quanto può essere obbiettivo sul livello di libertà di 55 informazione che c‟è in Birmania. È scappato. È stato costretto a scappare quindi non potrà mai dire “stiamo migliorando, stiamo migliorando”. Per lui quel regime è totalitario a prescindere dai miglioramenti che uno può vedere. Il problema di fondo che l‟articolo però pone è quello delle fonti. Chi può darci informazioni “attendibili” sul regime a noi che da fuori vogliamo valutarlo? Il sistema è talmente chiuso che le uniche informazioni disponibili sono quelle che provengono dall‟esterno. Qual è la finalità allora di fare gli indicatori mediatici? La serie storica è uno dei suoi punti di forza [degli indicatori]. Se tu voi sapere se la Tunisia, per esempio, è migliorata dal 1985 ad oggi lo puoi sapere con i dati dalla Freedom House. Io sono convinto che la comparazione sia centrale perchè, appunto, la Scienza Politica è scienza della comparazione alla fine. Bisogna comparare, ma la comparazione non può essere fatta su macro dati quantitativi che non ti dicono nulla. Soprattutto su temi così complessi. Io posso immaginare di fare una comparazione sui sistemi elettorali, sui sistemi di governo perchè in qualche modo, anche da un punto di vista delle definizioni, c‟è un maggiore accordo tra gli stessi studiosi su che cosa significano, ma se già sulla definizione di libertà di informazione o democrazia ci sono discordanze, non tra scuole diverse ma tra gli studiosi della stessa scuola, allora tutto può diventare opinabile. Quindi, comparare sì ma io partirei da quello che diceva Barrington Moore quando ha scritto Le origini sociali della dittatura e della democrazia, ciòe comparazione qualitativa, pochi casi. Se poi ne vogliamo fare di più ci vuole un equipe di studiosi che lavorano a livello mondiale, come alla Freedom House, ma che possono lavorare anche a livello qualitativo. Non bisogna per forza definire un numero. Il problema di fondo è la classifica, i ranking che è quello che vende. Loro [FH] hanno fatto il salto di qualità quando si sono inventati la mappa con tre colori diversi per i Paesi liberi, parzialmente liberi e non liberi. Se vainella sede della Freedom House a Washington ad accoglierti nell‟atrio d‟ingresso c‟è questa grande mappa del mondo. Hanno capito che di quel prodotto che circolava all‟inizio tra pochi esperti del settore si poteva fare una merce. Si poteva vendere sul mercato, ottenere finanziamenti della politica, fare i briefing con esperti del 56 congresso e il senato americano, fare in modo che Bush andasse alla sede della Freedom House a fare un discorso e a dire che loro sono stati dei baluardi anche per la diffusione della libertà nel mondo che la America porta avanti. Allora lei sarebbe d’accordo preminentemente qualitativa? con una comparazione Sì. La comparazione serve ma fondamentalmente di tipo qualititavo. Per esempio, c‟è questa società svedese che si chiama International Institute for Democracy and Electoral Assistance (International IDEA) che però si occupa più che altro di democrazia. Ha provato a fare un manuale chiamato Democracy Assessment che indica agli studiosi come fare una comparazione qualitativa dei livelli di democrazia nei vari Paesi. È una comparazione qualitativa, non devi per forza arrivare alla graduatoria finale. Se davvero vi interessa sapere qual è il livello di qualità di un Paese non bisogna dire l‟Italia è 1, la Spagna è 4 e gli Stati Uniti è 12. Non è questo l‟obbietivo finale che dovrebbe interessare, almeno agli studiosi. Io posso capire che il numero può affascinare i politici, i giornalisti, perchè hanno il fascino dell‟impatto immediato: hanno la apparenza scientifica, sono incontestabili e ti dicono chi vale di più e chi vale di meno. Come studiosi, invece, dovremmo essere più interessati alla qualità del processo che ha consentito di ricostruire il livello di libertà di informazione di un Paese, il livello di democrazia. Poi possiamo fare tutti i raggruppamenti che vogliamo. Dove è il problema? Il problema è che tanti studiosi vedono la ricerca qualitativa in una maniera negativa. Se non arrivi a definire un certo numero di variabili, a fare analisi statistiche più o meno complesse su casi, allora non è vera ricerca. La ricerca qualitativa va fatta sul campo e può dare gli stessi risultati. Magari bisogna affinare i metodi, capire meglio come muoversi, avere un gruppo di ricerca... è anche più costosa rispetto a basarsi sui dati numerici e a fare delle opperazioni statistiche. Penso che alla fine l‟obbiettivo valga l‟investimento. Migliorare la misurazione e quindi costruire un indicatore come è l‟obbiettivo della tua tesi è un investimento. La misurazione è la chiave strategica 57 attraverso cui poi ci poniamo le domande cruciali su come implementare alcune policies e come non implementarne altre. Se il metro è falsato, tutto quello che viene dopo è falsato. La ringrazio. 58 Conversación con Claudia Padovani Claudia Padovani, profesora de la Università di Padova 26/09/13 Entrevista por videoconferencia. Skype I quali ambiti legati agli indicatori di genere per i media sta lavorando attualmente? N Io nell‟ambito dei lavori che attualmente sto seguendo più da vicino e che riguardano genere e comunicazione, genere e media, ti faccio due esempi molto espliciti. Il primo riguarda quegli indicatori sul gender sensitive fatti dall‟UNESCO10 lo scorso anno e che sono però pensati non tanto come batterie di indicatori che puoi applicare per fare lavoro di analisi comparata come stai dicendo tu, quanto piuttosto secondo me sono concepiti come dei benchmark, dei riferimenti di comportamento, dei modelli anche normativi lasciati a disposizione sopratutto delle organizzazioni e dei media e un po‟ a libera scelta loro di organizzarseli come vogliono nel momento in cui vogliono fare dei lavori all‟interno delle organizzazioni; almeno io così l‟ho sentito raccontare da Alton Grizzle. Per tanto io penso che dal non avere nulla, ad avere uno strumento del genere sia comunque qualcosa di importante perchè vuol dire che l‟organizzazione internazionale costruisce uno strumento che però, secondo me, è uno 10 Para más información sobre los indicadores de género para medios de comunicación de UNESCO (2012) consultar: http://unesdoc.UNESCO.org/images/0021/002178/217831e.pdf. 59 strumento molto lasciato alla buona volontà di chi poi lo userà e che in qualche modo non ha l‟ambizione di creare quella cosa che invece tu stai dicendo essere importante, ossia come faccio poi io a verificare una qualche corrispondenza tra l‟adozione degli indicatori e le policy che si sono adotatte. Molto diverso è il caso degli indicatori che abbiamo sviluppato in questo progetto europeo fatto per EIGE che sono decisamente meno articolati nel senso che sono quasi banali; se li leggi ci sono 4 cose essenziali, però sono stati costruiti così perchè lì c‟era un‟intenzione esplicita di fare in modo che tutti i paesi europei li potessero adottare come uno strumento che poi verrà effettivamente utilizzato e nel tempo avere una possibilità di assestment. A cosa serve avere la fotografia statica di una cosa se dopo non vi è un’applicazione reale? Però in realtà nell‟ambito dei media si ha comunque una compaginazione di soggetti diversi dove è quindi importante avere delle policy che definiscano una cornice normativa complessiva però dopo è ovvio che i vari attori che sono coinvolti, gli stakeholder, sono poi di varia natura e anche di vari interessi rispetto a questo tipo di questioni. Quindi il broadcasting pubblico, ovviamente, si sente più in dovere di riflettere quei principi, quei valori e quei comportamenti mentre i privati, tutto sommato, anche no. Quindi io sono d‟accordo con te che sia importante avere degli elementi basati, come nel caso nostro, su indagini molto rigorose a loro volta comparative; noi potevamo anche scriverli sulla base delle conoscenze della letteratura secondaria prima ancora di fare il progetto però, proprio perchè c‟era l‟intenzione di adottarla in un contesto di policy, si è voluto che fosse costruito sulla base di indagini empiriche e che quindi riflettessero una realtà. Quello che io vedo di quegli indicatori lì è che, come sempre se vuoi avere diversi paesi che adottano una posizione, sono un minimo comune denominatore; molto minimo, quindi il rischio e forse la sfida grossa e con cui immagino tu ti stia confrontando anche nel tuo lavoro di tesi è: come fare ad avere un trade off fra indicatori che siano più articolati, e che quindi ti consentano di leggere in maniera anche approfondita un contesto che stai osservando, e indicatori che funzionino come orientamento delle policy. I due esempi che io ti ho apportato sono esattamente agli antipodi: da un 60 lato hai una grande articolazione con centinaia di indicatori e sottoindicatori che non sono operazionalizzabili e dall‟altra per averli non solo operazionalizzabili, ma adottati dal Consiglio dell‟Unione europea, sono banali. Inoltre vi è un altro problema: alcuni degli indicatori hanno una applicazione diversa dipendendo dal finanziamento e dalle pressioni sia interne che esterne. Un esempio è il caso UNESCO con gli indicatori del 2008 di sviluppo mediatico. Vi sono paesi come il Venezuela, che tra l’altro andando a vedere la web dell’UNESCO che non solo non è aggiornata dal 2010 ma vi è ancora un post di un rapporto che non si è mai fatto, in cui l’organizzazione che voleva attuarli ha ricevuto numerose pressioni e ha dovuto rinunciare al progetto. O ancora il caso dell’Ecuador che dopo averli attuati ha ricevuto lo stop dall’UNESCO per quanto riguarda la pubbilicazione. In relazione all’applicazione degli indicatori di genere per i media 12 come è stato il rapporto con UNESCO? State ricevendo qualche tipo di pressione? Dunque per me sono due cose distinte. Il percorso dell‟UNESCO e gli indicatori che hanno sviluppato li conosco perchè, tra l‟altro, hanno pubblicato con WACC che io conosco bene, e li ho sentiti presentare dal responsabile dell‟UNESCO Alton Grizzle. Però io non ho nè aiutato a costruirli e neanche li sto applicando. Al più potrebbero essere delle cose che io propongo ai miei studenti per fare qualche lavoro di indagine l‟anno prossimo, ma non ci ho ancora pensato. Mentre invece io posso commentarle il rapporto che noi studiosi abbiamo avuto con l‟istituto UNESCO, il quale a sua volta doveva rispondere al suo committente che era la presidenza irlandese dell‟UE, quindi avevano dei referenti del governo irlandese, e quindi EIGE faceva da punto di contatto ma anche un po‟ da filtro sulle cose che noi stavamo costruendo e quello che l‟Irlanda si aspettava di ricevere; perchè poi il rapporto fu presentato dall‟Irlanda come se fosse stato scritto da EIGE, anche se loro hanno proprio preso il testo nostro, tanto è vero che i loro commenti al loro testo erano tutti mirati a farci adattare il testo a quello che loro volevano venisse fuori. Allora lì sì, è stato anche un negoziato ma noi sapevamo fin dall‟inizio 61 che il nostro contratto prevedeva che noi facessimo uno studio e producessimo indicatori, quindi in realtà il negoziato è stato abbastanza semplice, ci siamo attenuti al fatto che questi indicatori avessero una consistenza dal punto di vista scientifico e che fossero significativi, per quanto possibile, della realtà che volevano andare a tracciare. Per esempio, mentre loro erano molto interessati a contare il numero di uomini e donne nei consigli di amministrazione, quanti presidenti etc., noi abbiamo insistitito affinchè uno di questi indicatori rilevasse in che forma e in che modo le organizzazioni dei media si dotano di politiche o meccanismi che favoriscono l‟uguaglianza di genere. In quel caso siamo stati noi a insistere, per cui inievitabilmente va considerato che ci sono dei committenti che hanno degli interessi e che, come in questo caso, dei filtri; onestamente io non ho sentito degli interventi nè di censura nè di vincolo eccessivo. Essendo Lei un’esperta di genere, considera che la definizione di genere che dall’UNESCO negli indicatori si possa considerare discriminatoria nei confronti del collettivo LGBTI? Beh, ho la tua stessa perplessità. La mia risposta in linea generale, e basandomi anche sulle osservazioni di molti colleghi, ci sembra, quindi non soltanto a me e soprattutto a livello di organizzazioni internazionali, che si sia adottata come intercambiabile la definizione di donna e genere in termini di political corretness. Le letture più approfondite che includano forme come LGBT etc, io le riscontro più nella letteratura accademica che non nella documentazione istituzionale, dove molto spesso non ci si preoccupa nemmeno di articolarlo questo concetto del genere. Tanto è vero che questa estate eravamo a Dublino in una conferenza di IAMCR 11 in cui io ho partecipato in due o tre pannel che riguardavano questo argomento e il tema è stato sollevato due o tre volte in maniera non banale. Soprattutto chi si occupa di omosessualità e transessualità lo sottolinea in maniera forte e devo dire che anche nel lavoro che 11 La reunión del Annual Conference of the International Association for Media and Communication Research se realizó en Dublín del 15 al 19 de Julio de 2013. 62 abbiamo fatto non ci è stato richiesto di sottolinearlo e non l‟abbiamo fatto. È come una consapevolezza che si ha ma non sempre si rende esplicità. Per esempio, c‟è una persona che a partecipato in uno di questi eventi a Dublino, Susan Abbott, che lavora per Internews, e si occupava di comunicazione per lo sviluppo e la dimensione di genere in quel contesto specifico lì e la prima cosa con cui si sono misurati è stata proprio questa, ossia del non utilizzo o l‟utilizzo incorretto dei termini e questa identificazione tutt'ora. Una cosa su cui vorrei riflettere è questa, anche senza entrare nel dibattito italiano che è veramente preistorico rispetto all‟evoluzione della coscenza civile, però una cosa che io posso pensare è che mentre ormai il termine „gender’ da Pechino in poi è entrato in un linguaggio, nei documenti dell‟UE etc, ma rispetto alla comunità internazionale quindi a queste sedi che sono più istituzioni internazionali, credo che il tema sia tutt'ora molto delicato. Ho l‟impressione che non si sviluppi in questa forma di cui parliamo più perchè rimane un tema sensibile che potrebbe toccare delle sensibiltà che non per una disattenzione. Credo che in parte sia intenzionale, però è una mia considerazione personale. Ma allora perchè non fanno indicatori specifici per donne? In realtà, io credo che un piccolo passaggio sia stato fatto: non si parla più delle donne come minoranza, discriminate, etc., ma che invece è importante parlare delle relazioni fra i generi. Quindi secondo il pasaggio che loro ritengono di aver fatto è proprio questo per cui si inizia a raggionare su qual‟è il ruolo degli uomini nelle relazioni di genere oppure come vanno considerati le discriminazioni e quindi è più aver introdotto la dimensione relazionale che prima invece non era prevista. Manca questa ulteriore appertura che invece vuol dire che il genere ha una pluralità diversa a quella che loro pensano. Confermo quindi le tue perplessità che sono le stesse che ho io. 63 Vorrei sapere cosa pensa del fatto che alcune organizzazioni starebbero utilizando gli indicatori più come uno strumento di promozione pubblica che come un elemento di misurazione della realtà mediatica? Anche qua parlarne in termini generici è molto difficile anche perchè probabilmente le situazioni sono diverse. Io penso che ci sia un ingenuo, nel senso di sincero, interesse per sviluppare degli strumenti che consentano anche alcuni elementi di comparazione o che forniscano dei benchmark. Ho un po‟ l‟impresione che nell‟ambito degli indicatori stia succedendo lo stesso che abbiamo visto in questo Global Media Policy Mapping Esercise. Noi abbiamo iniziato sette anni fa a pensare questo progetto, quando ancora l‟idea e la construzione delle mappe era ancora all‟inizio e poi è stata molto diffusa e ci sono dei progetti ben più soffisticati di quello nostro. Ho l‟impressione che così come tutti quanti cercano di mappare la realtà, essendo complessa in questo modo tu riesci anche a semplificarla, questo discorso degli indicatori, il meccanismo di reflessione è un po‟ simile. E come se di una realtà complessa, che può essere come fai a tracciare il rispetto dei diritti fondamentali nell‟ambito dei diritti della comunicazione, tu la semplifichi attraverso questo strumento. Questo, secondo me, spiega un po‟ che ci sia tutta questa corsa a fare gli indicatori. In più, tu stai costruendo uno strumento e lo strumento ti può dare dei dati. Dopo di che l‟applicazione, essendo tutti gli istrumenti complessi e che richiedono risorse, la loro effettiva validità dipende dal tempo e delle risorse. Anche l‟UNESCO ha fatto questa cosa lavorando con alcune delle organizzazioni che sono più esperte in questo campo. Per tanto, per quanto sono discutibili nel loro impatto sulle politiche, secondo me è uno strumento interesante però l‟UNESCO di per se non ha una lira. Quindi, ci sarà qualcuno che vuole investire dei soldi e se non avessero avuto quella discussione con gli Stati Uniti per un‟altra cosa... sono le condizioni storiche e oggietive che condizionano molto. Quale sarebbe la spiegazione per applicare di alcuni indicatori, caso UNESCO, per esempio, soltanto in Paesi in via di sviluppo? Quello che conosco dell‟UNESCO è per tanti anni di frecuentazione e anche per stare dentro dell‟AIMCR per il consiglio internazionale. 64 Come tutte le organizzazioni internazionali, loro hanno una priorità data ai Paesi del Sud che vuol dire che quando noi come AIMCR vogliamo avere delle sholarship per fare venire i giovani studiosi alle nostre conferenze sono sempre per i Paesi del Sud. Quindi c‟è una volontà esplicita fin dall‟inizio è il modo in cui l‟organizzazione funziona: la priorità viene data ai Paesi, persone... che hanno meno risorse. L‟espettativa che loro hanno quindi è che in genere se partecipo io che vengo dall‟Italia o tu che vieni dalla Spagna non solo partecipiamo con le nostre risorse ma anche portiamo risorse e lavoro all‟organizzazione e non viceversa. Come avete fatto il pasaggio dallo studio empirico di EIGE alla definizione reale degli indicatori? Lo studio empirico rispondeva nel caso di EIGE ad un call for tender che EIGE già aveva articolato in maniera molto precisa e già aveva degli esiti attesi cioè, delle cose che volevano che noi producessemo però eranno parecchio detagliate. Quello che noi abbiamo fatto era decostruire un progetto su come noi avremmo realizzato le cose che loro ci pretendevano ma c‟era già stato detto che noi dovevamo mappare le organizzazioni in tutti i Paesi. Quello che noi abbiamo fatto è inventare la metodologia attraverso cui andare a leggere questo. Noi avevamo delle griglie, per quanto riguarda il conto degli uomini e delle donne, una per ogni organizzazione dei media; se era pubblica o era privata; se aveva una casa madre trasnazionale oppure no; tutta una serie di riferimenti e poi quattro livelli di management, partendo dal presidente della RAI, che noi andavamo a sondare. Questa è stata la traccia del survey che noi avevamo fatto. Sulla base di quella base lì che è una metodologia che abbiamo sviluppato noi ma elaborando una precedente che era stata usata in un altro progetto, un progetto cordinato da Caroline Brown, su 58 Paesi nel mondo, anche molto più approfondito. Qualle sarebbe la diferenza con GMMP12? In GMMP tu hai una griglia ma quello che vai a vedere è il contenuto dei giornali, dei telegiornali e della radio. Quindi tu vai a vedere quali 12 Para más información sobre los GMMP consultar: http://whomakesthenews.org/. 65 sono i sogetti della notizia oppure chi presenta la notizia, riguarda il contenuto. A noi invece interessava vedere dentro la estruttura organizativa dei media, nei ruoli dirigenziali, quindi nella governarnce dell‟organizzazioni (RAI, Telecinco, ecc.) quante donne e quanti uomini nelle posizioni che contano, dove si prendono le decisioni. Quindi era molto più un discorso legato a queste posizioni che la Commissione Europea di Women on boards di favorire e muovere la partecipazione delle donne nei consigli, ecc. Sulla base della metodologia noi sapevamo che tipi di dati era possibile raccogliere e anche quali sono più significativi per farsi un‟idea della realtà che stai guardando e quindi gli indicatori sono stati costruiti su quella base lì. Prendendo spunto da quello che ha spiegato, il dilemma sarebbe vedere se gli indicatori servono per misurare il numero esatto di donne che sono all’interno delle strutture di potere nei media oppure capire se realmente le donne che ci sono stanno cambiando veramente la governance dei mezzi di comunicazione. Chiaro. Questo è il trucco degli indicatori. C‟è anche una parte di ragionamento che noi stiamo facendo adesso per come utilizzare quei dati lì per fare delle elaborazioni nostre. Allora, gli indicatori sono molto semplici e quasi banali (quante donne, quanti uomini mi dice molto poco). Però io ho una letteratura secondaria, molti anni di studio che mi segnalano alcuni orientamenti; ho gli studi che mi guardano il contenuto dei media (per esempio, il GMMP) e ho questa analisi che abbiamo fatto adesso. Quindi nel momento in cui elaboro tutti i nostri dati, che sono quelli che si possono trovare nel raporto de EIGE, e dico: „confermo che anche in questo settore economico, così come in altri settori, le donne ocupano circa un terzo ma nelle posizioni di apice sono il 14%‟. Allora da un lato so che il mio studio non mi sta facendo vedere delle cose diversissime dalla realtà ma mi conferma che ci sono delle tendenze costanti però che io posso tracciare nel tempo se fra 5 anni se le donne non sono tra il 14 ma tra il 42% sarebbe un buon progresso. Quindi, pure essendo indicatori molto esenziali, io da un lato li collego alla conoscenza che io ho su quel dominio lì; tutta una serie di altri studi che sono stati fatti, non prendo gli indicatori astrusi dal suo contesto. 66 L‟altra cosa è il pasaggio succesivo, quindi quello che cerchiamo di fare noi perchè noi per quello studio lì abbiamo fato quella survey sulle donne e gli uomini, abbiamo osservato le policy sull‟ugualianza, ecc, poi abbiamo fatto una settimana di monitoraggio sulla televisione (su questo non c‟è ancora un report ma noi i dati li abbiamo), la cosa che ci interesa adesso e di incrociare questi dati per andare a vedere quello che dici tu. Per andare a vedere se là dove tu hai più donne in posizioni i dirigenziali, magari non come presidente ma come direttore di una qualche unit che si occupa di cose rilevanti se il modo in cui il media rappresenta la realtà è diverso. Questi tipi di studi sono stati fatti ancora molto poco e quindi la riccezza dei dati che abbiamo ci permettono farlo. Questo richiede ancora di tempo, di capacità molto specifiche di gestire dati che sono stati raccolti in maniera diversa e diventa un‟interpretazione molto soffisticata e che difficilmente il policy maker si prende la briga di leggere a meno che non gliela traduci in due pagine. Noi abbiamo fatto un raporto di 150 pagine che dopo è stato condensato in un sum di 10 pagine e, a sua volta in quattro, uno per ogni indicatore di due facciate. Sperate di trovare in questi resultati che ovunque dove ci sia una donna in un posto di relevanza decisiva il trattamento informativo delle donne sia meno sessista oppure al contrario? Fino a qui, alcuni delle studi che sono stati fatti non dimostravano questa correlazione in maniera così chiara. Anzi, diversi studi soprattutto americani in realtà mettono in evidenza come le donne che raggiungono posizioni apicali proprio perchè operano all‟interno di un contesto che mantiene anche degli elementi culturali e organizzativi di un certo tipo sono più loro ad adattarsi a questo. Una cosa che può diventare interessante è nel momento in cui comunque c‟è una maggiore femminizzazione nell‟ambito dei media, quando iniziano a cambiare i numeri, allora forse anche le dinamiche relazionali possono iniziare a cambiare. Su questo a me non risulta che ci siano degli studi. La ringrazio. 67 Conversación con Francisco Campos Francisco Campos Freire, profesor de la Universidad de Santiago de Compostela 23/01/14 Universidad de Santiago de Compostela, USXC. Entrevista presencial durante el IV Congreso Internacional de la Asociación Española de Investigación de la Comunicación. AE-IC 14 Bilbao: Espacios de comunicación. U es uno de los expertos que afirman que los indicadores mediáticos deben ser eminentemente cuantitativos, ¿por qué? STED No digo que los indicadores mediáticos deban ser eminentemente cuantitativos sino que los índices cuantitativos son los que son objetivables y medibles. Por otra parte, hacer indicadores con índices cualitativos es tremendamente subjetivo, siendo muy difícil objetivar. En realidad, los indicadores debieran ser mixtos o integrados. Quizá en el cuestionario no precisé ese matiz pero en principio los indicadores más objetivables son los cuantitativos y los más completos los sintéticos. Cuando me refiero a integrado estoy pensando en los indicadores sintéticos. Un indicador compuesto o sintético es un constructo, basado en un modelo o aproximación teórica, elaborado como una combinación apropiada de varios indicadores individuales que pretende aproximar un concepto u objeto multidimensional en una escala única. Este indicador o indicadores sintéticos deberían posibilitar tanto la comparación entre organizaciones como el seguimiento en el tiempo de la evolución de una organización respecto de los tres constructos teóricos objeto de 69 estudio del proyecto, posibilitando y facilitando la valoración del grado de cumplimiento en la consecución de sus metas y objetivos en relación a los objetos o conceptos teóricos aproximados. El diseño y elaboración de índices sintéticos es una actividad que requiere de juicio experto para realizar los diversos supuestos simplificadores y que una vez elaborado sirva para sintetizar y aproximar conceptos multidimensionales de forma que pueda servir de apoyo a la toma de decisiones. Asimismo, un índice sintético debe facilitar la interpretación y visión del comportamiento y características del objeto que pretende medir más allá de la visión proporcionada por los indicadores individuales que sirven de base para su elaboración; es decir, debe proporcionar una forma sencilla de seguir el comportamiento del concepto que trata de medir y facilitar la comunicación con el público profano en el tema. Siguiendo Handbook on Constructing Composite Indicators. Methodology and user guide de 2008, para elaborar indicadores sintéticos hay que tener en cuenta las siguientes etapas: marco conceptual y teórico del campo; establecimiento de criterios y selección mediante metodologías cualitativas; establecimiento de indicadores individuales; abordaje de la problemática de datos atípicos o extraños; definición de indicadores individuales; análisis multivariante; normalización; agregaciones y ponderaciones; y pruebas de sensibilidad, robustez y difusión. ¿Cómo se puede medir desde una perspectiva integrada conceptos complejos como la transparencia, la pluralidad o el acceso de la ciudadanía a los medios? Esa precisamente es la dificultad al ser ese tipo de indicadores tremendamente inciertos. Además, es muy difícil alcanzar el consenso. Si tomamos como punto de partida para la elaboración de indicadores los sistemas de estandarización, por ejemplo los índices y normas de calidad ISO, que emplean como referencia índices que se elaboran a través de un proceso tremendamente largo de consenso. Con índices cualitativos lograr el consenso es fácil, con índices sintéticos es más trabajoso. Ese es el problema que planteo. 70 ¿Este tipo de indicadores de calidad o de responsabilidad social están construidos con un doble filo, buscando la proyección pública de la institución y la medición del objeto de estudio? Claro, porque esa realidad es muy difícil medirla. Al ser difícil objetivarla las instituciones prefieren utilizar estos datos para obtener aquellos instrumentos que ellos puedan objetivar, que esa objetivación no sea política y, en tercer lugar, aquellas instituciones no honradas van a realizar aquellos procesos que les acaben resultando más beneficiosos. ¿Por qué digo que estos índices son operativos desde el punto de vista de la gestión? Porque, a la hora de realizar la gestión, se hace en función de una planificación que te lleva a conseguir esa finalidad. El ejemplo son los cuadros de mando convencionales. Cuando no eres capaz de objetivar la planificación se vuelve muy difícil. No creo que mediante sistemas de indicadores consigamos objetivos exclusivamente para mejorar la calidad o el pluralismo. Son una herramienta para evaluar la gestión, ayudar a mejorar la calidad y servir como referencia para auditar la rendición de cuentas. La mejora de la calidad o el pluralismo deben ser y son decisiones estratégicas que corresponden a la gestión y a la gobernanza. ¿Cree que los resultados de la aplicación de los indicadores deberían estar ligados a incentivos? Por ejemplo, en el caso que hemos visto previamente la Junta de Andalucía 13 plantea incentivos a aquellas radios comunitarias que mejoren su puntuación con respecto a la evaluación anterior. Conviene matizar la respuesta. Yo creo que los indicadores deben ser herramientas para evaluar actividades y objetivos pero no deben ser instrumento de coacción, sobre todo si nos estamos refiriendo a políticas de comunicación y a cuestiones de libertad de expresión. Habría que preguntar previamente quién, cómo y para qué se 13 Antes de la entrevista a fondo se asistió a la presentación de una comunicación perteneciente a una investigación adscrita a la Universidad de Málaga, pertenece al proyecto de Excelencia de la Junta de Andalucía P10 TIC 6593 y al Proyecto I+D+i CSO 2011 – 29195 del Ministerio de Economía y Competitividad, dirigido por Dr. Manuel Chaparro Escudero. 71 elaboraron esos indicadores que se pretenden tomar como referencia. Si esos indicadores fueran elaborados técnicamente bien y por expertos independientes para aspectos determinados, la respuesta podría ser positiva; pero si de lo que se trata es establecer indicadores que beneficien a quién realmente desea un gobierno, el uso resulta perverso. El cuestión esencial de las ayudas públicas a los medios de comunicación radica, primeramente, en identificar las necesidades de salvaguarda del pluralismo; establecer políticas transparentes no discriminatorias; calificar y conceder de forma transparente e independiente las subvenciones; y evaluar también de forma independiente los resultados de las acciones beneficiadas. ¿Sería interesante realizar un estudio para averiguar la relación entre la financiación de los indicadores y los contenidos de los mismos? Claro. Para mí la clave no solo está en los indicadores sino que una de las importantes está en evaluar los resultados de la financiación pública en función de la misión y de los objetivos de la misma. Este debate en España es problemático referido, por ejemplo, a la radiotelevisión pública por la ausencia de indicadores sintéticos de concreción de los principios generales de programación del servicio público, que son declaraciones generales emanadas de la misión del mismo. Faltan los indicadores sintéticos que concreten esos objetivos o principios generales, es decir convertir los principios generales en principios más concretos y medibles. A partir de ahí se podría avanzar en la evaluación de calidad del servicio público audiovisual. La financiación de la televisión pública y, parcialmente, las radios municipales o comunitarias vía subvención es un sistema algo perverso porque tiene riesgo de condicionar gubernamentalmente su independencia. Es un sistema mucho más independiente la aplicación de un canon o tasa porque es al ciudadano a quien directamente el medio siente que le debe rendir cuentas. Institucional y corporativamente la BBC siente que le debe su financiación al ciudadano y no al gobierno británico, aunque sea éste el que aprueba la subida de la tasa cada tres o seis años. Pero quien paga directamente es el ciudadano y, por eso, también siente más suya la radiotelevisión. Los problemas del canon o tasa son tecnológicos y de 72 progresividad, que algunos países –caso de Finlandia- ya han corregido pasando a pagar por la renta personal de cada uno y por todo tipo de aparatos en los que se puede escuchar o ver la radiotelevisión. Entonces, ¿cómo se puede pasar de una evaluación realizada por indicadores a cambios sustanciales en las políticas públicas en materia de comunicación? Se puede dar ya que el termómetro o el barómetro más adecuado debe ser utilizado como herramienta para evaluar la temperatura de las políticas públicas. Diagnosticar la fiebre de las políticas. Es decir, los indicadores mediático-culturales son un paso fundamental para este propósito. Lo difícil es, si seguimos el mismo ejemplo, saber qué tipo de medidas se deben tomar para cada medida del termómetro. En el caso de producirse presiones al equipo de trabajo de los indicadores, ¿se producen en la definición, aplicación o análisis de los índices? Cuando se comunican los resultados. ¿Por qué cree que el momento de manipulación, de producirse, se corresponde con el momento de publicación de los resultados? Porque se usan argumentar, defender y atacar posiciones. Es el problema de la objetivización, credibilidad y usabilidad de los indicadores. En cada posición argumental se emplean los indicadores más favorables y, en igual medida, se rebaten con otros contrapuestos o discrepantes –si existen- por la parte contrincante. El problema se corrige con indicadores de consenso y sistemas de evaluación o auditoría independientes. Con respecto a la categorización de indicadores, las opiniones de los expertos se pueden dividir en dos grandes corrientes. Por una parte, los especialistas que prefieren indicadores sintéticos, simples y posteriormente mejorables mediante la introducción de otras variables dentro de la dinámica de la arquitectura escalable o realizar indicadores específicos de un ámbito muy 73 determinados (indicadores de calidad, género, responsabilidad social determinado). ¿Cuál es su opinión al respecto? En este tema diría que depende de para qué. Para mí no es una cuestión absolutamente trascendental. Por ejemplo, al hablar de indicadores mediático-culturales se están introduciendo dentro del concepto las industrias culturales 14 y las industrias de la comunicación, aunque sean convergentes con las primeras. En este sentido, se abarca un campo fundamental pero extremadamente amplio. Muchas gracias. 14 CAMPOS, F. Y PEREIRA, X. (2010), “Anuário Internacional de Comunicação lusofona”. En: LEMOS, M., CABECINHAS, R. Y MACEDO, L. Anuário Internacional de Comunicação lusofona. Lisboa: LUSOCOM, SOPCOM y CECS. 74 Conversación con María Soledad Segura María Soledad Segura, profesora de la Universidad Nacional de Córdoba, Argentina 13/06/14 Entrevista por videoconferencia. Skype. ¿ CUÁLES son sus líneas principales sobre indicadores? Sobre indicadores no he trabajado aún, estamos empezando a trabajar ahora. En el equipo de investigación15 trabajamos sobre las estrategias de incidencia de la sociedad civil en materia de políticas públicas de comunicación y de cultura. También trabajamos con organizaciones que trabajan en otras áreas culturales. En este marco, siempre estábamos hablando de estrategias tendientes a democratizar la comunicación. No nos interesa cualquier tipo de incidencia en las políticas de comunicación sino aquellas que tiendan a democratizar. Es por eso que empezamos a encontrarnos con la necesidad de tener algún parámetro para evaluar en qué términos y de qué estamos hablando cuando hablamos de, democratizar. En general, trabajamos con la idea de que la democratización es un proceso, que no hay un objetivo final al que llegar como La Comunicación Democrática con mayúsculas, sino que son procesos en los que se va avanzando en distintos aspectos que tienden a la democratización de diversas variables. Por eso, las organizaciones que nosotros analizamos 15 El equipo de investigación de la Universidad de Córdoba (Argentina) se denomina “Sociedad civil y democratización de la comunicación y la cultura”. Para más información consultar: http://democratizarcomunicacion.eci.unc.edu.ar/equipo/ 75 trabajan en variables diversas por lo que queríamos crear algún instrumento o parámetro para evaluar sus propuestas. Nosotros estudiamos no las políticas de comunicación ya producidas, sino las propuestas que se hacen desde la sociedad civil. Uno de los problemas que se están generando a la hora de evaluar los indicadores mediáticos es que hay dos corrientes muy diferenciadas. Por una parte, la realización de índices sencillos que den lugar a una arquitectura escalable, es decir, a que a lo largo de los años se puedan incorporar más variables conforme el proyecto vaya madurando y, la segunda, un corpus de indicadores complejo y estable, que no se modifique con el tiempo. ¿Con qué vía trabajan? Nosotros hasta ahora estuvimos trabajando con la primera opción, sobre todo porque lo que estuvimos analizando son los clásicos. Esas primeras definiciones sobre comunicación democrática a partir de MacBride y a partir de los primeros teóricos de economía política de comunicación en Latinoamérica. A partir de estas definiciones generales, en este nivel más macro, no nos interesan indicadores finos salvo los que se vayan planteando a partir del análisis empírico. No nos interesa tener un gran marco teórico, sino estar mirando qué desafíos nos van presentando las propuestas concretas de las sociedad civil en Argentina específicamente y en otros países de América Latina que vamos tomando para analizar. ¿Dentro de su proceso de definición de indicadores se están teniendo en cuenta otros procesos de democratización en América Latina? Yo trabajo sobre otros países latinoamericanos en particular. Algunos últimos trabajos tienen una comparación entre las nuevas leyes de comunicación de Argentina, Uruguay, Venezuela, Ecuador, Bolivia… 76 Dentro de esas comparaciones, ¿qué indicadores utilizan para realizar el estudio comparado? Yo no trabajo específicamente sobre políticas de comunicación ya formuladas 16 sino sobre las estrategias de incidencia y participación ciudadana en las mismas. Las políticas públicas en materia de comunicación son siempre para nosotros el punto de partida pues la sociedad civil en general o está queriendo que las políticas avancen, o que se modifiquen, o que se deroguen y entonces las tenemos que conocer. Lo que quise mostrar a un auditorio que está mirando críticamente, negativamente, los procesos de democratización latinoamericanos. Es que en todas estas nuevas leyes hay algunas cosas en común y que justamente estos puntos en común son los que sí responden a los parámetros internacionales de derecho a la comunicación. ¿A qué me refiero? Básicamente a que todas estas leyes presentan límites a la concentración de los medios. Si bien el proceso de concentración de la propiedad de los medios es un proceso que se ha dado fuertemente a nivel mundial, sobre todo en la década de los 90, en Latinoamérica presenta características distintivas. Esto lo han trabajado investigadores argentinos que hicieron una comparación entre los países latinoamericanos y entre ellos y los europeos y han demostrado claramente que el nivel de concentración de los medios en Latinoamérica es distintivos. Todas las legislaciones en este sentido en América Latina presentan límites en cuanto a la concentración. Los límites han sido impulsados por los relatores de la libertad de expresión de Naciones Unidas, de la Organización de Estados Americanos, de la Unión Europea y de la Comisión Africana por los Derechos Humanos y de los Pueblos, es decir, de todos los continentes. Son estándares internacionalmente aceptados que no se le ocurrieron a cada uno de los gobernantes de los países latinoamericanos. Las diferencias en ese punto son de aplicación. ¿Cómo se ponen límites a la concentración? Ahí sí empiezan las diferencias entre los gobernantes latinoamericanos. 16 Consultar, por ejemplo, Becerra y Mastrini (2009, 2004) para estudios de políticas públicas de comunicación en el caso latinoamericano. 77 ¿Qué legislación ha ido más lejos en cuánto a límites en la propiedad de los medios en América Latina? Según mi punto de vista, la Argentina. Con esta propuesta de desinversión de la propiedad de los medios que, tal vez, es la más osada y es diferente a una estatalización (proceso que se hizo en Venezuela, por ejemplo), al proceso de estímulo de la competencia (que es el que se está dando ahora mismo en México), es decir, estimular la competencia dentro del mismo mercado. El proceso de desinversión implica que son los mismos propietarios de medios los que tienen que promover su propio plan de adecuación, es decir, decidir de qué acciones empresarias se quieren emprender para adecuarse a lo que establece la norma. ¿Cuál es el papel de la ciudadanía en este proceso de desinversión de la propiedad de los medios en Argentina? El papel de la ciudadanía en Argentina es que fue ella la que lo propuso. Se dio un proceso de problematización en Buenos Aires, La Plata, Rosario y Córdoba. En las ciudades más grandes de la Argentina, se reiteró este proceso de pasar de estrategias alternativas en comunicación a una propuesta en el cambio de la legislación. Esa propuesta fue consensuada entre muchas organizaciones que confluyeron en la Coalición por una Radiodifusión Democrática que hicieron una propuesta de 21 Puntos por una Radiodifusión para la Democracia en el 2004 y esa fue la propuesta que en el año 2008 la presidenta Cristina Fernández tomó como base para elaborar el proyecto de ley. Incluso, uno de los redactores del proyecto de ley es Damián Loreti, profesor de la Universidad de Buenos Aires, que ahora es pre-candidato a relator de libertad de expresión de la OEA, y él formaba parte y fue uno de los impulsores de la Coalición. Cuatro años antes había sido una propuesta que militó de la sociedad civil. ¿Qué otros parámetros analizaba en la comparación de las reformas conducentes a la democratización de los medios en América Latina? En primer lugar, los límites a la concentración de los medios en todos los países y es algo que responde a los estándares internacionales relativos a derechos a la comunicación. Incluso la desinversión que se 78 propone en Argentina responde a dichos estándares, es una propuesta que realiza UNESCO en 2008 con los Indicadores de Desarrollo Mediático. El segundo parámetro es el ingreso de nuevos actores: el sector estatal y del sector social-comunitario. Incentivar la diversidad propiciando el ingreso de nuevos actores es muy importante en un escenario como el latinoamericano donde no tenemos medios públicos fuertes. No hay una tradición de medios públicos como la europea. Estas dos cosas también las tienen todas las leyes, también responden a las peticiones de los relatores de libertad de expresión, también aparecen en los indicadores de UNESCO y las diferencias en los distintos países van a ser en el modo que se van a aplicar. No es el mismo proceso el que tuvieron países con una tradición más larga de medios públicos o estatales, como es el caso de Argentina, por ejemplo, que en países donde no existían medios públicos o eran sumamente débiles; o en países con radios comunitarias fuertes, consolidadas, con larga trayectoria que países donde estos procesos eran más débiles y había una mayor intromisión política. Por tanto, sí hay procesos de democratización pero no se dan del mismo modo en todos los países. ¿Existe algún mecanismo de rendición de cuentas del estado a la sociedad civil en la legislación argentina? En la legislación argentina se crean por la nueva ley de 2009 instituciones estatales participativas dentro de la autoridad de aplicación de la norma. Nuestra autoridad se llama Autoridad Federal de Servicios de Comunicación Audiovisual (AFSCA) y articulada con la AFSCA está el Consejo Federal de Comunicación Audiovisual (COFECA) en el que hay representantes del Poder Ejecutivo, de los partidos políticos con mayoría y minoría en el Congreso de la Nación, de las provincias, de las universidades, de las organizaciones empresarias del sector y de las organizaciones sociales. Están, por ejemplo, el Foro Argentino de Radios Comunitarias (FARCO), la Asociación Mundial de Radios Comunitarias (AMARC), pymes de comunicación que no tienen los mismos intereses que las grandes corporaciones, pueblos originarios que tienen radios y televisiones. Muchas gracias 79